D O S

20 4 0
                                    


|NOVIEMBRE 17|

Mi pelo estaba aun mojado y mi cuerpo estaba cubierto con una bata blanca, el raspón de mi rodilla derecha me producía un ardor infernal, no podía conciliar el sueño eran la una de la mañana y estaba muy preocupada por Zac, mantuve la vista  a la pantalla que tenia enfrente mio.

Estoy sola en esta inmensa casa llena de habitaciones y eco por todas partes, la mansión Grace estaba situada en un suburbio cerca de Nueva York. La casa estaba rodeada de un inmenso pasto verde, unos arboles hermosos, aun tengo el deseo de oír risas y piesitos corriendo por toda la casa tal vez un perro y un gato... Y la voz irritada de Zac diciendo «niños por favor! Ya vallanse a dormir»
Pero al abrir los ojos lo único que veo es el lugar todo callado y sólo, mi única compañía es la cocinera, mi niñera (desde los diez años)  y el guardia de seguridad en la entrada.
Baje la vista a mi sortija de compromiso, recordé lo maravilloso que fue la luna de miel.. Los primeros meses de casados, Zac  era mi primer amor mi único amor, y la persona que siempre amaré.


—Jane, ya es muy noche ¿no deberías descansar? —se acercó  Ava con una bandeja de plata que traía una taza de té.


—no tengo sueño, creo que esperare a mi marido.— solte un suspiro tomando el té caliente en mis manos.

—necesitas algo más?

—estoy bien..— dije por ultimo, Ava se quedo un instante sentada en el sofá examinándome con la mirada.
era una señora de cuarenta y tantos años, llevaba trabajando para mis padres desde que era una niña. ha sido como una segunda madre y por ese modo no quería dejarla sola en casa de mis padres, ella me entendía perfectamente bien y por eso la adoraba.

—esos ojitos están muy cansados vete a dormir..

—pero Ava...

—pero nada, tienes que cambiarte hoy es la noche mas fría del año y tienes el pelo mojado. Te va a dar un resfriado —iba a darle un sorbo al té caliente cuando Ava me lo quitó de mis manos, jalando mi brazo para ponerme de pie.

Todo el camino de la sala a mi recámara del segundo piso Ava no dejaba de seguirme hasta que llegue a mi armario para ponerme ropa cómoda, tenia toda la razón era la noches fría del año y gracias a mi necedad podría morir de hipotermia.

—saldrás a cenar con Zac en navidad? —pregunto curiosa, ni yo misma sabia la respuesta seguramente pasare otra vez la cena de navidad sola con todo un bufete para mi.

—ya no lose Ava, todo el tiempo esta en la oficina y estoy segura de que olvido la cena que teníamos y Olvidara nuestro aniversario también ..
—salí del armario con una camiseta de tirantes y un pantalón comodo
Quería ser fuerte y trataba de no caer en llanto eso era lo último que quería, pero no podía mentirle a Ava sabría que algo me pasaba.

—mi niña— curvo sus labios en una sonrisa pasando un mechón de cabello detrás de mi oreja — en el matrimonio estas cosas suelen pasar.

—tengo miedo de perderlo Ava.

—ven aquí.—dijo dandome lo que mas necesitaba, un abrazo cálido y sincero.


A los pocos minutos estando recostada en la cama recargaba mi cabeza en el hombro de Ava.. Hasta quedarme dormida.



medio día, estoy segura de que Ava le había puesto algo a mi té para que quedara profundamente dormida. Gire mi cuerpo estirando mi brazo para abrazar a Zac pero no lo sentí, me levante con un gran dolor de cabeza teniendo una vista mejor vista de la enorme cama.
Pase saliva amarga con dificultad al no ver a Zac recostado como todos los días a lado mio. no paso la noche aquí y de eso estaba segura, si se hubiera levantado temprano al menos las sabanas estuvieran desordenadas pero su lugar estaba acomodado.

UN AÑO PARA AMARTE [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora