o n e

11.9K 801 329
                                    

Papa says he got malo in him...



— ¡Maldita sea, Polly! ¡Si no bajas ahora mismo juro que patearé tu puta puerta! ¡Hazme el jodido favor de levantar tu obeso trasero de la cama o me iré sin ti!—Gritaban a las afueras de la casa.

—Wow, Polly. Si tu padre estuviera en la casa, ya lo habría echado a patadas y tu madre habría llamado a la policía hace media hora—rió una cabellera rubia, abriéndose paso por el umbral de la puerta—. No puedo creer que él sea tu novio—entró a la habitación, acompañada de dos tazas de chocolate.

—Si...yo tampoco—admitió, apoyándose sobre sus brazos, encorvándose hacia adelante, echando un ojo hacia la calle por decimoséptima vez en la noche.

Jungkook, su novio, se le veía tan despistado y feroz como siempre. Sus ojos acompañaban los aburridos pasos de sus pies, los cuales parecían estar en medio de un baile lento. La luz de los postes hacía que su rojiza chaqueta de cuero resaltara sobre la anchura de sus hombros, y aquellos ajustados jeans negros se adaptaban perfectamente a sus largas piernas. El crudo asfalto combinaba tanto como con los botines militares tanto como con su completo aspecto. Estaba bastante atractivo visualmente, al igual que siempre. Pero siempre su novia creyó firmemente reconocer que lo era aún más si su ceño estaba fruncido y su mandíbula inferior hacia adelante.

Estaba molesto, claro que lo estaba. ¿Cómo se supone que reaccionaría? Polly no se había molestado en coger el teléfono en todo el santo día en el que se suponía que saldrían a conocer aquel nuevo club del que todos hablaban.

Se presumía que era el día de Jungkook. No su cumpleaños ni mucho menos, sino, solamente su día. Un día del que se adueñaría tanto como del centro del club, como de Polly. Un día que había estado esperando; ver a Polly con el rojo vestido ceñido que él escogió era su más grande proeza en ese momento.

Pero Jungkook la había cagado, más que nunca, y hasta al fondo.

— ¿Quieres contarme lo que sucedió? Él está afuera hace más de una hora y parece que no tiene intenciones de irse—revolvió con su cuchara, deshaciendo con la bebida la espuma de crema que decoraba el tazón.

Polly volvió a apoyar su espalda contra la cabecera antes de suspirar.

—Es complicado...

—Por favor, todas las relaciones lo son, aún más si tienes a Jungkook como novio—respondió la rubia, sentándose a los pies de su prima—. Sé todo lo que dice tu madre sobre él; que es un alcohólico, que te trata mal y nunca está de buen humor. También dice que tú estás enamoradísima; que siempre te hace sonreír, te trae flores para disculparse y que se cola por tu ventana en las noches a... ya sabes—rió, palmeándole la pierna.

—También sé que te contó del collar—le sonrió triste—. Me regaló un collar de corazón, con nuestras iniciales grabadas al reverso... Aunque no lo creas, él es muy romántico. Es todo un caballero cuando quiere, y siempre trata de darme en el gusto...

Un sonido fuerte se oyó chocar contra el vidrio, y luego, otro más adentro de la habitación. Había comenzado a tirar piedras, antes de gritar nuevamente.

— ¡Puta madre, Polly! ¡Eres una rencorosa de mierda!

Silencio.

—Uy si, es todo un amor—respondió la rubia con sarcasmo.

Polly alejó el tazón de sus manos y lo colocó sobre el velador, acomodándose después el rojizo vestido sobre sus muslos mientras se sentaba sobre sus helados pies.

—No es lo que parece... ¡Dios, todo sería tan sencillo si no...!—comenzó a sollozar, tratando de tapar todo rastro de llanto con sus temblorosas manos.

Havana➳Jungkook; BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora