Sali medio corriendo de aquel lugar, intentando huir de la responsabilidad tan grande que se me venia encima, pero sabia que eso no era posible.
Al dia siguiente me desperte super cansada, no dormi en toda la noche ya que mi cabeza no podia dejar de pensar en todo a lo que me volvia a enfrentar. Al llegar al centro de fsios de la seleccion me encontre en la puerta a mi jefe que, por su cara al verme, me estaba esperando a mi.-Han llegado los resultados de Jordi-asi, con la cara mas rancia posible me recibio, todo auguraba mis miedos.-Bueno y que ha pasado, cuales son los resultados-lo dije con mucho miedo, todo lo que tenia dentro me decia que yo tenia razon.-Elizabeth yo se que ha ti te cuesta mucho pero ha llegado el momento-las lagrimas calleron por mis ojos, de nuevo me tenia que encerrar en un edificio sin comunicacion alguna con una persona, que por si fuera poco detestaba.-Osea lo que me estas queriendo decir es que me voy a tener que enfrentar otra vez a el mundo, porque eso es lo que hago cuando pasan cosas asi-.
No podia mirarle a la cara, parecia que lo habia echo aposta pero al final me percate que esto no es culpa de el ni de nadie simplemente la dichosa suerte que siempre juega malas pasadas. Decidi enfrentar la situacion como la otra vez, enfrentarme a esta lesion, pero sola no puedo.-Vale de acuerdo me encargare de que la carrera de Jordi no se vea perjudicada, pero tiene que ayudarme en todo lo que le pida porque sino aunque yo me esfuerze no resultara de nada-todo esto me sobrepasaba, no podia echarme atras pero tampoco queria seguir hacia delante porque un paso en falso y toda la vida de Jordi quedaba marcada por los dolores que le ocasionaria la lesion.
Lo principal en ese momento era dejarle las cosas claras a Jordi, que no se lo tomara a risa porque ese es el principal problema de todos, como los futbolistas pueden tomarse las cosas, sobre todo las que son realmente dificiles.