Polar es alguien frío y seco. Nada conversador y poco sociable.
TN es una chica alegre. Simpática y energética.
Un simple choque provocado por una pelea es lo que los hace conocerse. Para comenzar a toparse continuamente.
Y notar que están echos. Y...
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Punta, Tacón, punta, tacón. Se repite una y otra vez en su mente mientras camina. Jamás pensó que el ser una mujer le traería demasiados problemas, ¿Por que los estereotipos eran Tan importantes en la sociedad?. O encajaba, o perdía. Así se había vuelto su vida. Sin embargo, su ansiedad había aumentado por chocar contra ese desconocido. Caminó a toda prisa, entro velozmente a los sanitarios y se miró en el espejo, ¿Su falda se había arrugado? ¿Su cara sudo y su maquillaje se corrió? ¿Acaso su cabello se despeinó, o por que la miraba tan detalladamente?.
Suspiró mientras se rascaba su brazo con fuerza, se acomodó su ropa, y cabello, y después de haber sacado su lápiz labial de su bolso, se retocó la pintura que cubría sus labios. Tomó un trozo de papel y lo mojo levemente, sé dió leves golpecitos en su rostro, quitando su sudor y Lo tiro al contenedor. Tn, realmente odia su ansiedad por querer verse tan bien. Como pudo, salió del baño, y re redirigió a su destino.
Tn sabe que es linda, ella sabe que llama la atención, pero su problema era su terrible ansiedad social, la cual no le permitía disfrutar sus salidas, por que sentía que esas miradas que realmente eran de admiración, podrían ser de burla o disgusto, que aun que no fuera así, le provocaba un horrible sabor de boca.
Pronto Llego a la zona acordada, miró a todos lados, hasta que por fin pudo relajarse, por que su mirada abrazó la vista de su mejor amiga dirigiéndose hacia ella. —¡Tn!—Gritó—Por fin llegas, hay mucha gente en el centro comercial hoy, ¿Estás bien?—. Asintiendo, la abrazo, escondiendo su rostro en su pecho mientras recuperaba la respiración. —Hola Teips, lo lamento, en el camino choque con alguien, fue un desastre—. Acariciando su cabeza, Teips correspondió su abrazo. —Tranquila, Tn, todo estará bien, ¿Vamos sí? No hay nada que una buena comida no mejore-
Luego de aquel momento emotivo, se separaron, comenzaron a caminar directo al restaurante que habían escogido, mientras que así vez hablaban de cierta auto superación que buscaban una o la otra. Pero de un momento a otro, Teips paro la charla, para poder avisar:
—Oh, por cierto, has tiempo en tu agenda, hay alguien a quien quiero presentarte—.
