¡Extra! ¡Extra!

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[En el cuarto de Zafiro]

Adal movió con cuidado las cobijas de su cama, procurando que Oscar no se le resbalara.
Lo puso en las esquina, primero recostando su espalda y dejando su cabeza en la almohada para después subir sus piernas.

-Oye~ Adal.-Lo llamó adormilado.

-¿Qué quieres, borracho?- Respondió acercándose a la cama poniéndose una playera de las chivas que hacían juego con su short.

A un paso de la cama, sintió como el mayor lo jaló hacia él y una vez encima, giró rápido poniéndose encima de Adal.

-Quién fuera sol para darte todo el día.~

-¡Deja de estar jodiendo! ¡Pesas un chingo!-Reclamaba el Chacas mientras trataba de alejar la cara de Oscar por lo mucho que se había acercado a decirle su piropo.

-Ándale, si no te gusta me quito, no hay pedo we.-Terminó de hablar y comenzó a besar el cuello del menor mientras metía una de sus manos por debajo de su playera.

-Os-oscar, no hagas eso, nos van a escuchar.-Trató de alejarlo empujando sus manos contra el pecho del otro, pero con forme la sensación de placer lo llenaba, perdió cualquier fuerza para defenderse.

Cuando ya se había dado por vencido y se estaba dejando llevar, sintió más peso sobre su pecho que antes.

-¿Oscar..?- miró a su novio recargado por completo en su pecho. Movió a un lado el cabello que cubría sus ojos para darse cuenta de que estaba completamente dormido, los ronquidos que escuchó después se lo confirmaron.- Éste pendejo...Mi pendejo.-dijo en voz alta y le dió un beso en la frente a su pareja.

[En el cuarto del Chacas]

Entró el General al cuarto, para acostar boca arriba a su novio sobre cama.

Chad aún tenía puesto el traje y éste estaba lleno de limón, sal y cerveza. James tenía que cambiarlo.

Con cuidado quitó el saco y la corbata, aunque ese no era el problema... Era lo que faltaba. Como si se tratase de poner el hilo en una aguja, quitó la playera del menor de su cuerpo.

Ya había visto muchas veces a Chad sin camisa, pero ésta vez era diferente, su cara estaba roja por el alcohol, parte de su cuello y pecho estaban sudando ligeramente y una línea de saliva salía de su boca. Si tuvieran que censurar alguna de las escenas que pasaban por la mente del General, la pantalla estaría totalmente en negro, entre más lo veía más se nublaba su mente.

-Cálmate James, solo cálmate.- Pensaba en voz alta tratando de despejar sus ideas.

Como pudo, lo vistió con una playera que sacó de su maleta.
La parte de abajo fue igual, pensamientos sucios sobre cada parte del cuerpo de su novio y remordimiento por sus fantasías.
Cuando terminó de ponerle la pijama se recostó al lado de él. Cerró los ojos pero al poco tiempo escuchó que el menor comenzó a moverse.

-James.-susurró adormilado.

-¿Si?

-¿Por qué no quieres ser mi camión y subirme en la parada?-miró triste a su pareja.

-Chad, recuérdame ya no dejar que te juntes con Oscar y no es que no quiera hacerte nada... Pero tu me pediste que te diera tiempo, y además...- hizo una pausa pensando bien si quería decir algo tan cursi, concluyendo que su novio estaba demasiado ebrio y probablemente no se acordaría en la mañana.- Además, quiero que recuerdes cada momento que estemos juntos en ese entonces, y en este estado no vas a recordar ni la mitad.-puso su ante brazo en su frente con un leve sonrojo, producto de lo que acababa de decir.

Chad solo sonrió y se acomodó en el pecho de James.

-Eso quería escuchar.-dijo feliz para comenzar a dormir.

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Limpieza hecha por: Dani-ken

☮Cosas de pareja☮  [MvsM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora