Prólogo

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Esta demás mencionar que cada vez los pasos del chico se hacían más pesados y lentos. No había agua ni sombra, tampoco algún ser vivo que le sacara de su trance, mucho menos algún tipo de señal que le hiciera notar que tan salvado o perdido estaba.
El sudor que le escurría por la frente le llegaba hasta el comienzo de su playera tres veces más grande de su talla, sus manos tenían marcas de haber tenido algún tipo de pelea pero de eso no hay que hablar ahora.
¿De que carajos estamos hablando? ¿En que persona nos estamos centrando? ¿En donde estamos?
Muchas preguntas, pocas respuestas por el momento ¿verdad?

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