Seduciendo a mi amigo gay

- Capitulo 9- Esto es guerra -

- Chloe POV-

Durante todo el almuerzo Ian y Seb no dejaban de lanzarse miradas asesinas, lo peor esque yo estaba en medio de ambos, literalmente. No entiendo porque esos dos se lleban tan mal. 

-Entonces... ¿Escucharon que habra un concurso de talentos este año?. -Dije intentando hacer platica. Pero ninguno de los dos escucho lo que dije, pues se miraban fijamente, con odio, mucho odio. Creo que este era el almuerzó mas incomodo que habia tenido. Exepto aquella vez que pise popo de perro sin darme cuenta, lo peor es que todos se dieron cuenta excepto yo, habia una peste horrible, y probenia de mis tenis favoritos. Los queme. -Creo que concursare ¿Ustedes lo haran?.

-Si. -Contestaron al unisonó.

-Pero esta claro que yo ganaré. -Dijo con suficiencia Ian.

-Si, en segundo lugar. Eh ganado ese concurso durante dos años consecutivos. -Dijo con orgullo y ofreciendole una sonrisa falsa.

-¿Solo dos?. -Pregunto restandole importancia. -Te reto. Si pierdes tendras que venir a la escuela con peluca... Por un mes. -Dijo con una sonrisa malvada.

-¿Solo eso?. -Dijo Seb con una sonrisa Y enarcando las cejas. -Si tu pierdes tendras que besar a Lynn, un beso de lengua y mucha saliva de por medio. -Ian abrio los ojos como platos al escuchar eso.

-Eso es cruel. -Dije. -Lynn no es ningun objeto con el que se puedan hacer apuestas, es una persona. -Dije defendiendo a mi amiga, aunque ella nunca me defendia, pobre de mi.

-Si, ella tiene razón. -Dijo asintiendo con la cabeza Ian.

-Entonces tendras que correr desnudo por toda la escuela y lanzando huevos al mismo tiempo. A solo que seas un cobardé. -Dijo Seb dandose cuenta de la mirada de horror de Ian. Tenia que admitir que Seb era bastante ingenioso, y malo, muy malo, Aghrr (Sonido de fiera).

-¡De eso nada!, tu seras el que llevara una peluca rosa por un mes. -Dijo levantando un poco la voz, mientras que Seb estaba fresco como una lechuga.

-Lo que tu digas.

-¡¿IAN?!. -Grito alguien detras de nosotros, por lo cual los tres nos dimos la vuelta encontrandonos con una Lynn con la boca abierta. Despúes de quedarse asi por un largo rato, y ya haber llamado la atención de toda la cafeteria, se nos acerco corriendo a gran velocidad con los brazos abiertos hasta llegar al lugar de Ian y darle un abrazo de oso, hasta que Ian se torno de un color morado. Seb estaba casi llorando tratando de reprimir una carcajada.

-¡Lynn, lo estas asfixiando! -Dije preocupada al ver como casi se desmayaba Ian.

-Oh, lo siento. -Dijo separandose un poco de el para dejarlo respirar, el pobre estaba jadeando intentando tomar oxigeno. Bendito sea el oxigeno. -¡No me creo que estes aqui!, esto es cosa de el destino que quiere que estemos juntos. Para siempre. -Eso ultimo sono algo... Perturbador.

-Lynn yo... -Un sonido ensordesedor lo interrumpió, todos dirigieron la mirada hacia las puertas de la cafeteria.

-¿Que rayos?. -Dijo Seb con el ceño fruncido. Entonces de la nada aparecio una chica en traje de baño amarillo fosforecente con cabeza de ¿Un caballo?, si, un caballo. En sus manos traia una enorme pistola de jugete, y en otra mano sostenia un sobre con cinta roja. Todos guardaron silencio sin apartar la mirada de esa chica con cabeza de caballo. Se dirigio a nuestra mesa hasta quedar frente a nosoctros, aunque miraba fijamente a Seb, maldita bieja loca, nadie miraba a su Seb, y menos una con cabeza de caballo. La chica tomo su pitola y apunto a Seb.

-¡TU!. -Grito la chica hacia Seb, el cual se veia tan confuso como todos.

-¿Yo?. -Dijo Seb señalandose a si mismo.

-¡No mi abuela!, ¡SI TU!, ¡MALDITO DESGRACIADO! ¡TODO ES TU CULPA!. -Dijo para despues dispararle un liquido rosa fosforecente llenando completamente a Seb, el cual inmediatamente se levanto de su silla decidido a encarar a la Mujer-Caballo.

-¡¿Pero que mierda?!. -Dijo Seb mirando su ropa empapada.

-Esto es para ti. -Dijo entregandole el sobre, la cual cogio al instante.

