2.

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Empezaba a arrepentirme, cuando mi mano se extendió haciendo tijeras y la de Yugyeom piedra quise correr lejos de aquel lugar, opción poco viable ya que el menor me alcanzo mucho antes de siquiera tocar la puerta y me arrastro de regreso a la cama, ahora me encontraba acorralado entre las sabanas de esta y sus largos brazos.

—Esto podría considerarse violación ¿lo sabes no?— pregunte entre risas nerviosas.

—Tu y yo sabemos que esto no es una violación—dijo sin apartar su mirada de la mía, se acerco a darme un suave y corto beso en los labios, el gesto me pareció tierno a morir y eso solo me hizo sentirme mas nervioso.

—No me he bañado Yugyeom, esto es asqueroso ¿y si lo dejamos para después?— me excuse, el menor rió por lo bajo y se acerco peligrosamente a mi cuello olfateando y este causándome un ligero cosquilleo.

—Para mi hueles bien— dijo, planto otro beso esta vez en mi frente—seré cuidadoso—sonrió.

Quería gritar, salir huyendo de ahí, golpearlo por que estaba siendo tan jodidamente empalagoso y golpearme a mi mismo por que estaba disfrutando de su trato dulce y delicado. 

Sus manos empezaron a recorrer la extensión de mi cuerpo, empezando por mis largas piernas y siguiendo con mi delgado abdomen, sus dedos juguetearon un poco con los botones de mi camiseta desabrochando estos y dejando al descubierto mi estomago plano y sin músculos. Estaba avergonzado a morir ¿cuanto tiempo llevaba conociendo a Yugyeom? ¿por que tenia que tener tantos nervios en estos momentos? si casi siempre lo veía o el me veía a mi en simple ropa interior. Estaba a punto de hacerlo parar, pensé que no estaba listo para esto... no aun, pero al voltear a ver al menor pude notar su rostro sonrojado, estaba tan rojo como un tomate y pequeñas gotas de sudor empezaban a formarse en su frente, estaba tan nervioso como yo. Respire hondo y sonreí por mi descubrimiento, al parecer no había mucho a que temerle.   

—Yugyeom te ves como un tonto— dije riendo, el contrarió hizo lo mismo antes de pegarme con la palma de su mano en mi pecho— ¡Hey! no me gusta que me maltraten cuando voy a tener sexo— me queje. 

El menor soltó una carcajada— Bien me dijo mi madre "Hijo consiguete un novio mas inteligente"—

—¡Oh cállate! tu madre me adora.

—y yo también lo hago— dijo antes de volverme a besar esta vez de forma mas intensa, sus manos tibias hicieron contacto con mi abdomen acariciando todo este, solté un largo suspiro contra sus labios debido a la acción, su lengua jugaba con la mía y el sabor de su boca se colaba por todas partes haciéndome adicto a este, sus dedos acariciaron en pequeños círculos alrededor de mi ombligo y después pasaron a dibujar una linea hasta llegar a mi pecho, tenia los ojos cerrados pero las manos de Yugyeom se encargaban de trazar un mapa por todo  mi cuerpo, gemí alto e inconscientemente cuando empezó a juguetear con mis pezones, presionando y pellizcando estos a su antojo, sus labios empezaron a decender a la zona de mi cuello, donde succionaba y mordía delicadamente la piel en esta, sus acciones empezaban a calentarme.

Con mis manos jalee con insistencia su camisa indicándole que la quería fuera, empezaba a sentirme impaciente por el exceso de prendas que ambos llevábamos encima, me moría por tocar la blanquecina piel del menor, sonreí cuando este por fin se deshizo de ella. Siempre había pensado que Yugyeom y yo teníamos una complexión bastante parecida, pero estaba equivocado, mi cuerpo era delgado sin muchas partes que se destacaran y el de Yugyeom poseía una espalda ancha, una cintura en la que podría perderme días y esos hermosos muslos que tantos años de baile le habían brindado. Mis manos también exploraban su cuerpo, disfruta de dibujar extensas lineas con mis dedos y recorrer toda su espina dorsal viendo como este se estremecía, el menor se separo abruptamente de mi y yo solté un pequeño quejido debido a su ausencia.

Piedra, Papel o Tijeras [YugBam]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora