Capítulo único

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Era de tarde, hora del entrenamiento algo que normalmente pondría alegre al pequeño cuervo pelirrojo pero era fin de curso y las actividades de los clubes estaban canceladas pues todos debían preparar sus exámenes.

Sin embargo, Hinata estaba recostado en el parque preocupado por otras cosa.

Un suspiró se escapa de los labios de Hinata Shoyou. No podía evitarlo.

"¿Porqué el tiempo tuvo que pasar tan rápido?" Se preguntaba Hinata mirando el cielo. Pronto sería verano, eso significaban vacaciones, piscinas, cine, salidas con amigos y muchas horas jugando voleibol después de la ceremonia de cierre. Lo cual sería un gran alivio después del torneo. Pero el fin del ciclo escolar significaba... Despedirse de los de tercero.

Se giró para estar de costado sobre el verde pasto el cual se mecía por la suave brisa del verano.

Hinata cierra los ojos y suspira otra vez. "No quiero decirle adiós a Koushi" pensó triste.

Empieza a recordar cuando entro en Karasuno al equipo de voleibol. Quería vencer al Rey de la Cancha a toda costa, tenía sed de venganza y de éxito.

Su sueño se hizo pedazos cuando vio a Kageyama Tobio el,Rey de la Cancha, entrenando en el gimnasio de Karasuno. Y aquellos sueños se hundieron aún más cuando por culpa de Kageyama lo expulsaron del club. ¡Sólo le quitaron POR ACCIDENTE el peluquín al director! No era para tanto. El caso es que quedaron fuera hasta ganar un partido tres-tres contra otros dos candidatos de primero y el capitán Daichi. Tenían a Tanaka de su parte pero aún así no sería algo sencillo.

Tuvieron que entrenar juntos pero era muy difícil con Kageyama dando órdenes y negándose a levantarle pases para que los rematara. Le daba tantas órdenes que Hinata terminó por explotar y pensar seriamente en renunciar.

— ¿De verdad renunciarás?— pregunto el chico de pelo plata con un lindo lunar, Sugawara Koushi.

— Ya no aguantó a ese engreído — se explicó tratando de llenar una solicitud para el club de atletismo, pero le era muy difícil, en su interior aún quería ir a jugar voleibol como su héroe.

— Hinata, no puedes renunciar por algo así —

— No lo entiendes, vine aquí por el Pequeño Gigante, quiero ser como él y Kageyama solo me lo impide, no me deja practicar remates y me llama idiota todo el tiempo —

— Ah, bueno entonces practiquemos juntos — aquello sorprende a Hinata — Será nuestro secreto al menos hasta que entres al equipo oficialmente ¿si?—

— ¿De verdad, Suga-sempai?— pregunta con ilusión.

— Si, yo te ayudaré — acaricia suavemente la cabellera del pelirrojo — Empecemos después de la escuela — le sonríe.

Entrenaron en el parque hasta que Sugawara se cansó.

— Perdón, no puedo seguirte el ritmo — de disculpa Suga — Pero creo que lo haces bien — se seca el sudor de su frente — Tienes un nivel diferente al de la secundaria —

— ¿De verdad?— pregunto con ilusión y sonrojado — Gracias — se acerca al mayor y le limpia el rostro con su pañuelo.

— Hay que irnos a casa — dice Suga agitado y con el rostro rojo por el esfuerzo.

Hinata al día siguiente a la hora del almuerzo fue a buscar a Suga.

Lo encontró en su salón, recostado en el pupitre. Estaba cansado, seguro por el sobre esfuerzo que hizo por Hinata.

El pequeño se sintió mal al verlo así.

— Sugawara-sempai — lo llamó dulcemente y movió un poco el hombro del nombrado.

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⏰ Última actualización: Mar 31, 2018 ⏰

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