ORIANA
Ese día estaba de vacaciones, fui a esa tienda acompañada de unas amigas a comprar unas cuantas golosinas iría al cine con ellas, de repente escuche la puerta abrirse y por reacción automática del cuerpo volteé, mis ojos, mis ojos bailaron al compás de los de ese chico me sentí rara, un poco descubierta, sentía que debía decirle algo, sentí que desnudaba mi alma con esos ojos café que tal vez no eran cafés, pues el café te quita el sueño pero el, el creaba un sueño en mí, fueron segundos transformados en una eternidad hasta que no aguante más y baje la mirada, una sensación rara, salí de allí un tanto extrañada, ¿qué había sido eso? Nunca me atreví a mirar un chico, me causaban asco y un profundo odio, por eso no tenía amigos hombres. Los hombres son unas basuras, solo te quieren para fines sexuales no son capaces de sentir amor por nadie, solo deseo, yo nunca me enamoraría de alguien, tal vez por eso siempre pienso vivir sola el resto de mi vida, pero el, él tenía algo, no era hermoso más bien un poco feo, moreno, alto, flaco nada lindo pero ¿que fue eso entonces? no lo sé pero me gusto, en fin. Seguí mi vida y a pesar de que ese momento fue el primer momento en el que vi a un chico con un sentimiento que no era odio, no le di importancia y me fui sin pensar en el pues solo fue un contacto entre dos mundos por unos cuantos segundos.
Paso el tiempo desde ese día, mas no podía olvidar ese momento, aunque la importancia que le daba era sumamente nula. En mi casa los problemas me agobiaban dolía llegar a casa, no me gustaba estar allí, amo a mis padres sobre todas las cosas pero ellos simplemente no son capaces de ver eso, llegaba a casa y siempre era lo mismo a nadie le importaba mi vida, era simplemente otro ser para ellos, dolía mucho, llegaba a casa hacia ejercicio me conectaba un momento en las redes, veía a un montón de babosos escribiendo me como si me fueran a enamorar, patético, seguía adelante buscaba un libro y me ponía a leer, amaba la lectura esos libros clásicos que te hacen entrar en la historia y te vuelves un personaje sin darte cuenta, esa era mi cobija ante la soledad que me acompañaba, no tenía muchos amigos la verdad solo tenía a una amiga, pero me sentía muy a gusto con ella, era lo mejor para mí.
23 de mayo 2016, estaba en el liceo caminando los pasillos junto a mis amigas cuando se me acerca un chico, era guapo pero me parecía tan asqueroso como todos, entonces me dijo;
-hola, mucho gusto soy francisco.
-hola soy Oriana.
Seguí caminando pues sabía que era lo que quería o eso mi imaginaba y no quería lo que él, pero me siguió y mis amigas me hicieron hablar con el yo accedí, era la presión del grupo;
-¿te caigo mal acaso?
-normal, no te conozco.
-pero nos podemos conocer ¿no?
-mmm ¿para qué?-para ser amigos, ¿no se puede?
-si es para eso pues supongo que está bien, me llamo Oriana, tengo 15 años de edad, listo, adiós.
-espera ¿Por qué eres así?
-¿Cómo así?
-eres mala y muy odiosa.
-mm perdón, es que ahhhh…
-¿Qué?
-nada, nada ¿olvida lo que pasa?
-nada, solo te quería invitar a salir a ti y a tus amigas ¿puedes?
En ese momento iba a decir que no,pero, mis amigas respondieron por mi ahora tendría que salir con él y no quería.
Llego el sábado y ese día iba a salir con él, me vestí y salí al centro me encontré con él, solo con el ninguna de mis amigas estaban presentes, yo ya sabía lo que pasaba pero seguí adelante, entramos al cine a ver Caroline no era muy fan de esa película pero era buena, el me intento abrazar en el cine yo lo aleje de mi empujándolo, durante toda la función mi odio crecía el intentaba tener contacto físico y yo lo único que quería era irme, en ese momento prefería la soledad de mi casa. Fingí un dolor de cabeza y me marche me escondí para que él no me encontrara y me largue a mi casa, continúe un libro que tenía, sangre en el diván, amaba ese libro.
Así era mi vida la monotonía entre las lágrimas por no sentirme bien aun cuando hacia todo lo mejor que podía no tenía el desprecio pero tampoco el aprecio y eso me dolía, veía como otros padres brindaban amor a sus hijos, y yo solo les decía hola llegué esperando algo lindo y solo me decían hola sin preguntar cómo me fue ni nada, pero me había acostumbrado a todo eso, no es bueno pero no tenía opción.
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Miradas.
Teen FictionEl amor es el autor de las mejores historias de amor, une caminos, une latidos y junta miradas las cuales pueden ser timidas pero podrias terminar viendo a esa persona toda la vida.