-¿Quien eres?. -Pregunto entre enojado y confuso Seb.

-Tu peor pesadilla. -Y dicho eso, se marcho como si nada. Vieja loca.

-Sebastian POV-

Despúes de lo sucedido con la chica con cabeza de caballo, nadie me quitaba los ojos de ensima, ¿Acaso no tenian nada que hacer mas que meterse en la vida de los demas?. Me diriji a mi casa, decidi irme caminando para pensar mejor las cosas y con mas calma, cuando me acorde de la nota. La sacé de mi bolsillo izquierdo casi con desesperación, inspeccione con detenimiento el sobre, nada fuera de lo normal, solo era un simple sobre con cinta roja al rededor. Lo rompí y saque una hoja de papel, y la leí. No me lo podia creer. La lei una y mil veces, pero aun asi no le encontraba sentido.

Cuidate de nosotras si no quieres salir lastimado, estamos en todas partes. Quiza tu ya te olvidaste de nosotras, pero nosotras de ti no. Cuida tu espalda.

-Tus "Amores"

¿Mis amores?, no lo entiendo, entonses eso queria decir que habia más, y quieren hacerme daño. Lo que me faltaba, primero mi guerra con Ian, y ahora esto, la vida es injusta.

+ + +

-Oh, amor ya llegaste. -Dijo mi madre cuando entre a casa. -¿Estas bien?. -Pregunto preocupada al ver mi rostro.

-Si. Voy a mi cuarto. -Al llegar a mi habitación me acoste y me quede profundamente dormido, no supe cuanto tiempo, pero debieron de ser horas, la mejor solución a todos los problemas es dormir, siempre resulta reconfortante saber que al final de el dia hay una cama esperandote en casa con sus sabánas abiertas para mi. Cuando senti una presión sobre mi cuerpo y una respiración muy cercas de mi rostro. Habri los ojos al instante asustado de que pudiera ser un fantasma en busca de mi alma. Pero no era ningun fantasma. Era un hermoso angél, era Chloe. Y estaba sobre mi. En mi cama. Solos. Muy mala combinación.

-¿Chloe?. -Pregunte con voz ronca. -¿Que haces aqui?. -Pregunte confuso.

-Vine a ver como estabas, despúes de la mujer caballo te viste demasiado serio. Me preocupa verte asi. -Dijo muy cercas de mi rostro.

-No tienes de que preocuparte, estoy bien. -Dije tratando de tranquilizarla, pero la verdad era que no estaba del todo bien en esos momentos, en especial porque la tenia sobre mi.

-Ahora lo veo. -Dijo pasando su mirada hacia mil labios, lo cual yo también hice (A sus labios, no los mios.). Ella se fue hacercando poco a poco, hasta que nuestros labios se quedaron a pocos milimetros, hasta unirlos en un dulce y suave beso. Sus manos se dirigieron hacia mi rostro, intencificando el beso. Dirigi mis manos a su cintura acercandola mas a mi. No podia pensar claramente, solamente pensaba lo bien que se sentia sentir sus labos contra los mios, no importaba nada más, solo nosotros. Nos dimos la vuelta, quedando ahora yo sobre ella, nos besabamos apasionadamente sin que nos importara nada. Sentia como mi amiguito hiba despertando, y como nuestra respiración se hacia más agitada, pero un maldito ruido nos interrumpió y tubimos que separarnos. Alguien habia roto mi ventana con un ladrillo, ¡¿Quien rayos hiba a romper ventanas a estas horas?!, sea quien sea que haiga hecho esto, estaba en serios problemas.

-Mierda. -Susurré frustrado y me dirigi a la ventana de dondé venia el ruido. Mire hacia a fuera y me encontre con 5 chicas, cuatro de ellas llevaban tunicas negrias, y la de en medio llevaba la tunica roja, no se les veia su rostro por la oscuridad, pero sabia que eran chicas por sus pechos, que quede claro que no soy un pervertido. Todas llevaban una vela encendida entre sus manos, la verdad en que si daban bastante miedo, era espelusnante. Chloe recogió el ladrillo de el piso y tomo el papel que estaba al rededor de este y lo leyó en voz alta.

-¿Estas abvertido?. -Leyó con confusión. Me hacerque a ella y observe la hoja, todo estaba escrito en una elegante letra cursiva, bastante elegante para ser una amenaza. Tenian estilo. -¿En que rayos te metiste Sebastian?. -Dijo Chloe con preocupación observando hacia las chicas con tunica con preocupación.

-Ni si quiera yo lo sé. Solo se que tendre que pagar esto con mi mesada. -Dije mirando los vidrios de mi ventana rota, me hiba a costar muy caro.