Capítulo 1

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Estirándose hacia atrás para correr el cerrojo, Do Kyungsoo se sacó los mocasines usando sus talones. "Ya llegué" dijo al departamento vacío mientras tanteaba en busca de la llave de la luz, una imagen a la cual se había acostumbrado últimamente. Aunque previamente había encontrado que esta era una situación bastante solitaria, en esos días tenía un portarretratos que le regalara Yoora para hacerle compañía. Se trataba de un collage de fotografías que ella misma había sacado durante su viaje de verano junto a algunas tomas de Vivi también.

Solo una mirada al retrato decorado llamativamente con brillantes de fantasía y adorables stickers llenaba de afecto a Kyungsoo y aunque era ciertamente un tanto embarazoso tener fotografías, inclusive de él mismo, en su casa, aun así esto hacía que todo el lugar se sintiera un poquitín más alegre.

Sin embargo, resultaba extraño como Vivi parecía adoptar una expresión tan digna cuando posaba para Yoora; siempre lució tan displicente con Kyungsoo. Sonriendo para sí mismo mientras rememoraba, aflojó su corbata y recorrió su bolso con su mano libre con la intención de encargarse de los preparativos para el siguiente día antes de instalarse para tomar un baño. No obstante, al echar un vistazo en su bolso se quedó paralizado, perplejo.

—Me... lo olvidé.

Tenía intención de sacar su teléfono celular para dejar que la batería se cargara durante la noche, solo para darse con el hecho de que éste no estaba en el lugar donde usualmente lo guardaba. Había regresado a su departamento luego de cenar en la casa de los Park, así que debió dejarlo allí. Aunque probablemente nunca le hubiera prestado atención a su ausencia si no hubiera notado su falta en primer lugar, en el preciso momento en que se dio cuenta de que lo había dejado en algún lugar, sintió que lo embargaba una extraña sensación de ansiedad.

Si lo hubiera notado antes, podría haber regresado a buscarlo de camino a casa, pero en ese momento simplemente ya no había tiempo de hacerlo. Seguro, casi nunca recibía llamadas o mensaje de texto alguno en medio de la noche en día de semana y cualquier llamada de emergencia de su familia se haría a su teléfono fijo, así que ciertamente podía pasar una noche sin su teléfono celular sin que el mundo se viniera abajo. Así pues, aunque esto probablemente volvería para acosarlo de una u otra forma, hacer que Chanyeol le llevara el teléfono a la mañana siguiente en la oficina era obviamente el camino más lógico a seguir.

Tomando su agenda en mano, hojeó la misma para encontrar el número de teléfono de la casa de Chanyeol y llamó usando su teléfono fijo recordándose a sí mismo que probablemente sería una buena idea mantener el número de su teléfono celular y su dirección de correo electrónico anotado en algún lugar para circunstancias inesperadas como estas a futuro.

—¡Sí, familia Park!

—Ah. ¿Yoora? Soy yo, Kyungsoo —Yoora había sido la primera en contestar el teléfono. Casi olvidando anunciarse, tan acostumbrado como estaba a llamar usando el teléfono celular, frenéticamente le aseguró quien era.

—¿Oppa? ¿Qué sucede? ¡Nunca llamas al teléfono de casa! —no podía culparla por estar confundida; hacía solo un momento le había dicho adiós y se había marchado.

—Lo siento, creo que dejé mi teléfono celular en tu casa. No lo ves por ahí, ¿no?

—Humm, no está en la mesa... ¡Iré a buscarlo! ¡Mientras tanto, aquí está mi papá! ¡Oye, papá, Oppa está al teléfono!

—¿Al teléfono de casa?

—Sí, dice que se olvidó su teléfono celular. ¡Aquí tienes!

Chanyeol tomó el teléfono de manos de su hija luego de dar vueltas un rato: —¿Así que olvidaste tu teléfono celular? Esa es una metedura de pata bastante patética para ti.

Our Love StoryWhere stories live. Discover now