Capitulo 22 ♥

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NARRADOR OMNISCIENTE:

Harry se hundió en _______....

El aliento abandonó el cuerpo de ________ mientras se doblaba, un grito estrangulado rasgó su garganta por la forzada separación de los sensibles músculos desu feminidad. El ardiente placer/dolor la consumía, viajando por el. Mientras se retorcía contra el grueso miembro alojado en su feminidad.

—Dulce Misericordia, ____________ –gritó Harry mientras se acomodaba sobre ____________ pesadamente, sus codos afirmándose para soportar su peso. Sus caderas rodaron en un suave movimiento entre sus muslos enviando dardos agudos de éxtasis a viajar por su cuerpo.

Él no iba a durar mucho tiempo. Harry sabía que él no tenía un ruego para ello. Lo mejor que podía esperar era que _________ tampoco pudiera. Él agarró sus caderas, su cara se enterró en la curva húmeda de su cuello mientras comenzaba un movimiento fuerte, firme, dentro de su cuerpo.

La feminidad de ________________ era tan apretada que lo quemaba, tan resbaladiza y dulce que Harry podría quedarse dentro de ella por siempre, si sólo pudiera contener su liberación lo suficiente. No hubo posibilidad. __________ se retorció contra Harry, sus caderas se levantaron para encontrarlo, sus piernas se envolvieron alrededor de su cintura mientras ella lo tomaba más profundo, gritando por las sensaciones que sus duros empujes enviaban sobre ella.

Harry gimió ante su calor. Él empujó en _________ más duramente, sus empujes ganaron velocidad, lanzándose dentro de ella, deslizándose por el sensible tejido que lo agarraba, luchando para sostenerlo. Su cuerpo se apretó más hacia el final, su feminidad comenzó a temblar alrededor de él mientras ella gritaba, sacudiéndose entre sus brazos, su orgasmo golpeando en ella al mismo tiempo que él perdía el control.

Harry escuchó su grito de éxtasis, su grito estrangulado de liberación mientras él comenzaba a eyacular dentro de ___________. El calor lo envolvió, lo chamuscó, llenando su cuerpo y alma mientras ella lo sujetaba fuertemente.

—____________. Dios, ___________, nena… —. Harry no creía que las llamaradas de placer se terminaran alguna vez. Rezaba por que nunca lo hicieran.

Estas subieron por su columna vertebral, por su miembro y disolvieron el duro y solitario centro de su corazón. Esta mujer era suya. Y antes de que la semana estuviera terminada, él se lo demostraría

NARRADOR OMNISCIENTE:

Para ___________, los días continuaron en una neblina de placer. era Harryo bien apacible e imperioso, o bien seductor y sorpresivo. Él la empujó hacía donde quiso. Le ataco y atormentó con su lengua experta y una variedad de juguetes sexuales pensados tanto para provocar como para atormentar, pero hasta ahora la impaciencia de ________ se hacia mas continua, ...Harry todavía no podía penetrarla completa, ya que su apretado trasero se lo impedía la semana avanzaba y Harry se dedicaba a penetrarla con juguetes sexuales, solo eso. Durante todo el día ella llevaba vestidos sedosos que Harry le presentaba, y vagaba por la casa con él. Ellos hablaron y se rieron, hicieron el amor con lujuria en variedad de habitaciones y posiciones. Pero lo más importante, __________ aprendió sobre el hombre.

Era un hombre privilegiado, cuya inteligencia le conducía a menudo a ocultar a un hombre de emociones intensas. ______________ captó vislumbres de ello durante ciertas conversaciones o después de una sesión de sexo intenso, casi brutal. Su expresión era de preocupación, cariñosa, como si a pesar de sus necesidades, sus deseos, él temiera la impetuosidad de ella.

Harry todavía le hacía llevar el invasor a _____________ durante varias horas al día. Antes de quitárselo, él la penetraba lento y suave, su miembro deslizándose enérgicamente dentro del estrecho pasaje de su feminidad. La sensación era increíble. ______________] gritaba para él, pedía, suplicaba piedad tanto por el dolor como por el placer que asaltaba su cuerpo. Sus clímax desgarraban su cuerpo con las sensaciones, dejándola exhausta contra Harry, sus jugos explotando alrededor de su miembro provocándole a él su propio clímax.

NARRAS TU:

Mi tiempo pasaba lentamente llegando al final. En el sexto día, me puse otro vestido. Era un nuevo diseño de Grecia que caía hasta mis pies, con pequeñas cuerdas de seda de oro que atravesaban el frente de mi abdomen, bajo mis pechos. Estaba descalza otra vez, pero sabía que para Harry estaba bien. Él llevaba ropa fácil de quitar. Yo sonreí abiertamente. Principalmente, porque andábamos desnudos por la casa.

Terminamos con el desayuno rápidamente, yo sabía que Harry tenía algo planeado para el día, pero no estaba segura de que. Aunque lo comprendí rápidamente un poco más tarde. Mientras yacía sobre el colchón delante del fuego, Harry tiraba de cuatro pesos enormemente pesados de la esquina del cuarto. Él los colocó en cada una de las esquinas del colchón, luego me dirigió esa oscura, dominante mirada, que prendía fuego en mi sangre.

—Última lección —susurró él, atando una cuerda de seda sobre los anillos metálicos. — Quítate el vestido y ponte sobre tu estómago.

Un temblor de excitación sacudió mi cuerpo mientras me quitaba el vestido. Harry entonces abrochó una cinta de cuero en cada tobillo y muñeca antes de atarme a las cuerdas. Esto me dejó extendida, indefensa, con el justo juego en la cuerda para él poder colocar almohadas grandes y amplias bajo mi cuerpo, elevándome varios centímetros del colchón. Bajo mis caderas él colocó otra, dejando mi trasero indefenso, abierto a su fija mirada.

— ¿Quién posee tu cuerpo? —susurró él, pasando su dedo a lo largo del pliegue de mi ardiente feminidad mientras su otra mano acariciaba sus nalgas.

—Yo lo hago —. mi voz era áspera, estaba en la posición correcta para un castigo; no quería desaprovecharlo.

Su mano cayó sobre mi trasero con fuerza picante. Me estremecí, grite por la llamarada de calor en mi carne y profundamente dentro de mi feminidad.

— ¿Quién posee tu cuerpo, _________? —le preguntó otra vez.

—Yo… —grite. Lo necesitaba más, otra vez, quería que él pusiera mi trasero ardiente, porque sabía lo que esto haría al resto de mi cuerpo. Mis pechos aumentaron, mis pezones se volvieron duros y me dolían.

Él me pegó con la mano otra vez.

— ¿Quién posee tu cuerpo?

—Tu Harry… tu… —. La neblina de excitación estaba embotándome ahora. Su mano cayó otra vez en mi.

--Exacto nena, yo soy el único por él cual esa preciada feminidad debe rozar mi miembro erecto-

-Dios Harry… - Gemí, mientras, él acariciaba mi feminidad con la llaga de sus dedos-

--Nena. Hoy te daré una pequeña sorpresa- Su voz se notaba fija y caliente en mi, con un tanto de picardia mutua-

-Harry, Cual es? . Dime..- Chille, para controlar mi éxtasis, mientras que Harry posaba sus dedos en mi feminidad. 

Somos una tentacion ( Harry y Tu ) cancelada temporalmenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora