Jerry había llegado a tiempo, cuando todos los miembros del equipo de Debiron, se encontraran ahí. Algunos están haciendo calentamiento, otros simplemente charlando y otros, sentados sin apariencia alguna.
Inmediatamente entra Jerry y se postra en el medio de la cancha, con cara de enfado.
¿Qué le habrá ocurrido? Se preguntan todos.
Todos los chicos que se encuentran en el lugar, van hacia donde él.
─ ¡ATENCIÓN, BOLA DE INUTILES! ─ grita Jerry. El tono en que lo dice, hace saltar a los chicos que se encuentran ahí. El enojo, y el rencor hacen efecto en su decoroso y calido rostro.
─ ¡LA SEMANA PASADA LO HICIERON FATAL! Claro sacándome de ahí, yo siempre haciendo y luciendo brillante, hasta que
"Jorge" como siempre, tomo el lugar del adversario. Les indique bien: pásale la bola a Carlos y de ahí a Andrés, ¡pero no! ¡Siempre mal! ¡SIEMPRE HACIENDO LAS PUTAS COSAS MAL! ─ continúa Jerry, ahora mismo se encuentra algo decepcionado ─ A este ritmo, nunca llegaremos a las finales. Ni siquiera a las Semi. Luego se preguntan que por qué me estreso y ustedes son el problema
El entrenamiento hoy no había sido su fuerte. Jerry se quejo con cada uno. La semana pasada se habían enfrentado al equipo Basstell de la escuela Roadkill. Ellos son buenos, pero no lo suficiente para ganarles al equipo de Debiron, el de Jerry.
Lo primero que quiere Jerry, es unirse a uno de los equipos más famosos de Estados Unidos, y ya después poder llegar ser uno de los mejores jugadores de la FIBA. Pero primero debe demostrar su empeño y ser mejor que el resto de sus compañeros.
─ Chicos, por favor. Quiero que se concentren lo suficiente. Mañana en la noche habrá un torneo y quiero que todos participemos.
─ ¿No es muy pronto para estar en otro, líder? ─ dice Jack, y los demás asienten. Al parecer se sienten muy cansados y presionados con jugar─. No es por nada, pero debemos de practicar más, para seguir jugando con otros equipos.
Está forma de pensar y actuar, hace que ya no tenga sentido jugar basket. Todo parece más bien como obligación. Si Jerry no deja de manejar la situación de está forma, los chicos se desilusionaran y no querrán volver a jugar.
─ Chicos, pero no he terminado de hablar ─ sigue Jerry─. Adivinen quien estará allá─hace una pausa─, nada más y nada menos que... LeBron James. ¿No es asombroso?
Todos los chicos se quedan aplacientes con lo que él les acaba de decir, pero de todas formas no se creen lo suficiente capaces.
─ ¿Y si lo hacemos mal?─ pregunta otro chico, esta vez es Jorge─ No podemos hacer la burla, y mas con Lebron, un jugador excepcional.
─ Que complicado es hablar con ustedes, lo que tenemos que hacer es fácil. Simplemente practicaremos el día de hoy, si es posible todo el día y la noche. Y si se nos complica, también mañana por la mañana. Se que tenemos clases mañana, pero pediré una carta de ausencia para todos nosotros. No hay porqué dejar todo atrás. Esta vez lo haremos bien, o dejare de llamarme Jerry Person─ Levanta la mano derecha y la coloca en su pecho, como si fuera un juramento.
Después de esto, nadie mas dice nada. Al parecer todos asienten, a la oferta de hace unos minutos. De todas formas si él habla todos tienen y deben de obedecer.
─ Ahora, ¡vamos! ¡Todos a calentar y practicar! Mañana nos espera un gran día.
Sin más, los chicos obedecen, a hacer las prácticas. El día que les espera para hoy, será muy fuerte y arduo, sin descanso alguno.
★
─ ¡Qué oso, lo que nos paso en la plaza!─ dice Hannah.
─ Sí, pero te divertiste. No me lo niegues─ murmura Sam, mientras está atascado en una risa incontrolable.
