Como una pequeña nota: No he podido entrar a spotify para crear una lista de reproducción para esta historia, pero sugiero que escuchen estas canciones con esta parte: Bruises, de Lewis Capaldi; Oceans, de Seafret; y Carry you, de Ruelle ft. Fleurie.
Aún podía sentir su ausencia lastimándolo como si alguien le hubiera atravesado el pecho con un cuchillo. Era un dolor con el que había aprendido a vivir desde el momento en que abría sus ojos hasta que los cerraba en la noche. Los pensamientos lo dejaban solo en la oscuridad solo porque Cisco le había permitido —después de rogarle por semanas, y que su mal aspecto ayudara para convencerlo— usar a uno de los metahumanos que tenían en la tubería; tenía el poder de inducir un sueño pacífico lleno de recuerdos que la mayor parte del tiempo eran buenos, y Barry vio su oportunidad ahí.
Siempre... cada noche, soñaba con ella, y eso se convertía en una pesadilla cuando despertaba; los recuerdos, las fantasías aún en su memoria como si acabaran de abrirle una herida. Sin embargo, seguía siendo la mejor manera de recordarla, sin importar cuán doloroso se tornara algunas veces. Era un recordatorio amable del sonido de su voz, lo brillante de su sonrisa y su olor a químicos y algo floral.
Él no quería olvidar. No podía permitirse hacerlo. Y si tenía que sufrir en el proceso, lo merecía.
Suspiró cuando encontró la mirada llena de decepción de su mejor amiga en él.
—¿Qué? —espetó el velocista, de manera abrupta. No quiso sonar tan brusco, pero no lo pudo evitar y no pensaba disculparse en su peor día.
Odiaba que aquella se hubiera convertido en la manera en la que la gente lo miraba todo el tiempo. Desde que rompió el compromiso con la mujer sentada frente a él, todos parecían juzgarlo por la decisión. No era su culpa —tampoco la de ella—, y aunque lamentaba haberse dado cuenta muy tarde, no iba a casarse con una mujer a la que no le pertenecía su corazón. Se dio cuenta muy tarde que solo le guardaba el cariño que le tendría a una hermana, y así eran más simples las cosas. Siguiendo a su corazón, no lo que un estúpido periódico futurista decía. Iris lo entendió y, después de semanas, lograron regresar a la dinámica anterior de su amistad.
Eso no significaba que todo estaba bien. Había errores que no podía borrar, tropiezos que no podía corregir. Un ejemplo de ello era haberse dado cuenta demasiado tarde de sus sentimientos por una mujer que lo abandonó.
No, era injusto ponerlo de esa manera. Ella no hizo tal cosa, solo se marchó para encontrarse a sí misma lejos de él y su equipo, y lo hizo con todo el derecho del mundo. Todos se habían comportado como idiotas desde que se enteraron de sus poderes, deseando traerla de vuelta cuando Killer Frost tomaba control de su cuerpo, y empujándola al límite cuando era Caitlin Snow.
Trató de encontrarla, tantas y tantas veces. Pero nunca pudo culparla por no regresar en lo que le pareció una eternidad —Cisco aún insistía que no había pasado más de un año, pero, hey, era un velocista y su sentido del tiempo no era confiable, no cuando se trataba de esa clase de cosas — al menos no después de todo lo que había pasado.
—Estás haciéndolo otra vez —Iris dijo, señalándolo de manera acusadora con un dedo, después de sacarlo de sus pensamientos.
—¿Qué cosa? —exigió, tratando de sonar irritado, pero fallando de manera miserable. Solo parecía cansado. Lo usual era solo estar triste y que su mente diera un paseo a miles de kilómetros de donde debería estar; mas él sabía por qué ella estaba ahí, y no pudo encontrar otra manera de comportarse.
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Cuando el rayo encontró la nieve
Fanfiction[Snowbarry; Post-3x23; terminada] Pasó cada hora del día pensando en ella. Pasó meses buscándola en las ciudades cercanas, casi sin descansar. La soñó cada noche, le dolió despertar cada mañana sabiendo que no la vería, y se dio cuenta de que lo qu...