~Micro relatos varios.
Historias breves creadas para distintos desafíos y retos de la comunidad.
Cortos que han sido basados en cuentos clásicos, con renovadas tramas teens, narrados desde la óptica de los personajes literarios creados por los her...
Relato creado para un desafío de FantasíaEs El presupuesto eran 500 palabras. La temática, "perdido en el bosque"
Mi obra obtuvo una mención especial en este desafío.
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Érase una vez, en el bosque...
«Will y Lucy son unos cobardes» pensé mientras caminaba sola por la supuesta zona "encantada" del bosque, pese a las advertencias del guardabosques.
Hasta el momento nada extraordinario había pasado, excepto por el cruce con la ardilla mezquina con la que había tenido una breve riña por una bellota. Pero para mí fortuna había ganado.
«Lo siento Alvin, tendrás que buscar tu cena en otro lado»
En esas estaba, cuando sentí un murmullo proveniente de la fronda. Creí que eran mis amigos, pero seguía sola, y lo peor era que estaba anocheciendo y estaba lejos de nuestro campamento.
Entonces advertí, con desespero, que no sabía regresar, pues el bosque mantenía una abrumante uniformidad vegetal.
La brisa se alzó de pronto moviendo los arbustos que tenía delante y me develó una encrucijada.
Un sendero doble, dos posibles salidas.
Para mi suerte una estaba señalizada, la que decía "atajo". Obviamente tomé el camino fácil.
Al inicio me deleitaba la belleza de la foresta, pero luego todo se fue apagando. ¡Y no solo me refiero a la luz solar, sino también al paisaje!
Las flores se volvieron mustias, los árboles se despojaron de sus reverdecidas hojas y esbeltos troncos, que trasmutaron en tallos artríticos y brazos esqueléticos.
Pero lo peor fueron los lamentos. Sollozos, gritos de desasosiego, que provenían de todo el entorno al mismo tiempo.
Corrí asustada. Todo se volvía más siniestro a medida que avanzaba.
Tropecé varias veces con deformes raíces del escarpado terreno e incluso sentí que estas me sujetaban y buscaban arrastrarme a con ellas a las profundidades de la turba.
Empecé a sollozar también. Todo aquello me había pasado por necia.
—Ya no te lamentes niña— dijo una voz y noté con sorpresa que se trataba de un añejo árbol de ancha corteza, donde se detallaban las facciones de un rostro. –Si estás aquí es por tus propias elecciones y desobediencia. Pero ya es tarde para arrepentimientos, ahora para salir, asume tu responsabilidad y concéntrate. No tendrás soluciones mágicas, pero la respuesta a la dificultad está en tu cabeza.
Descartando el fantástico hecho de que un árbol hablara, y la rudeza de sus palabras, aquel sabio pedazo de leña tenía razón.
—Está bien—dije secándome las lágrimas—. Pero ¿cómo puedo pensar con tanto ruido? —los susurros me estaban atormentando.
—Ve hacia aquel claro niña—señaló, usando su rama como brazo, hacia aquel sitio despejado que se abría entre la maleza—. Allí hallarás la "lucidez" que necesitas... pero apúrate antes de que el bosque se lo trague nuevamente y termines aquí para siempre echando raíces como nosotros.
—¡Gracias madero! —exclamé, corriendo hacia el claro.
Una vez allí deduje que para encontrar la salida, debía visualizar todo el panorama en altura y retrospectiva, así que trepé al árbol más alto y ¡eureka!
No tardé mucho en hallar el camino correcto que resultó ser el largo.
Pese a la extraña experiencia, retorné al campamento contenta. Puede que hallara algún riesgo, pero en el bosque también encontré sabiduría.
