Kingdom Hearts: The Renewed Organization

Capítulo V: Batalla Inevitable

   – ¡¡Puedo ver el castillo!! – Grita Tifa mientras persiguen a los umbríos.
   – Estaba muy bien escondido...– Comenta en voz alta Yuffie saltando los edificios –...de seguro Cloud ya estará abriéndose paso para entrar.
   – Tenemos que apresurarnos para ayudarle – Mencionó Squall.

Dentro del castillo.

   – Hanory, ¿aún no han llegado los otros líderes de la organización? – Le pregunta Jack. Volteando su mirada del monitor hacia ella.
   – Hace rato que tuvieron que haber llegado – Responde al mismo tiempo que pulsa varios botones en el teclado.
   – En ese caso manda a todos los incorpóreos normales.

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     El sujeto de la armadura liviana se encuentra en una clase de almacén, donde hay millones de embaces, llena de infinidades de incorpóreos comunes. – "...Hay que igualar las cosas para los E.S.I, ya sabes que hacer..." – Recuerda la voz de Xehorn. Extiende sus manos y toca los recipientes. Los incorpóreos empiezan a desaparecer dejando fragmentos blancos que eran tomados por el sujeto de la armadura.
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   – Ya envíe algunos que se encontraban en el castillo... ahora voy por los dem...– Una fuerte explosión se siente dentro del castillo.
   – ¿Qué demonios ha sido eso? – Pregunta Arucard, al mismo tiempo que todos miran a su alrededor.
   – ¡¡Algo pasó en el almacén de los incorpóreos!! Todo ha sido elimi­nado – Hanory tiene los ojos puesto en el monitor, viendo todo el almacén des­truido por una cámara de seguridad.
   – Que dos vayan a averiguar ¡ahora! – Ordena Kanth y dos Hexails aparecen en el lugar inmediatamente.
   – Pandora, que todos los incorpóreos especiales protejan la entrada del castillo y que no dejen pasar al grupo E.S.I – Le ordena Jack, que se mantenía calmado.

Fuera del Castillo

     E.S.I. se abre paso entre los incorpóreos para acercarse a la entrada del castillo. Cloud se acerca en su moto a gran velocidad, se fija que sale humo dentro de la estructura. El suelo empieza a moverse bruscamente y de él sale una especie de serpiente gigante que sujeta la moto con sus fauces. Cloud da un gran salto hacia atrás y ve como la criatura lanza lejos su vehículo.

     Quedándose tranquilo, observa que detrás de la criatura se abren muchos umbrales y de estos salen nueve individuos cubiertos por sus gabanes... Uno de ellos le brilla un colgante y de repente Cloud pierde el equilibrio.

   – ¡CLOUD! – Escucha la voz de Tifa, una luz lo reacciona. Ve que la serpiente está a punto de tragarlo. Éste da un salto hacia atrás pero no puede esqui­var el ataque. Tifa salta por encima de él y da un golpe que destruye a la serpiente de concreto.

   – ¡Tifa cuidado! – Le alerta Cloud. – Tifa levanta la mirada. Tres miem­bros de la organización están en frente de ella, cada quien con una arma peculiar. Al atacarla, una capa roja la envuelve y desaparece del frente de sus atacantes. Cloud clava su espada en el suelo y los ataca levantando tierra, junto a Squall quien da un salto por encima de su compañero y lanza una ráfaga de fuego.

Los tres encapuchados caen por el ataque combinado.

   – Eso estuvo cerca – Menciona Squall al tocar suelo.
   – ¿...? – Cloud busca con la mirada a Tifa, Yuffie le hace un ademán y él la ve junto a Vincent.
   – ¿Estás bien? – Le pregunta Vincent. Un hombre de cabello largo negro, por debajo de los hombros. Lleva puesto una clase de venda roja que cubre su frente y parte de su cabeza, haciendo juego con una capa del mismo color abrochada por las primeras tres correas del cuello al pecho. Debajo una chaqueta negra de cuero corta, con pantalones del mismo material, usa doble cinturón y unas botas negras cuyas puntas están hechas de un metal color ocre. Mismo material que está hecho su brazo izquierdo.
   – Si... gracias – mientras reaccionaba.
   – No bajes la guardia no sabemos qué habilidades tienen.
   – Que forma de terminar con esto, ¿no creen amigos? – Menciona Yuffie produciendo una pequeña risa, mien­tras aniquila algunos umbríos con su Shuriken.
   – En ese caso...– Comienza Cloud, sujetando su enorme espada con ambas manos. Al lado de él todos los demás toman posiciones ofensivas.
   – Empece­mos – Dice Squall para terminar la frase. Y todos corren a enfrentar a la organiza­ción.