─ Bobo.
Ahora mismo los dos chicos, adolescentes, felices y llenos de emoción por hacer alguna que otra travesura se encuentran en la casa de Sam. Ambos se quedan mirando fijamente. Es como dos miradas desiertas que de la nada se conectan.
─ Oye, mamá a hecho unas galletas de chocolate con nueces, riquísimas. ¿Quieres?─ la chica a su lado asiente, y se encaminan a la cocina.
Ya en la cocina Hannah se queda abrumadamente asombrada por las decoraciones y todo el espacio que tiene la cocina. No es la primera vez que pasa, pero cada vez que sucede se asombra más y más.
Ella sueña con tener una cocina así de grande y lujosa. Su mayor deseo es eso, le encanta cocinar, pero se va más a lo dulce que a lo salado. Cuando termine los estudios piensa en estudiar gastronomía.
Sam se apresura por sacar las galletas que se encuentran adentro del microondas. Su madre siempre lo guarda ahí para que se mantengan calientitas.
─ Coge una ─ le dice Sam a Hannah. Ella asoma una de sus manos suaves y delicadas al plato, que se encuentran agarradas por el chico.
─ Saben buenas, y la textura está en su punto. Tu madre tiene unas manos y unos gustos espectaculares. Ojala algún día me enseñe a hacerlas. Les quedaron deliciosas.
─¡Oh! Gracias─ y, ríen.
─ Mira la hora que es, ya es tarde. Mi hermano seguro está por llegar.
─ Sí, ahora que lo veo, ya tengo que irme.
─ No, después te llevo a casa. Cuando mi hermano llegue, debe de buscarme unas cosas que tengo para mostrarte─ ella asiente.
No han pasado más de 10 minutos, cuando ellos se dirigen a unos sillones cerca de la puerta de entrada. Ya se han acabado las galletas. Él lamenta no haberles guardado a su padre, ni hermano.
En ese lapso aparece Brooster. Sam se preguntaba donde estaba él. Siempre cuando llega a casa, sale el perro saltándole encima y lleno de emoción.
─ ¡Qué lindo, perro!─ dice Hannah, mientras se acerca a tocarle su cabecita ─ ¿Cómo se llama?
─ Su nombre es Brooster, y es el perro mas hermoso y amado del todo el mundo. ¿No es así amigo?─ Sam por igual le toca ligeramente la cabeza, el perro asiente ladrando un poco y lamiéndole su mano.
Brooster no es un perro cualquiera, siempre está con la familia Person en los malos y buenos momentos, y no por eso se le conoce como el mejor amigo del hombre.
Su figura no es admirante, pero tampoco diminuta. Es un Pastor Alemán, su estatura es por más de las costillas de una persona. Es grande y feroz, y no a todos le demuestra su afecto, con Hannah a hecho la excepción. A pesar de que es la primera vez que la ve, no le afecta nada. Tranquilo como él solo.
De la nada suena la cerradura de la puerta principal y se ve como si estuvieran manipulando de ellas.
De pronto entra Jerry.
No luce para nada feliz al entrar a casa, de pronto su rostro cuando entra mas adentro de la casa queda en confusión. Hannah queda observándolo, de igual manera con confusión.
─ Eres tú.
Nota: Autora...
Holaaa se preguntan que raro escriba aquí abajito. Bueno pues... quiero saber como se sienten. ¿Te estan gustando los capítulos? *-*
Pues comenta aquí y dime que siiii :3
De igual forma no olvides dejar tu voto, de verdad que me ayuda bastante ;) también de recomendar con tus amigos. Soy nueva en esto, y la verdad quiero contar con su apoyo. Tengo pocos Seguidores de está historia pero me basta con verlos felices. :)
Los IBEROAMOADOROFOREVERMUACK♥
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Sangre Biológica
RomanceUna pareja cerca de los 30 años decide tener un hijo, pero hay un problema. Arthur (el esposo) sufre de diabetes, y se les complica tener un hijo. Ambos optan por adoptar un hijo. Pero cuando eso sucede... meses más tarde, ocurre el milagro de que e...