CAMINOS ENCONTRADOS

•3•

CERRADO

No podría haber peor suerte (al menos la de Jimin) no sabía que hacer, si esperar a que alguien llegara a atender o algo por el estilo o seguir caminado. De igual manera se recordó que no había que hacer realmente, no tenía destino. Realmente se remarcaba lo totalmente estúpido que fue no hacer un plan antes, pero cuando se habla de territorio iba a ser lo mismo, nunca salió de Busan (y la verdad no creía que ya estaba "afuera" de el) no había caminado tanto como para ya estar en otro estado. La falta de conocimiento lo hacía sentir inútil, tal vez podrías pensar que ya a la edad que había dejado el colegio debió de aprender al menos los nombres de cada estado de su país pero digamos que sus conocimientos escolares no eran los mejores, además de que no sabía en qué dirección exactamente se estaba dirigiendo. Había visto muchos anuncios, todos decían lo mismo, no estaba lejos de su temor y de un rato para acá dejaron de aparecer.
¿Que podría hacer? El pobre ya no tenía ideas, creo que queda más que claro que las esperanzas eran nulas, podrían llamar al chico exagerado o inútil, la verdad si lo era. Pero la falta de literalmente todo tipo de recurso lo hacía así.

—Lo que más deseaba ya lo tengo enfrente y no se que hacer, carajo.

Al menos ya tenía sombra, de seguro olía del asco, su aspecto no podía ser de la mejor, en el reflejo de las ventanas del establecimiento el cual parecía algún tipo de bar se le podía ver demacrado y despeinado, bastante delgado.
Se deslizó por la puerta y terminó acostado en el suelo, abrió su maleta y sacó su otra camisa, de igual manera mucho más grande que el, toda su ropa era así, iba a quitarse la otra cuando escucho un motor.
Según sus habilidades con los sonidos era una camioneta, o sea su posible salvación, se levantó débilmente , dejando todo al nivel de sus pies.

—Ahora o nunca.

Suspiro y se acercó a la carretera, a lo lejos vio una camioneta azul, una que iba a una velocidad muy lenta a comparación de las anteriores. Cuando se iba acercando Jimin por instinto se aventó en medio del camino, si lo iban a matar que sea rápido o si lo iban a salvar que sea ahora.
Cerró los ojos fuertemente, quiso gritar de los nervios pero no se podía permitir verse más débil de lo que ya se veía. La adrenalina lo dejo perdido en el espacio, no sabía si ya lo habían arrollado o si la persona en el vehículo tuvo piedad de su barata existencia.

—¿Te pasa algo?

Jimin abrió los ojos, casi llorando y se arrodilló ante el extraño sujeto.

—Yo...
—Más te vale subirte o quitarte, tengo prisa.

No quería, siempre era así, deseaba mucho las cosas pero cuando las tenía enfrente se paralizaba. No esperaba que ahora ni después lo trataran bien, no sabía si su técnica de antes funcionaría, antes tenia reconocimiento (no del bueno pero servía) pero ahora que estaba totalmente por su cuenta, no sabía como tomar una decisión correcta.

—¿Me harás daño?
—Se que tengo cara de violador pero no tengo necesidad de hacerte algo. Si vas a subirte hazlo ahora.

Bueno, al parecer no tenía malas intenciones, aunque le pareció tonto creer que si pues apenas era menos de 1 minuto en el que se habían topado, el rubio se levantó y corrió por sus cosas. Cuando regreso el extraño ya estaba en su asiento.
Cuando abrió la puerta vio como el chico lo miraba, una mirada muy penetrante, ¿debería seguir? Qué tal que le pasaba algo peor que lo anterior. Iba a cerrar la puerta y dejarse morir de una vez por todas cuando el otro hablo.

—Te conozco de algún lugar.

No, no, no y no.