CAPITULO 3-¿ME FALLASTE?

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En una de las bancas de la cafetería una azabache se encontraba dibujando en su cuadernillo futuras confecciones que haría aquella tarde si es que no tenía nada que hacer, su maestro le habían sacado del salón ya que se había parado de su sitio sin permiso del mencionado, aunque en parte agradecía a su profesor por haberla sacado del aula con esa absurda excusa ya que se le había venido a la mente demasiados diseños que seguro se le hubieran olvidado si estaba en su aburrida clase.

Estaba tan sumergida en aquellos dibujos que no se dio cuenta cuando un joven se paró delante de ella.

-hola Janette –dijo el guitarrista en un intento de coqueteo

-¿e-es a mí? Porque si es así yo no me llamo Janette, soy Marinette así que te pido que no me confundas con alguna de tus aventuras –expreso la femenina y le dio la espalda

-es verdad... casi olvido que tu nombre era Marinette, que tonto. Perdóname –dicho eso tomo su mano y le planto un delicado beso en estos

-eh.... No es para tanto, todos cometemos errores –retiro rápidamente su mano y se dio la vuelta para que no la viera toda roja –mayormente en los unineuronales

-uni... ¿Qué?

La azabache solo negó con la cabeza y soltó un largo suspiro mientras se sentaba de nuevo, ni ella misma recordaba haberse parado. Tampoco sabía cómo su mejor amiga estaba enamorada de alguien así.

-por cierto Jan-Marinette –dijo rápidamente antes de que ella se diera cuenta que se había vuelto a confundir- tienes unos hermosos ojos –le agarro de la barbilla mientras le decía aquellas palabras y noto el gran sonrojo que tenía y sabía que sus encantos estaban funcionando a la perfección

Por otro lado la femenina sentía toda su cara arder, se sentía como un tomate con piernas que saldría corriendo en cualquier momento ya que no podía estar así con el chico que le gustaba a su mejor amiga

Eso no estaba bien, para nada bien.

-L-Luka s-si me disculpas y-yo ya me voy –aparto su rostro de la mano del muchacho y comenzó a recoger todas sus cosas que estaban tiradas encima de la mesa –b-bueno a-adiós

La franco china trato de salir corriendo pero se detuvo ya que una mano la estaba sujetando con fuerza de su muñeca. –¿L-Luka?

-no te puedes ir aún -dijo con una cara de suplica que derretiría a cualquiera

-¿p-porque no? -menciono aquello con la cara aun mas roja que sentía que iba a explotar, ya que ver esa carita hacia que se quisiera quedar con el pero con lo siguiente que dijo hizo que volviera a la realidad, maso menos. 

-porque quiero que salgamos juntos

La azabache se quedó muda ante aquella petición, sabía que responder pero las palabras no salían de su boca. Quería gritarle en su cara un rotundo NO, pero no sabía que era lo que la detenía.

Lo único que hizo fue escuchar la campana y salir corriendo como si estuviera dentro de una maratón. Sabía que luego le dolerían las piernas ya que ella no era una mujer atlética pero aun así siguió corriendo hasta los baños y cuando llego a su destino se metió dentro de uno de los cubículos.

-e-esto está mal, ¿P-Por qué estoy temblando?

(...)

En los pasillos del instituto una morena buscaba con desesperación a su amiga, trataba de que nadie la viera ya que en esos momentos ella era el centro de atención. En cualquier lugar que este solo se hablaba de ella y de su más vergonzoso secreto.

No se creía que la persona que más confiaba le haya fallado, alguien que ya conocía de años. Alguien que ya consideraba parte de su familia no podía haberla fallado.

Por otro lado estaba nuestra azabache teniendo una discusión con ella misma y con respecto si debía decirle lo sucedido a su amiga o no.

-que voy a hacer... no sé si debo contarle a Alya sobre aquello, pero si lo hago ya no querrá ser mi amiga y me odiara toda la vida al igual que sus padres y sus hermanas; de seguro Nora me mandaría volando hasta júpiter. Y me quedare sola viviendo ahí con 10 hámsteres espaciales y solo comeremos rocas que encontremos por ahí. –Le hablo al espejo y todas las chicas que estaban cerca de ella comenzaron a salir corriendo del baño –genial, ya me volví loca antes de llegar a Júpiter.

La de coletas tomo sus cosas y salió del baño decidida a disfrutar lo que quedaba de receso pero a lo lejos reconoció una melena que estaba viniendo directamente hacia ella. Cuando la de lentes llego al lado de su amiga tomaron asiento en una de las mesas disponibles y todo quedo en silencio hasta que una decidió romper tan incómodo momento

-A-Alya hay algo que... –la franco china no llego a terminar de hablar ya que su amiga la interrumpió

-¿Por qué Marinette? ¿Por qué lo hiciste? Creí que éramos amigas... ¿porque me fallaste? -miro a su amiga con los ojos llorosos, y en esos ojos color miel se podía ver el corazón de su amiga todo destrozado... y era por su culpa.

Verla llorar por su culpa le dolía pero esa última pregunta hiso que la de coletas bajara la mirada avergonzada, ella tampoco podía creer que le había hecho eso a su mejor amiga. No sabía exactamente porque se ponía nerviosa delante del peliazul, pero sabía que estaba mal.

 Su amiga ya había confesado amor por aquel muchacho primero y ella obviamente no sentía nada por él, así que tampoco sabía porque se sentía mal. Si no sentía absolutamente nada por el... ¿Por qué se sentía mal? 

TODO POR UNA APUESTA- (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora