03

5.7K 450 38
                                    

— ¡Soy lo más! ¡Soy impresionante! — salté sobre Hoseok — ¿Qué me vas a regalar? Saqué la mejor nota de mi clase, les dije que le iba a callar la boca a ese viejo y lo hice — río a carcajadas. Ya hasta parezco loca.

— ¡Wao felicidades! — me da un beso en la mejilla.

— Gracias — le digo y voy hacía donde está mi hermano — ¿No vas a felicitarme?

— Claro que sí, muchas felicidades mi enana — sonríe y me da un fuerte abrazo.

— Me vas a matar — digo entre sus brazos. Me estaba apretando demasiado.

— Y ese profesor que te estaba molestando, ¿cómo va eso?

— De eso quería hablar. Oppa, ¿no es raro? Ahora me trata súper bien, no se mete conmigo y además fui la mejor de su clase — expliqué.

— ¿Por qué sería raro? — niega con la cabeza.

— No sé, yo lo veo raro — me quedé pensando — Hoseok y Unnie? — pregunto por su novia que es mi mejor amiga.

— Está en su casa aún durmiendo, ayer nos fuimos a una fiesta y llegamos muy tarde — hace un ademán con su mano.

— Jea tienes que ir al mercado, no hay nada en el refri.

— ¿Qué? ¿Por qué yo? — protesto enseguida.

— Porque la última vez fui yo, así que te toca a ti — alza sus cejas victorioso.

— Pero, está bien — caigo rendida en el sofá. No quiero ir.

— Hola chicos, ¿qué hacen? — entran Jin y Tae.

— Nada — respondo sin ganas — Jin Oppa, ¿me acompañas al mercado? — pongo cara de perro abandonado.

— ¿Ahora? — asiento con la cabeza — Ahora no puedo, lo siento pero tengo cosas que hacer.

— Yo puedo ir contigo — dice Tae y mis ojos se iluminan. Alguien compasivo en esta casa.

— Bueno esperame aquí, bajo enseguida.

(...)

— ¿Ya compramos todo? — pregunta sentado sobre un banco. Ya era muy tarde.

— Sí, ya está todo, vamos — comienzo a caminar y de un fuerte jalón Tae me saca de la calle.

Me quedé con los ojos como platos. Nuestros cuerpos y rostros estaban a centímetros. Podía sentir su respiración acelerada en mi rostro.

— ¿¡Estás ciega!? — grita — ¿¡No viste el auto!? Casi te atropella

Y ahí fue cuando reaccioné y me di cuenta de que iba a cruzar la calle y no había mirado hacía los lados. Un Señor dentro de un auto estaba gritándome y después arrancó y se fue.

— No me di cuenta... — apenas y puede decir.

— No lo vuelvas a hacer, ya no eres una niña, ¿no sabes que antes de cruzar debes mirar? — parecía alterado. Sus ojos al igual que los míos estaban muy abiertos y su rostro con una expresión asustada.

— Estoy bien — gago que me suelte — Vámonos.

—  Espera — toma mi mano — Antes quiero ir a un lugar — dice y sonríe.

— ¿Es aquí? — pregunto sentándome en el muro que separa el mar de nosotros.

— Sí — sonríe ampliamente y se detiene.

Alza la cabeza mirando hacía el cielo, cierra los ojos y respira profundamente.

— ¿Qué estás haciendo? — pregunto con el ceño fruncido.

— ¿Nunca has hecho esto?

— No, ni siquiera sé que es lo que estás haciendo.

— Es lo mejor del mundo, cuando necesites relajarte, parate frente al mar cierra los ojos y deja que la brisa acaricie tu rostro.  Después lo único que tiene que hacer es respirar profundamente.

— Oh, ya veo.

— Ven, intentalo — me baja del muro y toma mi mano volteándome frente al mar.

— Tae, no creo que...

— Shh — pone su dedo en mis labios — Solo hazlo.

Y así fue, cerré mis ojos dejé que la brisa acariciara mi rostro y después respiré. Extrañamente si era realmente reconfortable, como si después de hacerlo tuvieras un nuevo comienzo o simplemente un descanso después de la tormenta.

— Felicidades — escucho su voz detrás de mi.

— Te enterarse de mi nota. Viste, fue la mejor de...

— No me refiero a eso. Es tu cumpleaños, ya son las 12:00am.

Y cuando me voy a girar hacía él no puedo, porque sus manos rodean mi cintura y me abraza por la espalda. Una ola de emosiones golpea mi corazón y este comienza a palpitar descontroladamente ¿Qué está pasándome?

— Feliz Cumpleaños Kim Jea.

Quedamos así. Por alguna razón desconocida no quería que se alejara. Su abrazo era tan cariñoso y cálido. Este chico, sonrío, ni siquiera yo me acordaba de mi cumpleaños.

 Este chico, sonrío, ni siquiera yo me acordaba de mi cumpleaños

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Close; VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora