Capítulo Único

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Este One Shot llega a ustedes con el auspicio de nadie, bueno mío y de mi insomnio que me permitió terminarlo tarde, bastante tarde, ya que se trataba de un regalo de cumpleaños muy retrasado.
Este es un regalo para Kuchi-San quien estuvo de cumple hace algunos días. Sorry Gloria que llegue con algo de retraso. Espero lo disfrutes.

Bueno no quiero extender más esto, encontraran notas como siempre al final.

¡Disfruten!

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Primero sintió cómo se bloqueó su tráquea. Un golpe firme cortó un poco su respiración. Seguido de un gancho directo a su nariz y percibió como un flujo de sangre comenzaba a ahogar sus intentos de recibir aire. Siguió un codazo a su costado, contra sus costillas, que fue rematado con una patada en la boca del estómago que lo desbalanceó y haciéndolo caer de frente al suelo o eso esperaba, ya que en el camino algo filoso se cruzó entre el piso y su frente, haciendo un corte en su sien derecha. Y en ningún momento trató de evitar los golpes, no bloqueó ninguno, no tuvo tiempo.

—Luces. —la escuchó decir y se lamentó por lo que vendría. Seguro una buena reprimenda.

Natasha Romanoff miró al tipo tendido en el piso de su habitación, este había hecho un sonido apagado al caer contra la alfombra. Y ahora gemía un poco. Frunció el entrecejo totalmente desconcertada.

— ¡Maldición Rogers! ¿Qué rayos estabas haciendo? —la voz fue lo suficientemente fuerte para que a Steve Rogers se le destemplen los tímpanos, no sabía si por el golpe o el elevado sonido de su voz.

El soldado se giró un poco quedando boca arriba, con la vista nublada por el golpe en su nariz, sus ojos lagrimeaban debido a este golpe. Su mano izquierda fue directo a su cara y sintió húmedo —sangre—, la alejó un poco para mirarla y vio algunas manchas rojas. Inmediatamente trató de mirar a la espía, aún con la vista nublada y tosiendo un poco buscando algo del aire que se le escapó entre golpes.

—Lo siento —alcanzó a decir e intentó sentarse. Natasha lo ayudó, usando de respaldo la cama.

Steve se quería quedar allí, todavía estaba un poco aturdido y aún no maquinaba una excusa para justificarse ¿Por qué estaba entrando en la habitación de la espía rusa a las 2 de la madrugada? Otros dirían que no aprecia su vida, pero él no era cualquiera y definitivamente no esperaba ese recibimiento.

Y mientras pensaba en una buena excusa, Natasha le examinaba los golpes, quería asegurarse de que estuviera bien, aunque había un poco de sangre de por medio. Fue al baño y le alcanzó una toalla pequeña para su nariz.

—Estoy bien Nat, sólo dame un minuto.

Pero la espía no se iba a dejar convencer. Ella pensaba que de haberse defendido hubiera sido peor, lo hubiera tomado como hostil y habría sido más dura con él. Por suerte Steve sólo fue un saco de golpes. Ya hasta le daba pena. Estúpido Rogers ¿Por qué entra sin avisar?

Entonces tiró de Steve y trató de sacarlo de la habitación.

— ¿A dónde vamos? —preguntó el soldado que sólo se dejaba llevar todavía un poco turbado.

La espía se colocó como soporte haciendo que se apoye en ella e intentaba caminar con Steve a rastras que no colaboraba mucho mientras sostenía la toalla en su nariz pues esta seguía sangrando.

—A la enfermería.

Él se detuvo y ella lo miró con determinación instándole a continuar si no quería sufrir las consecuencias de una buena reprimenda allí mismo.

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