Las dos primeras noches en el campus han sido tranquilas: cenar Elie y yo mientras vemos una buena comedia romántica y terminar de organizar la habitación.
Lo primero que veo al abrir los ojos por la mañana son las fotos que he puesto en la pared de mi cama: los chicos del Karasuno en la graduación de los de tercero, los chicos del Nekoma en nuestro primer día en los Nacionales, Kuroo y yo en nuestra primera cita en el festival, Elie y yo en clase, Yuu y yo de pequeños, mi hermano en una de sus últimas terapias antes de que me fuera... Sonrío ante todos estos buenos momentos y me levanto, decidida a seguir acumulando más.
- ¡Elie! ¡Hora de levantarse! – un gruñido sale de debajo de su sábana a modo de respuesta - ¡Venga! ¡Nada de llegar tarde a tu primera clase!
- Sí, mamá.
- Deja de meterte conmigo. Tú serás mucho peor cuando seas profesora – me río mientras le destapo.
- Adelántate tú. Yo entro media hora más tarde, puedo dormir un poco más.
Resignada me voy a la sala común a desayunar algo antes de las clases. Cuando salgo de la residencia, Akaashi ya me está esperando. Ambos hemos decidido estudiar periodismo.
- Buenos días
- Buenos días. Pareces bastante cansado... ¿No has dormido bien? – le pregunto ofreciéndole un trozo de galleta, que acepta.
- Bokuto-san no ha parado de mandar mensajes hasta muy tarde... Deseando suerte para nuestro primer día.
- Está muy ilusionado de teneros aquí a Elie y a ti.
Akaashi suspira, aunque sé que él también aprecia ese entusiasmo que su amigo tiene por volver a tenerlo cerca.
Llegamos a nuestra primera clase unos minutos antes de que empiece, por lo que no tenemos muchos sitios donde elegir. Akaashi señala un par de asientos libres y decidimos quedarnos ahí.
La mañana transcurre lentamente: un profesor llega, suelta lo que sea, y se marcha. Y así sucesivamente. Es completamente distinto a como era la escuela: más cercano.
Al salir nos topamos con Kuroo y Kenma, que nos están esperando.
- ¿Qué tal ese primer día?
- Muy aburrido. ¿Y tú? ¿No deberías estar en clase? – pregunto levantando la ceja.
- Kuroo se ha saltado la última hora para venir a buscarnos a todos.
- ¡Kenma! ¡Chivato! – se gira hacia él todo rojo mientras yo le miro frunciendo el entrecejo.
- ¿Bokuto-san aún está entrenando?
- Sí, Minamoto está allí con él.
- ¿Vamos, entonces?
El gimnasio puede identificarse perfectamente. No solo por su estructura, sino por el ruido de pelotas que sale por su puerta: vóley, baloncesto, fútbol, tenis... Todos los deportes se practican allí a excepción de la natación. Entre la gente que hay en las gradas identificamos a Elie y nos sentamos junto a ella. Bokuto nos saluda vigorosamente hasta que le llaman la atención. "¡Bokuto! ¡Deja de distraerte!". A su lado, Oikawa se burla de él hasta que también le llaman la atención. Y le vuelven a llamar la atención cuando le contesta algo a Ushijima. Esos tres hacen un extraño grupo.
Y entonces, una cara que parece que se ríe de mí me llama la atención. ¡No puede ser! A mi lado, noto a Kuroo y Elie reírse y, si me fijo atentamente, hasta Kenma y Akaashi tienen sonrisas en sus labios.
- ¿Todos lo sabíais?
- Kou no. Él no habría sido capaz de callarse – se ríe mi amiga.
¿Qué diantres hace Yuu Nishinoya en mi Universidad?
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Un nuevo gato en el Nekoma 2: Una nueva etapa.
Fiksi Penggemar¡Segunda parte de Un nuevo gato en el Nekoma! El instituto acabó. Una nueva etapa comienza: la Universidad. Y, con ello, nuevas sensaciones. Pero sin olvidar nunca a los amigos.