Harry Potter de Baker Street

11

Capitulo 11

Si John hubiera sabido el caos que seguiría a su simple comentario, probablemente habría llevado a Harry en secreto a un oftalmólogo mientras Sherlock no estaba. Por otro lado, la mayor parte de los eventos probablemente habrían sucedido de todas maneras, al final le agradaba Sophia y de verdad no lamentaba conocer a los Montañistas Muggle. Aunque le habría agradado evitar las serpientes. O las pesadillas. O la abrupta introducción al lado más oscuro de la magia. Pero claro está, no sabía que eso iba a ocurrir así que declaro fuerte y sin pensar en las consecuencias.

"Creo que Harry necesita anteojos."

"¿Qué?" Sherlock levanto la mirada de lo que fuera lo tenía ocupado en la computadora de John para mirar sin comprender a John antes de enfocar su atención en donde Harry estaba dibujando a sus pies. Al menos había estado dibujando la última vez que Sherlock había mirado, pintando como loco sobre manchas y figuras de palitos que probablemente significaban más para el artista que para nadie más pero que necesitaban un detective para determinar que significaban. Ahora estaba escribiendo.

Harry era peor para escribir que para dibujar. Normalmente solo fingía y garabateaba. O copiaba y creaba letras deformes a menudo al revés. John siempre lo elogiaba después de tales intentos, dejando que Harry le 'leyera'. Sherlock encontraba tales intentos fascinantes.

Esta vez, Harry había tomando un acercamiento más activo. Sherlock observo mientras el niño estudioso y determinado formaba una letra deforme. Luego salto de un golpe, corrió hacia la pared y miro el poster con las Reglas de Sherlock. Luego volvió corriendo a escribir y con gran concentración escribió otra letra deforme.

Sherlock comenzó a ver lo que John quería decir. El poster en la pared era grande, lo suficientemente grande para que pudiera ser leído de cualquier lado de la habitación. Harry debería ser capaz de poder copiar las letras desde donde estaba sentado. Ahora que John lo había mencionado, Sherlock recordó varios incidentes donde vio a Harry entrecerrando los ojos o acercándose mucho a un objeto para mirarlo.

Sherlock se sumergió tanto en sus pensamientos que no se dio cuenta que Harry había terminado hasta que el niño de repente le paso una hoja de papel. Harry estaba sonrojad por correr de allá para acá pero había un brillo orgulloso sobre él al mostrarle su trabajo.

No todo era escritura. La mayor parte eran dibujos. Había un hombre de palo dentro de una extraña cosa negra, una cosa que parecía un sol, aunque Sherlock sospechaba que algunos de los 'rayos' quizás eran manos y piernas y algo de pelo, y una pelota con cabeza con tres piernas o quizás cuatro. El dibujo estaba firmado SHAreRY. Pensadlo bien, Sherlock enseñándole a escribir 'Sherry' y John insistiendo en enseñarle mejor a escribir 'HARRY' probablemente había sido una mala idea.

Harry a menudo firmaba sus dibujos. La escritura encima era inesperada y explicaba la necesidad de correr a mirar el poster. Decía, 'Sherlock. Más o menos. Algunas letras chocaban con otras y ninguna estaba escrita de manera firme, pero todas estaban en la dirección correcta y la ortografía estaba perfecta.

"¿Te gusta?" pregunto Harry después de observar a Sherlock inspeccionar el dibujo. Se subió al regazo de Sherlock para apuntar las cosas más importantes de su obra maestra. "Ese eres tú," dijo apuntando la figura de palo, "Y ese soy yo," dijo apuntando la pelota, "¡Y ese es John!" él era el sol, por supuesto. "Y esto dice 'familia'," ahí estaba apuntando algunos garabatos, "todos estamos tomados de la mano. Y dice para Sherlock, con amor Sherry. ¿Te gusta?"

Por laguna inexplicable razón, Sherlock sintió un nudo en la garganta que le hizo imposible responder. Así que abrazo al joven artista y le sonrió. Luego miro a John para asegurarse que no estaba arruinando por completo el refuerzo positivo. Aun podía recordar el rostro decepcionado de John el otro día cuando le había dicho a Harry que las galletas que habían orneado con la Sra. Hudson estaban muy secas. John no lucia decepcionado ahora. Tenía una expresión calmada y cálida que hizo que el nudo en su garganta mejorara y empeorara al mismo tiempo.

"Voy a poner este dibujo en mi libro de recuerdos," logro decir Sherlock al fin. Harry le dio una gran son risa. Luego se dirigió a dibujar algo para John. John volvió a leer su novela. Y Sherlock se dirigió a la computadora para ponerse a averiguar de inmediato sobre problemas visuales.

