Parte 4

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  Intenté salir a la superficie otra vez con la esperanza de escapar de aquella ilusión que mi mente planteaba.

Pero aquél individuo me atrapó antes de que pudiera llevar a cabo algún movimiento.

  Pude intentar escapar de él, pero no lo hice. Su irreal y mórbida apariencia no me permitía apartar la vista.

  Sus delicados labios me guiaron a las profundidades sin la necesidad de dejar escapar palabra alguna.

  Me pregunto cuántos marineros habrán caído ante estos seres majestuosos, Dejándose llevar por su efímero canto.

  Si Antemoesa existe, entonces no queda esperanza alguna para esta simple mortal.

  Tanta belleza podría acabarnos, ¡Y tantos han sido ya borrados del mapa!...






 

La profundidad de una efímera ilusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora