Notas de un Incorpóreo Anónimo
"Han pasado cuatro años desde la extinción de la primera organización XIII y dos años desde que culminó la Keyblade War. Los participantes de dicha guerra desaparecieron y nunca se supo quien fue el vencedor, no existe...
– ¡¡¡Hombre!!! Cuanto papeleo...– Gritó sorpresivamente Jack y con aire de flojera. – Snif!.. ¿Por qué nadie tiene compasión en ayudarme con esto? – Mientras una melancolía cubre el lugar.
– Tal vez porque siempre buscas excusas para no hacerlos – La voz de una chica suena detrás de él. – De todas maneras aquí te traigo más – riéndose maliciosamente.
– Siempre apareces cuando menos se te necesita... – mirándole el cabello castaño con incomodidad. – ¿Y qué tienes allí Hanory? – extrañado, nota un animal blanco en sus brazos.
– ¡ah! ¿Esto? Lo encontré mientras inspeccionaba el A-78, es uno de los viejos experimentos y decidí traerlo. ¿No es bonito este perrito? – Levantándolo para mostrárselo mejor.
– Eehh...– Pasando sobre ambos una corriente fría. – Sabes que no se deben traer esas cosas aquí... y menos cuando tú las creas... pero haz lo que quieras – Dirigiéndose a salir de la habitación. – De todas formas, no creo que dure mucho – su tono burlón no oculta la sensación tenebrosa al decirlo.
– ¡¡Ni se te ocurra hacerle algo a Poko!! – abrazando al can.
– ¿Poko? Que nombre tan estúpido... me voy de aquí – Ya alterado se comienza a desvanecer por debajo del suelo.
– ¡¡¿Adónde crees que vas?!! – La chica lo sujeta, jalándolo de la espalda y con fuerza lo lanza hacia la montaña de documentos. – ¡No creas que soy tan estúpida! ¡No me vas a dejar este trabajo! –
– Rayos... casi me salgo de esta – Piensa decepcionado. – Bueno ya voy – con tono de flojera. En el instante en que Hanory comienza a salir de la habitación, una ráfaga de viento sale de esta; Jack pasa al lado de ella. Al darse la vuelta ve que todos los papeles ya están terminados.
*¡¡PUM!!* le lanza un golpe tan fuerte que deja a su compañero en el piso.
– ¡SIEMPRE PUDISTES HACERLO EN UN INSTANTE! ¡¿Y PENSABAS DEJÁRMELO A MÍ?!
– Auch... sabes que odio hacer estos trabajos... son muy tediosos y me fastidio demasiado – sobándose la frente y con una sonrisa chistosa en su rostro.
– ¡¡Pero si lo que te tardas es menos de un segundo!! Eres un caso perdido... idiota. – lo mira alterada mientras desaparece al doblar una esquina.
– Para ser un incorpóreo tiene un temperamento excesivo...– Susurró extrañado.
Jack se dirige al salón principal, en el camino ve a que varios incorpóreos "especiales" cuyo nombre es otorgado a los incorpóreos que mantienen su forma humana así como él, iban de un lado a otro, saliendo y entrando de los umbrales que creaban.
– La gente sí que está entretenida –
El salón era enorme, lo suficiente como para que dos Lados Oscuros estuvieran en el lugar. Con un decorado rígido o simplón, cuya blancura inmaculada del suelo de porcelana, las paredes de granito grisáceo y algunos muebles confirman el sentimiento de vacío en el lugar, Jack camina hasta los cristales que se encuentran al fondo, observando una enorme figura casi completa flotando en el cielo.
– Kingdom Hearts... un poco más y estarás completa, acabando con este estilo de vida en la que estamos atrapados – Lo menciona con un aire nostálgico pero extrañamente reconfortante.
– Es increíble que "vivimos" para eso prácticamente... – Comenta alguien mientras se para al lado, mirando por los cristales. – Aunque esté incompleta sigue siendo hermosa. –
– ¿Y cómo te fue en tu investigación Kanth? llegaste antes de lo esperado. – Colocando el brazo en su cuello. – ¿No me digas que te viniste sin haber terminado la misión? – Mostrándole una sonrisa maliciosa.
– Oye... además que he trabajado más de lo que debo, ¿vienes a reclamar?... tampoco hubo mucho que ver, el grupo solo conversaba. Pero dijeron algo que no pude entender...
– ¿Qué cosa? –
– Algo sobre buscar a un viejo amigo... – Quedándose pensativo. – Según ese alguien los ha ayudado en otras ocasiones, pero ignoro quién es. – Encogiéndose entre los hombros.
– Cierto, es extraño... pero de todas maneras no hay que bajar la guardia, ese grupo ha estado desde que nos incorporamos en este mundo en descubrir nuestro paradero. En serio que me estoy hartando de ellos – Jack presiona con fuerza sus puños para luego relajarlos.
– ¡Sr. Jack! ¡Sr. Kanth! – La voz de una chica de cabello azul cerúleo, un poco más alta del metro y medio, de una tez clara y contextura delgada se dirige a ellos de manera agitada.
– ¿Qué pasa Pandora? – Pregunta Kanth.
– Nuestros... incorpóreos de... reconocimiento fueron eliminados – Pandora intenta recuperar el aliento.
– ¿Ah? ¿A los cincuenta umbríos? – Pregunta impactado Kanth. – ¿Cómo pudieron eliminar a esa cantidad sin que lo hayamos detectado?
Todos en la organización conocen la utilidad de un umbrío. Uno de los incorpóreos de más bajo nivel, cuya creación es abundante y la velocidad de propagación para inspeccionar los mundos le da una tarea útil a la organización. Estos incorpóreos una vez que son atacados (generalmente por sin-corazones) intentan eliminar la amenaza, en caso que vayan a ser derrotados, uno regresa al castillo reportando la ubicación del conflicto, y así los incorpóreos de un mayor nivel vayan y los recolecten.
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Después de unos momentos, Jack se acerca a Pandora.
– Pandora... – mirándola seriamente. – ¿Pudieron averiguar quiénes fueron y cuál zona fue?
– Si Sr. Detectaron que fue una enorme cantidad de sin-corazones, se localizaron a cinco kilómetros, en los rascacielos del sur... y se dirigen directamente a donde se encuentra el Kingdom Hearts.