"¿No pueden usar magia para…arreglar sus ojos?" pregunto John después cuando Sherlock se le acerco por su experticia medica para encontrar algún buen oftalmólogo.

La respuesta de Sherlock fue murmurar ' energía glutinica ' antes de pasarle un pesado libro titulado 'Genética VS Entorno' que resulto ser sorprendentemente interesante desde el punto de vista de un doctor. Estaba sumergido en el capitulo relacionado con raros mal funcionamientos de hechizos he imaginado a Sherlock con rosas rojas por cabello cuando Sherlock se acerco para ver si había encontrado algún buen oftalmólogo ya. Entonces Sherlock bufo molesto y avanzo las hojas hasta la sección relacionada con la vista.

La respuesta corta era que la magia no podía alterar de manera permanente la genética. La respuesta larga tenía algo que ver con que cada objeto tiene un inherente conocimiento de sí mismo. John pensó que ya estaba comprendiendo cuando Sherlock una vez mas lo interrumpió, sosteniendo a Harry frente a su rostro para que Harry pudiera decir, "Por favor deja de ser aburrido tío John."

Sherlock lamento con rapidez enseñarle a Harry a decir eso. John encontró un oftalmólogo.

Fue después que John había programado la cita que los acontecimientos comenzaron a escalar, aunque todo pareció perfectamente inocente al principio. John había, naturalmente, decidido un tiempo en que estaría libre para llevar a Harry a la cita. Los horarios de Sherlock eran bastante erráticos después de todo y no era el tipo de cosa que uno podía pedirle a una niñera. Pero entonces Indira se enfermo y le pidieron a John que tomara su turno y solo fue después que había aceptado e iba a actualizar su agenda que noto que no podría llevar a Harry. Por suerte, Sherlock estaba perfectamente libre. O para mala suerte. Depende del punto de vista.

El día de la cita comenzó bastante normal. Sherlock paso las horas tempranas de la mañana en el 221 C trabajando en un experimento así que John se dedico a limpiar la mesa de la cocina de los trozo de vidrio que Sherlock había utilizado cuando le había enseñado a Harry sobre como doblar la luz la noche anterior y luego se dedico a preparar el desayuno. Harry y John desayunaron. Luego Harry estaba preocupado de que Sherlock muriera de hambre así que le prepararon un plato juntos.

John reviso la puerta del 221 C y noto que aun tenía el letrero de PELIGRO 4 puesto. Eso significaba que en lo que estuviera trabajando era volátil y cualquier distracción, incluido alguien tocando a la puerta, podría causar una explosión. Bufando molesto, John le envío un mensaje de texto y fue a ver si la Sra. Hudson podía echarle un ojo a Harry hasta que Sherlock terminara su experimento.

Ella podía. John se fue a trabajar. Paso el resto de la mañana entre llorosos niños enfermos, hipocondriacos y adultos con enfermedades. Era un lindo cambio al caos de la casa. Le envío dos mensajes de texto más a Sherlock antes de recibir una respuesta. No, Sherlock no había echo volar el apartamento, la Sra. Hudson estaba exagerando. Si, recordaba la cita de Sherry. Luego estuvo mucho más ocupado y no fue hasta que paro para almorzar que pudo revisara sus mensajes.

-Sí, tengo la dirección. Tú me la diste. Y la escribí en un papel. Y se las dije a la Sra. Hudson. Y a Sherry.

-Llegamos. El Dr. Prewett debe ser daltónico. Es la única explicación para el esquema de colores.

-Ayuda. Estoy atrapado dentro de vomito de arcoíris. Humanos diminutos me rodean. Necesito apoyo.

- Humanos diminutos con madres.

-Sherry lo hizo bien. El Doctor es un idiota. Doctor daltónico. Los anteojos estarán listos en una semana.

-El tío Mycroft metió la cuchara. Los anteojos estarán listos en una hora. Necesitamos una lechuza.

Y los textos terminaron. John leyó de nuevo el último y luego otra vez más. La ultima parte aun no tenía sentido. Termino las dos últimas horas del turno de Indira con menos calma de cómo había comenzado.

Al fin partió camino a casa. Se pregunto si Harry ya estaba usando sus nuevos anteojos. Esperaba que Sherlock hubiera escogido unos marcos bonitos. Y de verdad esperaba que Sherlock no hubiera encontrado un lugar donde conseguir una lechuza.

Sherlock no la había conseguido. Aun.