El Nuevo Mundo [Chat Noir y Tu] #2

VII

Pov __________

Las palabras de Adrien me tenían pensativa y por supuesto algo confundida. Él me había explicado que era el hijo de un famoso diseñador y que vivía en una lujosa mansión muy cerca de donde me encuentro, además, mencionó que pronto entraría a la universidad a estudiar una carrera que le permitiera seguir con la empresa de su padre, sin embargo, eso último lo dijo con duda, como si estuviera tratando de convencerse así mismo de que seguiría dicho camino.

Subí mis piernas a la cama para luego recargar mi cabeza en mis rodillas, las cuales por obvia razones estaban flexionadas.

Todo lo que me había comentado Adrien parecía tener sentido y hacía parecer que el era un niño Rico con una vida normal, pero... ¿Por qué al hablarme de su vida, tenía una profunda tristeza reflejada en sus ojos? ¿Acaso no era feliz con esa vida?, no lo se, pero percatarme de esa tristeza no hizo más que causar un impulso en mi; el impulso de querer abrazarlo y decirle que todo estaría bien y que no se preocupara mucho por eso. Lo que me detuvo de hacer eso, fue el hecho de que apenas nos conocemos y bueno, sería extraño. Suspiré, nunca antes había experimentado esa empatía por alguien que apenas conocía.

Con delicadeza, me levanté de la cama y tomé la pequeña caja que Adrien me había regalado. Recordaba sus instrucciones, las cuales decían que no la abriera hasta estar completamente sola. Acaricié lentamente la caja, pero sobre todo, el bordado que decía en letra cursiva "Agreste". Respiré profundo y la abrí sin más, esperando así encontrar alguna respuesta en el objeto que se encontraba dentro de esta.

Pov Narrador Externo

La Luna no era más que una gran esfera en el cielo, que hacía su aparición para darle un pequeño adiós al sol por unas horas, sin embargo para tres kwamis que se encontraban observando con atención y esperanza dicha esfera, era un símbolo de que en la más mínima oscuridad siempre habrá luz y eso era el mundo en el que se encontraban, oscuridad esperando a que la luz apareciera en ella. Por más dramático o poético que suene, era la única comparación que podrían hacer en ese momento, pues sufrían al pensar en las desgracias de sus portadores y en el daño que Hawk Moth había ocasionado en la vida de ellos; además, el hecho de no poder ayudar en ningún sentido los hacía sentirse inútiles y sin propósito por primera vez en miles de años.

Resignados, los tres kwamis siguieron observando la Luna. Ninguno de ellos sabía que casualmente se encontraban observando la misma cosa al mismo tiempo desde distintos lugares, deseando casualmente la misma cosa, que todo volviera a la normalidad.

Aunque todo se encontrará tranquilo, lastimosamente ninguna tranquilidad dura para siempre. De repente, un gran dolor se hizo presente en el pecho de cada uno de estos seres y sus cuerpos empezaron a hacerse invisibles por unos segundos, hasta que por fin el dolor se desvaneció.

Extrañados y con algo de debilidad en sus cuerpos intuyeron que pudo haber pasado. La poca magia que los mantenía en ese mundo estaba desapareciendo, y si desaparecía por completo, ellos lo harían con ella. Plagg apresurado, voló lo más pronto que su cuerpo debilitado se lo permitió para contarle a Adrien lo sucedido.

🐞

Nathalie, la encargada de vigilar al hijo del mayor de los Agreste, había logrado su cometido una vez más, pues la mujer siguió al hijo de su jefe cuando el sol se encontraba en lo alto y tomó algunas fotografías para el hombre que también amaba en secreto. Ella, sumisa y leal, entregó dichas imágenes al hombre mayor.

–La encontró–Afirmó el hombre en un tono sombrío mientras observaba la imágenes–A pesar de mis esfuerzos, encontró a la niñata...

Observó las fotografías una vez más para finalmente arrugarlas, mientras a su vez, volvía sus manos en puños. Respiró profundo, tratando de mantener la calma.

–Si la reconoció, recuerda y si recuerda tiene el miraculous del gato negro...La niña debe tener el miraculous de la abeja también.

Gabriel sabía que era peligroso si los dos volvían a enamorarse y mucho más si sus kwamis también despertaban y le contaban la verdad como lo hizo el tímido nooro con él, ya que aquello lo llevaría nuevamente a donde empezó y aquello, no podía ocurrir. Sonrió, como siempre sabría que hacer y acabaría con ese romance de una vez por todas.

–Nathalie, vigila a la muchacha y averigua todo lo que necesito saber.

Ella asintió dispuesta a cumplir la petición del hombre, sin saber que así, podría ser una de las causantes de las futuras desgracias que avisaban su llegada como si de un desastre sin fin se trataran.