Esas miradas, miradas que matan hacen fundir tu cuerpo en emociones sin siquiera tocar, de repente se detiene el mundo ante esa mirada, son segundos que se convierten en una eternidad, de repente volteas y escondes tu rostro ante esa suave caricia y profunda visita a tus ojos, más que eso, a tu ser, te escondes apenada intentas descifrar la mirada, es cierto una mirada dice más que mil palabras la pregunta es si dice lo que mi corazón quiere que diga.
Todo comenzó esa tarde, yo estaba de viaje, estaba en la victoria estado Aragua, era mi último día de esa semana en aquel lugar entre a ese viejo cafetín y vi su melena cuando ella estaba frente al mostrador, glorioso, de repente el sonido de la puerta llamo su atención lo que hizo que volteara la chica cuyo rostro no había visto pero me causaba curiosidad desde el primer momento en que la vi, y fue ahí entonces cuando por arte de magia chocaron nuestros universos entre los besos que las miradas misteriosamente se daban, era tan hermosa, juraría que es un ángel pues creo que entre al paraíso, siguiente acto ella baja la mirada yo aún descanso sobre el momento y el golpe de la realidad hace que el momento se vuelva tan cotidiano como comer o defecar, tomo unos cheetos ella se va yo pago y me voy, nuestros caminos se cruzaron en un pequeño fragmento de tiempo, muy común.
Paso el tiempo desde entonces en realidad como 2 años yo estaba en amazonas mi estado mi ciudad de origen, como siempre viviendo la típica monotonía que una persona sin vicios ni antojos de salir tiene, despertaba y me iba al entrenamiento de fútbol, llegaba a casa solo para cocinar e irme nuevamente para llegar al liceo del cual salía tarde y las noches eran para la tarea, una vida atareada pero que conformaba, no hablaba con muchas personas excepto con las del entorno social que me rodeaban en el entrenamiento y liceo, las redes sociales ocupaban un 3% de lo que era mi tiempo, no era una adicción era más bien un sitio al que entraba solo para ver cómo estaba mi familia fuera de aquí, un día mientras estaba en Facebook, observo en las sugerencias las fotos de una chica muy hermosa, ella me traía recuerdos y era extraño porque mi memoria me decía la conoces sin decirme de donde ni cuando, seguí bajando no tenía la costumbres de husmear perfiles desconocidos.
Al cabo de unos meses conocí a Gabriela, si empezamos a salir, nos conocimos en una fiesta fui porque mi madre se preocupaba pensaba que yo tenía algún trastorno que me impedía socializar con las otras personas pero no, solo prefería la soledad de mi cuarto donde yo hablaba conmigo mismo, me sentía casi un filósofo analizando el porqué de todo, esa noche ella me saco a bailar, yo no sabía hacerlo pero demonios el cuerpo de esa semi diosa era tan provocativo como las manzanas que comió Eva, baile con ella hasta el cansancio, me beso y le seguí el juego aunque la verdad estaba semi dormido por el cansancio de la jornada semanal y las botellas de licor que bebí por la influencia social de mis compañeros, me dio su número al irse yo la contacte a los dos días no quería ser un desesperado, desde ese día empezamos a hablar mucho por chat teníamos mucho en común las conversaciones eran tan divertidas o así las veía yo que por el hecho de ser de pocas palabras no hablaba mucho ni llamaba la atención de nadie ya que las personas al notar eso pensaban que yo era más bien un ser odioso, me desvelaba con ella pero nunca volvimos a salir desde la fiesta casi siempre yo tenía mi horario ocupado, hasta que un viernes se dio la oportunidad y la lleve a cenar fuimos a una pizzería, hablamos mucho y ninguno de los dos estábamos nerviosos, ella entonces no pudo evitar hablar de aquel beso;
-¿recuerdas esa noche en la que nos conocimos? Fue muy loco la verdad no me creía capaz de besarte, pero lo hice y ¿sabes algo? Tus labios son muy deliciosos de los mejores que he probado sin duda.
-emmm si jajaja fue algo raro nunca había besado creo que eres mi primer beso.
Dije con nervios la conversación siguió y siguió hasta que la noche ya nos dejaba solos la pizzería iba a cerrar y la acompañe por un taxi, el taxi se paró y ella me beso antes de irse para así despedirse de mí, llegue a casa y ni madre me veía y sonrió ya sabía todo, me conocía tanto, revise mi teléfono tenía 3 mensajes de ella, eran unos lindos escritos sobre el amor, yo era primerizo en esto del amor, me ilusione tanto dije muchas cosas hermosas al final no pude evitar preguntar si lo nuestro era una relación, y si, si lo era aún no era mi novia y ya era suyo a si ella me decía “eres tan mío, que tus pensamientos están a mi favor” salimos más de lo normal para ese entonces yo me sentía un galán a su lado, ¿ quién no? era demasiado hermosa.
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Miradas.
Teen FictionEl amor es el autor de las mejores historias de amor, une caminos, une latidos y junta miradas las cuales pueden ser timidas pero podrias terminar viendo a esa persona toda la vida.