Dentro del castillo

   – ¿Cómo está eso allá? – Pregunta Hanory a los hexails que bajaron a investigar la explosión.
   – No quedó nada, no sabemos qué o quién hizo esto...– Arucard se acerca a la pantalla. Se fija de algo sospechoso.
   – Oigan salgan de allí inmediatamente. – Al ordenárselos, los hexail son atravesados por varias agujas negras, sus cuerpos se fragmentan y como brasas llevadas por el viento, desaparecen. Inmediatamente los líderes parten para allá.

     En el medio de la sala destruida aparece un umbral. Hanory y los otros salen de este. El lugar está totalmente destruido. Una chispa parpadea. Logrando alumbrar por unos instantes la zona antes de volver a la oscuridad total.

   – ¿Crees que pertenezca a los E.S.I? – Insinúa Arucard en voz baja.
   – No lo es... – responde Hanory, convocando a su cachorro Poko tras hacer un par de sellos con las manos. –... es un sin-corazón – Afirmó.
   – ¿Qué es esa cosa? – Menciona extrañado Kanth al ver al can.
   – Elimina al intruso – Ordena Hanory, mirando la oscuridad fríamente.

     El can empieza a cambiar de forma y tamaño. Poko se convierte en una bestia de tres metros que se lanza a perseguir algo en la oscuridad. Las chispas que se originan dejan ver como la criatura lucha con una sombra. Todos convocan sus armas al ver como la bestia fue cortada en dos.

   – Debo reconocer que no era un experimento tonto después de todo, Hanory – Mencionó Jack con un suave sentido del humor.
   – Yo no invento las cosas por nada.

     Al ser cortado en dos, la piel del animal envuelve la sala, dejándola totalmente visible. Observan al lado de la sangre del can a un sujeto con una armadura liviana.

   – "no participes..." – Recordó. Se da media vuelta e intenta traspasar la pared tocándola con su mano. –¿¡!?– Pero nota que no puede hacerlo.

     Kanth, Arucard y Jack se lanzan contra el invasor. Este evade sus ataques quedando detrás de ellos, seguidamente extiende su mano izquierda y de ésta salen relámpagos. Hubo una explosión, este observa una pared hecha de umbríos carbonizados que protegió a los incorpóreos.

   – Relámpago negro – Escucha detrás de la pared. Esta se destruye por una ráfaga negra que se dirige hacia el intruso. Se crea otra explosión.
   – Eso estuvo cerca... – Comenta Arucard bajando las espadas, que usó instintiva­mente para defenderse. – Gracias por la ayuda Hanory.
   – ¿Dónde está? – Pregunta el chico peli-gris, colocándose enfrente de Jack. – Este sin-corazón tiene forma humana ¿no será esos Heartless que crea Xehorn?
   – Si es así, entonces todo se complicará a partir de ahora – Jack rodea la pared de umbríos que lo cubrió.
   – Sin mí no durarían mucho – Responde al agradecimiento de Arucard dando una sonrisa de orgullo, echándose hacia atrás el cabello. – Cuidado, la piel de Poko pueden destruirla y crear oscuridad – Les ex­plica. – Eso lo digo por ti Jack así que ¡TEN MÁS CUIDADO!

     Al fondo de la sala, donde había chocado el ataque de Jack, en toda esa zona ha perdido el color blanco. La sala comienza a oscurecerse poco a poco.

   – Tra­taré de ser breve... – Pensó el "heartless".
   – Te encontré – Arucard sonríe, coloca sus espadas al frente y las tiras blancas crean un círculo enfrente de ellos. – ¡Siete Pecados! – En el cen­tro del círculo salen siete figuras negras de animales, atacando una esquina de la sala.

     El heartless esquiva las figuras y las destruye una por una, al mismo tiempo que evade los ataques de Kanth con su lanza y la guadaña de Jack. Hanory intenta expandir la piel que cubre la sala para quitar la oscuridad que se veía a causa de su compañero.

   – ¡YA LO TENEMOS! – Grita Kanth al haber rodeado al oponente junto a sus dos compañeros en una pequeña zona que aún se mantenía oscura. El sujeto se agacha como si hiciera una reverencia. Apoya su mano contra el suelo. De su espalda salen dos esferas negras que inmediatamente explotan una detrás de otra.

     Cuando todos se recuperaron, observan que la sala había perdido la piel que la cubría. El extraño sujeto escapó del lugar.

   – Juu... hoy no ha sido nuestro día... – decía con cierta nostalgia Kanth, levantándose del suelo. –... este es el segundo que se nos escapa.
   – ¿Eso era un Heartless?
   – Debe serlo Jack – afirma Hanory – el aura que emana es de un sin-corazón pero más concentrado.
   – Nunca había visto uno de esa forma – Agrega Arucard.
   – Síganme – Señala Jack creando un umbral. – Vayamos al techo de la puerta principal, debemos presentarnos en la fiesta, los invitados estarán ansiosos por vernos.