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Capitulo 14

El problema comenzó así, aunque no pareció un problema en esos momentos.

Sherlock estaba pagando con la anticuada moneda cuando la puerta se abrió para dejar entrar más compradores. Eso en si mismo habría estado bien, pese a la manera en que el hombre aristócrata miro con desdén en dirección a John. Fue su vástago quien comenzó el verdadero problema.

El niño tenía como la edad de Harry, aunque era más grande, con un chocante cabello plateado. Siguió a su padre a la tienda y de inmediato noto al otro niño. Normalmente, Harry también lo miraría intrigado medio escondido por las piernas de John. Pero esta vez, estaba demasiado ocupado acariciando las suaves plumas de Sophie y contándole todo sobre su nuevo hogar mientras John ojeaba el libro sobre lechuzas e intentaba no saltar cada vez que las imágenes de repente cobraban vida.

Así que mientras Sherlock discutía sobre comida para lechuzas con el encargado y el recién llegado los fulminaba con la mirada impaciente mientras esperaba que lo atendieran, el niño caminó con firme determinación hacia Harry.

"Hola," dijo el niño sin una gota de timidez en él, "Soy Draco de la Casa Malfoy. Tengo cuatro años. ¿Te gustan las serpientes? Padre quiere un aburrido gato, pero dijo que puedo mirar a las serpientes."

Harry escucho incierto, no respondiendo y aun acariciando a Sophie por entre los barrotes de la jaula.

"Vamos," insistió Draco agarrando la mano de Harry, "Lo adultos son aburridos. Las serpientes están por aquí."

Harry resistió el jalón de Draco mirando hacia John por señales de desaprobación. Finalmente Draco suspiro exasperado y dijo, "Bien, iré yo mismo." He hizo eso, marchando hacia donde una línea de estanques sostenía un surtido de serpientes. Harry lo observo marcharse, una mano aferrada con firmeza a los pantalones de John. John miro hacia donde Sherlock continuaba interrogando al acosado encargado con sus preguntas sobre lechuzas mientras el otro hombre seguía esperando mientras los miraba con desprecio.

"¿Quieres mirar las serpientes, Harry?" preguntó John viendo que todavía estarían un rato, e interactuar con otros niños era algo que debía ser animado, aunque este Draco no hubiera sido la primera opción de John.

En vez de responder, Harry le dio la espalda al otro niño y a las serpientes y se giro hacia Sophie otra vez, acariciándola una vez más por entre los barrotes mientras aun seguía aferrado con fuerza a John con su otra mano. Le hablo en voz más baja que antes, como si estuvieran compartiendo un secreto.

Entonces Sherlock termino de comprar la comida para la lechuza y los accesorios, entonces el otro hombre tomo la atención del encargado de la tienda con demandas imperiosas y dejaron la tienda.

El problema continúo cuando, en vez de ir derecho a casa, John sugirió que se detuvieran en una tienda. El letrero en frente decía 'Helados de fuego' cosa que sonaba extraña pero, por las imágenes que lo acompañaban, parecía ser una forma de helado servido caliente en vez de frio. De hecho, eso fue exactamente lo que recibieron cuando John ordeno una porción de 'Sangre de Dragón' (después que le aseguraron que no contenía en realidad ningún tipo de sangre y que el sabor era una agradable mezcla de fuego picante con un toque de vainilla), Sherlock escogió una porción de 'Tarta de miel encantada' y Harry, después de una larga y cautelosa consideración, accedió a la entusiasta sugerencia del encargado de una porción de 'Dulce de calabaza'.

Sus golosinas fueron servidas calientes en un tazón con crema batida, una castaña tostada en la parte superior y un palo de canela que sobresalía de un lado.

"Sabes, creo que podría comenzar a gustarme la magia," comento John mientras tomaba una probada de la delicia que tenia la textura y la apariencia del helado pero era cálida.

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