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❝I loved him when i left him❞

— ¿Te encuentras bien?

Jungkook apretó su mano, llamando su atención. Polly pareció reanudarse, y al instante su mueca plana se convirtió en una sonrisa angelical.

—Mejor que nunca—sus ojos se achinaron, dándole un toque infantil.

El chico no pareció poder contenerse ante tal mirada, pues posterior se dispuso a atraer a Polly por la nuca y a llenarle el rostro de besos. Empezó por sus cachetes, por sus hoyuelos, pómulos, parpados, nariz, frente, mentón y finalmente se detuvo en los labios. Sonrió sobre ellos y rió ronco. Quería hacerla sufrir, por ello se estaba tomando su tiempo. Sabía de sobra que Polly no era inmune a su encanto, y que de todas las maneras posibles, se rendiría ante él.

— ¿Te gusta molestarme, eh?—ironizó ella, mordiendo su labio, captando sus ojos.

Jungkook se acercó a su cuello, donde se dedicó a depositar suaves besos hasta su clavícula.

—No te molesto...—susurró en respuesta, volviendo a su rostro con los ojos totalmente sellados, dejándose llevar.

—Lo haces.

—Claro que no...—el aire cálido que desprendía de su boca fue a parar a los labios de ella, mezclándose con la gélida noche y perdiéndose en la oscuridad—Solo...me gusta verte así. Siempre me ha gustado verte, Polly. Sea como sea, aún si piensas que te molesto.

Delineó con su lengua la comisura de los labios de ella, antes de decidirse a explorar su cavidad bucal. Polly no dudó ni un segundo en corresponderle, de la manera más inexperta que pudo. Jungkook había conseguido lo que quería: ponerla nerviosa.

Las manos de Polly buscaron algo en que apoyarse, para no creerse desmayar. Sus manos se movían en el aire, sin saber a dónde dirigirse. No quería tocar los brazos o nuca de Jungkook, porque sabía que si lo hacía, él comprendería al instante su estado anímico. Finalmente se decidió por dejarlas quietas, aferrándose al final de su vestido borgoña.

Una tos infundada fue a parar a los oídos de ambos, haciéndolos separarse al instante, sin muchas ganas de por medio.

— ¿Nombre?

—Jeon Jungkook—respondió seco, cruzando sus brazos sobre su pecho.

— ¿Tienen reservaciones?

— ¿Tu qué crees? Somos niñas exploradoras, venimos a ofrecerte galletas de chocolate.

Polly ocultó una risa tras su flequillo, y luego se reincorporó no siendo partícipe de la "animada" conversación.

La de pelo castaño arregló su aspecto rápidamente. Separando los cabellos largo que caían de su frente, llevándolos hacia la parte trasera, y los más cortos acomodándolos en su frente. Sacó su espejo de mano, revisando si por causa del extasiado beso su labial se había corrido; pero no parecía ser el caso. Sonrió para sí misma y se dispuso a guardarlo en su cartera, pero antes de aquello, una fuerte luz neón de color rojo se reflejó en este. Llevantó su mirada del espejo y contempló el cartel.

"Club Nocturno: Havana"

Jungkook jaló el brazo de Polly hacia adentro del local, sonriéndole con travesura.

—La noche acaba de empezar, mi chica...—había terminado de decir en español.


— ¿Señorita, gusta un trago?

Solo aquella pregunta bastó para que Polly elevara su rostro por primera vez en toda la noche.

Luego de acceder acudir a la salida con Jungkook, no podía esperársele menos que lo que le estaba ocurriendo. Apenas había puesto un pie dentro del club, una ola de calor le subió por todo el cuerpo, haciendo que se mareara en pleno acto. Si bien esperaba que la emoción la llenara en un instante (es decir ¡hola! Jungkook aquella noche estaba despampanante y había demostrado de verdad quererla, no solo con su corazón sino de todas las maneras posibles) no podía ser, después de todo, la pelea de hace media hora atrás no se hallaba del todo digerida.

Havana➳Jungkook; BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora