Capítulo 1

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─ ¿Estás lista?

─ Solo un momento.

─ Y... ¿qué tal?

─ Aún no.

Está es la historia de una pequeña pareja de cerca los 30 años. Katy, una chica que es arquitecta, famosa y dueña de las empresas más innovadoras de toda Inglaterra.

Su esposo Arthur no se queda atrás, un abogado excepcional. Ella y él, desde ya hace unos años han decidido tener un hijo, pero cada vez se les complica más y más.

Es la cuarta de las tantas veces, que han intentado tenerlo. Pero debido a que Arthur sufre de diabetes, hace que no puedan tener hijos. Es difícil, pero no imposible.

─ Amor, se cuanto anhelas tener un bebé, pero no nos podemos rendir. Vamos mañana a donde el doctor a ver que nos dice.

─ Está bien, cariño ─ dice Katy algo angustiada ─. Recuerda, no es tu culpa.

─ Sabes que no es así, solo hay que tener esperanzas.

Ya es el otro día, la pareja se ha despertado antes de lo previsto. Son las 6 de la mañana, y ya a las 7 están con el especialista en fertilidad. El doctor Garcías.

─ Buenos días, señor y señorita Person. ¿Qué los trae por aquí?─ dice el doctor.

Katy y Arthur están muy tristes, pero intentan disimularlo de la forma más modesta posible.

Están aquí porque no solo es su vida la que esta en riesgo, también las de sus futuros hijos si es que tienen.

Ya hace unos meses habían decidido por adoptar un bebé huérfano, pero Arthur siempre ha querido un hijo de su sangre, y no la de otros.

─ Aún no he podido quedar embarazada, doctor ─ respira hondo ─. Esta es la cuarta vez que lo intentamos y, nada.

─ Ya veo. Le recomiendo tener un sobado de matriz, la cual consiste en masajear la matriz que se encuentra por encima de la vejiga. Ahí es donde se forma el feto, puede que este caída y lo necesite. Le recomendare un terapeuta para esto.

─ Está bien. ¿Y si no funciona?

─ Bueno, lo probable es que funcione, pero no es muy seguro. Hay muchas formas en las cuales usted puede quedar embarazada ─ corta y luego continua─. Aunque ahora que lo pienso, no creo que el problema sea por usted, sino por su marido. Como él sufre de diabetes, es muy difícil de que a este le ocurra una erección; pero de lo contrario existe algo que se llama donación de espermas.

La tristeza y la angustia llegan por parte de Arthur. Él quiere un hijo de su sangre, pero al parecer no será posible

─ También está la adopción. Hay muchos niños huérfanos que necesitan un hogar, y ustedes pueden hacer la diferencia ─ finaliza el doctor.

─ Gracias─ dicen ambos.

Después de la consulta con el doctor, ambos se encaminan hacia la cafetería más cercana. Piensan en lo que le de para el futuro, y aún no saben que decisión tomar.

Por parte de Katy, quisiera adoptar un hijo, pero cree que su esposo no querrá. Ella quiere estar con él, y también quiere hacer una familia.

Arthur piensa que ya no deberia de estar interviniendo con los deseos de su mujer. Así que acepta cada una de las cosas que ella proponga. Quisiera tener un hijo de su sangre, pero ve que es imposible que suceda.

─ Tenemos que hablar ─ dice Arthur, seriamente ─. Se, y conozco lo mucho que quieres ser madre, y... no quiero intervenir con eso. Así que, si esto no funciona quiero el divorcio. Es mejor que encuentres a alguien más que pueda cumplir tus deseos, y no creo ser la persona indicada para eso.

Lagrimas salen de los ojos de aquella mujer. No puede creer lo que el hombre, con el cual a compartidos cinco años acaba de decir, como ella puede terminar con alguien por el simple hecho, de que no pueda concederle un hijo.

Ella conoce muchas formas de que eso suceda, hasta el doctor les menciono algunas. No se queda ahogada en la angustia, cuando ella decide enfrentarse a él, y tomas las riendas del momento.

─ No todo se soluciona en un abrir y cerrar de ojos ─ dice ella─. Aún no puedo creer que me hayas pedido semejante barbaridad ─ cierra los ojos y traga fuerte ─. Podemos tener un hijo, hay infinitas formas de que eso suceda.

─ Pero...─ la interrumpe.

─ Pero nada. Voy a probar la terapia de la matriz. Si no funciona tomaremos lo de los donantes de espermas, o mejor, amor, adoptamos un niño.

Nadie habla, todo esta en silencio.

─ De acuerdo, cariño─ responde Arthur, al cabo de unos minutos.

                                                                                                               *  

Ya han pasado 3 meses después de que terminaran la terapia, y ya estaban decididos en adoptar un hijo.

Inmediatamente se dirigen hacia el orfanato de Disipark Edmunt, donde hablan con una mujer que los asesora.

─ Bien, deben de llenar este formulario. En cuanto tenga noticias, les haremos llegar por vía teléfono o correo electrónico.

Ya han llenado el formulario, y después de seis días, Katy recibe la información y la aprobación necesaria para poder adoptar a un niño.

Deciden tenerlo no más de los dos meses de edad. Tiene el cabello castaño, ojos color café y la piel no pasada ni de lo claro a lo oscuro.

 También, una hermosa sonrisa con sus hoyuelos marcos como marcas de piedras hundidas en su piel suave, eran perfectos para la par de su siens.

Era el niño perfecto, para la pareja indicada. Sus manitas al ser tocadas por su madre, han hecho reacciones y sentimientos jamás encontrados, por la pareja al frente de ellas.

Sin duda alguna, era el niño mas lindo del mundo. El nombre correspondiente a él a sido Sam.

─ Cariño, ¿no qué es un amor?─ dice Katy.

─ Sin lugar alguno. Estoy completamente enamorado de él─ añade─. Ahora es que esto empieza, amor. Seremos una gran familia, la mujer más hermosa del mundo, acompañado del niño más apuesto y perfecto de todo el universo.

─ Y yo estoy agradecida por tenerte a ti, te amo.

─ Yo a ti.

Esos meses fueron perfectos, la llegada de Sam a la familia Person a hecho que todo se alumbre. Y que, el antes color gris mugriento, pase a ser el rosado que ilumina todas las mañana, días, meses.

Todo llego a ser perfecto, hasta que un día a Katy le sucede algo.

─ Amor, ya han pasado días que no me baja, se ha atrasado ─ sorprendidos, el hombre, se dirige a la farmacia más cercana a su vivienda.

La cual llega a casa con una prueba de embarazo.

─ ¿Cuál fue el resultado?─ nervioso pregunta.

─ Sí, ¡¡Sí!!─ afirma─. Estamos esperando un bebé.

Alegres de la emoción lloran, lloran. Se abrazan y besan.

Después de tanto tiempo, por fin tienen un hijo engendrado por ambos. Tan felices están, que la pareja da un salto de emoción.

Una larga velada paso hasta que por fin no lo pueden creer. De pronto, se escuchan ruidos de la habitación de Sam, está despierto.

─ Es hora del biberón─ dice Katy.

─ Amor se que es muy rápido pero... si es chico quiero que se llame como mi difunto padre, Jerry, y si es chica tú decides─ ignorando el comentario de la chica lo dice.

─ Si es chica se llamara Sofía.

Felizmente piensan en su futuro, en sus hijos. En todo. 

Sangre BiológicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora