Revelación

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Él la miro confundido, aprovechó ese instante y lo tiró al suelo, se relajó y pareció creer que ella bromeaba, así que cooperó y ya no tuvo que hacer fuerza contra su cuerpo, mejor para ella, que volvió a acercar su boca a su cuello, él no opuso la menor resistencia, se acercó un poco más, abrió su boca al límite y le desgarró el cuello con sus colmillos, le tapó la boca con todas sus fuerzas y esperó pacientemente a que se desangrara, mientras él moría ella no dejó de susurrarle
-Lo siento, es por mi familia... lo siento, es por mi familia
Cuando él estuvo muerto se volvió a poner el vestido y las zapatillas (era difícil matar con tacones), se peinó y verificó su maquillaje, luego miró la habitación, había hecho un buen trabajo, no había salpicado las paredes, su ropa y la de él estaban limpias, solo había ensuciado el suelo pero eso era inevitable.
Se sentó en la cama y encendió un cigarrillo, había dejado el vicio cuando tuvo a su camada, pero esa noche lo necesitaba, sacó su celular y llamo al mismo taxista que la había llevado hasta el centro, estaría ahí en una hora.
Se asomó discretamente al pasillo antes de salir, buscó con mucho cuidado el trastero y rogó para que estuviera abierto, de lo contrario tendría que desencajar la puerta, afortunadamente su ruego fue oído, sacó una cubeta, cloro y trapeador, limpiar la sangre del piso no le resultó tan difícil como creía, pero al voltear a ver al cadáver se dio cuenta de que había dejado una nueva mancha aunque algo más chica, sacó unas vendas, y un trapo de su bolso, con este último le limpió la herida, después se la vendó, y por último le cubrió las vendas con su mascada, lo volvió a vestir y se felicitó a sí misma, lucia impecable, igual que hacia un par de horas cuando lo conoció vivo, cuando se aseguró de que ya no dejaba manchas volvió a limpiar el piso, el taxista llamó, ya estaba abajo, Raquel le pidió que subiera y le ayudara a bajar a su acompañante, entre ella y el hombre taxista bajaron el cuerpo, durante todo el camino hasta el taxi ella no dejo de quejarse sobre él y su manera de beber, ya en el taxi pudo dejar de fingir, lo alejó de ella lo más que pudo, y vio que en los ojos verdes del taxista había diversión
-¿Qué tal la cacería?
-Bien, supongo
-¿La primera?
-Sí, y espero que la última
-Todos esperamos lo mismo, pero desafortunadamente no es así, lo digo por experiencia, de vez en cuando mi esposa y yo debemos de salir a cazar
-La economía es lo que nos fuerza a hacer esto
-Permítame preguntar ¿ya revisó su cartera?
No, aún no lo había hecho, desesperada tanteó los bolsillos del saco y después del pantalón, la encontró en el bolsillo derecho, al abrirla no pudo reprimir una risita histérica y se cubrió la boca, el tipo iba forrado de dinero, suficiente para volver a su casa y no preocuparse de la renta en más de un año, el taxista la observaba satisfecho desde el espejo.
El hombre fue muy amable y la dejó justo frente a la casa de su amiga, Raquel bajó a jalones el cuerpo inanimado sin preocuparle que más de veinte pares de ojos verdes pertenecientes a los vecinos la observaran
-¡Susana! ¡Susana! Abre, traigo comida
Su amiga abrió inmediatamente
-Te dije que tú podías
-Habrá que apresurarse a cocinarlo porque dentro de poco vendrán los vecinos, y le prometí a un taxista de la colonia que mañana lo invitaría a desayunar.
Susana era una experta en ese tipo de cocina, esa misma noche sus niños se fueron a dormir con el estómago lleno, a Raquel aquello no le pareció tan malo como imaginó, ahora tenían alimento y dinero, tal vez no sería la última vez que sus cachorros comerían carne humana.

Tada! ¿Qué les ha parecido? ¿Es lo que esperaban? Jeje, como siempre gracias por leer y disculpen cualquier posible falta de ortografía. 😘

ROJO ESCARLATA
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