Estoy junto a mis gatos, y si te digo la verdad me ayudan a no sentirme sola.
Con lapsos de querer escribir, y otros de perderme mirando el techo mientras escucho el sonido de la nada. Aveces soy todo y otras veces soy nada.
Mi mente se pierde tanto como un gato se lava al díaen estos momentos soy nada.
Hay tantos posibles futuros distintos en mi mente, me aterra pensarlos, pero me aterra por que de verdad los anhelo.
Me gustaría saltarme todo, y llegar al momento en que tenga mi casa, mi vida formada, mi pareja, hacer lo que quiero y de verdad deseo... Sin que nadie me diga que está bien o mal.
Y no, este pensamiento no surge de un "ya no quiero ser prisionera de mis padres" O "¡Independisaje!"Nació de un cuerpo, de una mente y alma perturbadas, que un día le destruyeron sus mundos, pero lograron volver a creer e imaginar un futuro nuevo.