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Mi escuela-hogar.

 -¿Janet, no crees que dejas a Leah y a Luke solos por mucho tiempo? -preguntó mi tía Julie.

-Los dejo solos mucho tiempo porque no tengo otra opción y tú lo sabes -tomó entre sus manos la taza de café y se la llevó a su boca dándole un sorbo.

-Nuestro trabajo es complicado y sacrificado, por esa razón Zach estudia en un internado, ahí me siento más tranquila, sé que no está solo, que tiene unas buenas guías y consejeros, que come a las horas que debe, ¿Por qué no haces lo mismo con ellos?

-Pero eso suena como si me quisiera deshacer de ellos -mi tía negó con su cabeza.

-No es así Janet, es por el bien de todos, y tú los puedes visitar cuando quieras, es mucho peor que estén solos en casa, pueden salirse sin permiso, puede entrar un ladrón,  hay muchos peligros.

-Tienes razón Julie, hablaré con ellos, me agrada la idea.

Zach abrazó a Luke y luego a mí. Seguíamos escondidos detrás de la puerta de la sala, escuchando la conversación.

-Deben de ir, por favor, sería genial -dijo Zach en susurros, pero sonaba tan emocionado y mostraba una gran sonrisa en sus mejillas.

-Yo si quiero ir -me sentía decidida, quería saber como sería estar ahí junto a mi primo y hermano.

-¿Y tu Luke? -Zach movía sus pestañas a mi hermano, tratando de convencerlo. Luke parecía un poco serio hasta que abrió su boca.

-Si quiero -dejó escapar una gran sonrisa de emoción, al igual que mi primo y yo.

Caminamos despacio hasta la habitación de Zach, ya en ella Luke se lanzó a la cama, Zach se sentó en su pequeño sillón y yo me recosté al lado de Luke.

-Será increíble,  no saben cuánto nos vamos a divertir -comentó emocionado Zach.

-Nunca pensé ir a un internado -sinceramente nunca lo había pensado.

-Al principio sientes que es una cárcel,  que no puedes salir, pero con el paso de los días encuentras ahí adentro todo lo que hay afuera, será fácil -de seguro sería así, aunque la idea de estar ahí por tantos meses me aterraba un poco.

-Ustedes tienen suerte -dijo Luke con una pisca de enojo en su voz, y luego me pegó en la cara con una almohada.

-¡Hey! -solté un gruñido -¿Qué te pasa?

-Ustedes están en el mismo año, no conozco a nadie, no tendré con quien conversar.

-Tranquilo pequeño, ahí todos son amables, ¡Auch! -se quejó Zach y miró a Luke con ojos de venganza, mi hermano le había lanzado una almohada -Pediste guerra y la tendrás, eres malo Luke -y de esa manera se desató una brutal guerra de almohadas entre los tres, mientras reíamos y corríamos por toda la desordenada habitación de mi primo.

*

Zach ya había estudiado tres años en ese internado y me confesó que estaba nervioso, sus amigos se habían graduado, con los chicos que mas convivía eran de años superiores y su tiempo escolar terminó. Era el primer año de Zach sin sus amigos. Pero el no debía preocuparse, es muy bueno para hacer amigos y de seguro habla con todos en su clase.

Esa mañana me levanté temprano, el verano había acabado, me hubiera encantado estar en París, viendo el amanecer desde mi ventana, y como adorno en medio la torre Eiffel.

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