Legado | Supernatural [PAUSADA]

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Trate de tranquilizarme para no salir y matar a todos, era una nueva época y las cosas habían cambiado, que lo superen.

—Ire a la cocina— Dije quitándole las bolsas a papá.

Ellos seguían hablando yo me dedicaba a acomodar las cosas en las repisas.

—Si sobreviven los invitare una ultima cena en esta casa antes de que nos vallamos— Hablo Caín entrando a la cocina.

Crowley y Dean se empezaron a mover por toda la casa poniendo cosas en las puertas para que nadie entrara, yo me puse a picar verduras para la cena, esta no era mi pelea, papá solo se sentó a pelar elotes.

—¿No vas a hacer nada?— Hablo ya un poco desesperado y de mal humor Dean.

—Es su pelea, no la nuestra— Explique dándole la espalda.

No tenían idea de cuanto los quería ayudar pero no podía, mi padre me daría un regaño si lo hago.

—Suerte— Se dirigió Caín hacia Dean.

—Lo siento— Con un movimiento de mano abrí la puerta de enfrente y de atrás de la casa permitiendo que unos cuantos demonios del exterior entraran.

Empezó una pelea en la cocina de Dean contra los demonios, en la sala empezó otra de Crowley contra ellos, solo se podían escuchar cosas rompiéndose y el desastre que dejaban, sin duda va a ver mucho que limpiar después.

Dean mato a un demonio frente a Caín quien sostenía una botella de cerveza entre su mano apreciando los movimientos que hacia.

Estaba apunto de ayudarlos cuando entraron mas pero una fuerza me impidió moverme, rápido supe que se trataba de papá, solo vi como seguían con su pelea y me volee regresando a lo que hacia.

—¿Esto es una clase de prueba?— Claramente se escuchaba el disgusto de Dean en sus palabras.

—No, solo me estoy dando cuenta que tu y yo nos parecemos mucho— Explico Caín para después beber de su cerveza.

—Claro, solo que yo no mate a mi hermano— Dijo con reproche.

—Tu salvaste al tuyo, ¿por que?— Pregunto viéndolo detenidamente.

—Porque uno nunca abandona a la familia, jamas— Hablo Dean viéndome de reojo.

—¿En donde esta tu hermano entonces?— Contesto papá.

—Eso no importa, solo dame la maldita espada— Ya enojado expreso Dean.

—Lo siento Dean, no tengo nada que darte— Le contesto Caín dándole la espalda.

—¿Que?— Pregunto confundido Dean.

—Que el no tiene la espada— Hable firme cruzando los brazos —O por lo menos ya no— Dije lo ultimo volteando mi cara a verlo.

(...)

Nos encontrábamos en la sala de la casa

—¿Se perdió? ¿como que se perdió?— Confundido hablo Crowley viniendo de la ventana —¿Como? el conjuro nos trajo hacia ti, así que debe estar aquí—

—Como ya dije, el conjuro los trajo al origen del poder de la espada— Explique a las demás personas de la sala.

Papá se recogio la manga para dejar a la vista la marca de su brazo, a lo que Crowley con solo verla dio un paso atrás.

—¿Encerio ahora?— Le reprocho Dean.

—Es la maldita marca de Caín— Expreso con un toque de espanto en sus palabras.

—Del propio lucifer, la marca y la espada trabajan juntas, sin la marca la espada es un simple hueso viejo— Dijo Caín viendo la marca fijamente.

—¿Hueso?— Pregunto el rey del infierno.

—La quijada de un animal, la quijada que usaste para matar a Abel porque era el favorito de dios— Dijo Dean.

—Abel no estaba hablando con dios, estaba hablando con lucifer, iba a hacer a mi hermano su mascota, no soporte al verlo corrompido así que hice un trato, el alma de Abel en el cielo por la mía en el infierno, lucifer acepto solo si era yo quien enviaba a Abel al cielo así que lo mate, me volví soldado del infierno, un caballero— Explico toda la historia detalladamente a los presentes, mientras iba hablando Crowley y Dean iban comprendiendo mejor las cosas.

—El te ordenó que hicieras más— Intuiyo Dean.

—Mis caballeros y yo hicimos cosas horribles, durante siglos llevamos el caos y las sombras— Siguió hablando papá.

—Y conosiste a colette— Hablo Dean viendo la foto

—Ella sabia quien era yo, lo que era, me amo de forma incondicional, me perdono, solo me pidió una cosa— Respondió de igual manera papá.

—Que te detubieras— En esta ocasion hablo Crowley.

—Cuando los caballeros de infierno lo supieron tomaron represalias, secuestraron a colette así que retome la primera espada, se sintió tan bien cuando la tuve en mis manos y acabe con los caballeros— Contó con mucho detenimiento explicando la historia Caín.

—No con todos— Replico Dean.

—No— Contesto papá para empezar a recordar.

Yo sabia lo que le había pasado, Caín alguna ves me contó la historia de como Abbadon poseyó a colette y la tuvo que matar.

—Asi que la cepulte y desaparecí, me la pasaba en bares algunos días, tenia a algunas mujeres por noche y en una de ellas conocí a una demonio llamada Susan, hablamos, bebimos y paso lo que paso, años después me entere que tuvo una hija, para eso ya habían pasado 10 años aproximadamente de lo que paso— Empezó a contar la historia de como conoció a mi “madre” y a mi —Un demonio me dijo que se había ido y dejado a su hija a su suerte ya que no la quería y consideraba una desgracia, no podía quedarme así tuve que ir a verla, cuando llegue al lugar estaba casi muerta— Hablo abrazandome por los hombros —La saque de ese lugar, le di un hogar, comida, salud, todo. Incluso la enseñe a defenderse— Termino de contar la historia papá.

—Pronto se dio cuenta que era su hija, mamá hablaba de él muchas cosas malas— Me reí un poco —Se gano el nombre de papá mas rápido que mi madre— Finalice.

—Lo siento por tu esposa y lo que pasaron pero debo matar a Abbadon, ¿dónde esta la espada?— Pregunto Dean a Caín.

—No se— Hablo de mal humor mientras se iba de la sala pero Dean lo tomo del hombro y estampó con tras la pared, eso hizo que me pusiera alerta.

—Oye, escucha hijo de perra talvez tu dejaste de matar pero yo no— Recargo su mano en el pecho de papá y en la otra mano tenia un cuchillo para matar demonios.

Caín tomo la mano del cuchillo y se lo clavo, Crowley solo veía el espectáculo como yo pero se notaba mas nervioso.

—¿Nunca te detienes ante nada verdad?— dijo aun con el cuchillo en su cuerpo Caín.

—Jamas— Respondió Dean

En respuesta a ello Caín saco el cuchillo muy bruzcamente, con algunas gotas de sangre.

—Pues yo si— Después de decir esas palabras desaparecio.

—¿Padre?— Dije un poco alarmada así que decidí ir a donde estaba.