Cartas A Mamá

7°

Para:
Lisa Newbury

Querida Lisa Newbury:

Este mundo lleno de malicia y desilusión me está hartando, no soporto ni un minuto más esta pesadumbre, pero ya de nada vale porque mi fin está cerca. Pero te voy a decir que fue lo que más me gustó hacer en esta tierra.

Te voy a contar una breve historia: Había una vez un chico de 16 años que tenía dos hermanos, Jeremiah y Jane y su dulca madre, todo era perfecto para ellos para sus dos hermanos porque eran tratados con amor por parte de su madre, mientras que el mayor, Stephen era tratado como basura por su misma madre. El joven se dió cuenta desde muy temprana edad del rechazo de su madre, asi que decidió investigar el porque de su manosprecio.

Stephen se mantuvo investigando junto con su mejor amigo y cada pista que encontraban no les servíade nada, hasta que um dato los sacó de balance, cuando vivían con su padre en su antigua ciudad, tenían muchos vecino, pero alguien en particular que podía decirles la verdad nunca contada, Doña Teresa.

Acudieron donde ésta y ella les contó, que mientras papá trabajaba, tu te metías en la cama del tio James y por esos sucesos quedaste embarazada del pequeño e ingenuo Stephen, eso destruyó la vida del joven, vivir engañado toda su vida. Pero eso no fue todo.

Mi padre según, siempre comparaba las apariencias de el joven Stephen con los de sus demas hermanos, viendo que los rasgos no coincidían con el suyo, hasta que un dia, llegó mas temprano del trabajo y encontró a su mujer engañadolo con su propio hermano, esto hizo lo hizo explotar y convertirse en un campo de batalla, dando por hecho, la muerte del tio James.

Lorenzo ató cabos y se dió cuenta de que Stephen no era su hijo, sino del bastardo de su hermano y no pudo soportar la traición del ser que mas quería en esta tierra y solo, se suicidó, y tu no sentiste ni un poquito de rencor por lo ocurrido, solo te dignaste a llorar por la muerte del según tu, al que de verdad amabas, el tio James. Pero esto aún no se acaba, me odias porque crees que fue mi culpa que mataran al amor de tu vida, cuando fuiste tu que te metiste en tus propios problemas.

Cuando te venía a la mente que yo era hijo del tio James, me tratabas con tanta maravilla, que aveces creía que estaba soñando, pero cuando recordabas que según estaba muerto por mi culpa, me despreciabas.

El joven Stephen, a sus dieciséis años, entró en una fuerte depresión por toda la información encontrada y decidió que no iba a ser débil, elegió el lado de tu padre, y se metió al mundo del narcotráfico.

                         Att:

                 Stephen James

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