1 « 하나

2K 222 29
                                    

Hafefobia, la hafefobia es una fobia específica donde el sujeto tiene miedo ante el hecho de tocar o ser tocado.

No es una fobia exclusiva hacia las personas desconocidas o extrañas, el padecedor se protege incluso ante el toque más insignificante de sus más queridos familiares.

Las personas con hafefobia tienden a proteger de manera exagerada su propio espacio, llegando a temer por la invasión de este.

Este tipo de fobia se suele dar por una mala enseñanza, causada por algo que podemos conocer como trauma. La persona conecta el contacto físico con ese recuerdo que tanto le atormenta, y se protege.
Aunque no quedan por olvidar los casos en los que simplemente el cerebro actúa por nosotros.

Esto puede derivar en ataques de pánico, llantos incontrolados, sudoración y conducta agresiva con tal de no sucumbir al estímulo.

.

.

.

.

Chan P.O.V :

Me escabullía por los callejones de mala muerte con tal de no toparme con nadie. Ya era una rutina más.
Las cajas no cambiaban de posición, me sabía el recorrido de memoria.
Giré en la siguiente esquina, haciendo rebotar mi mochila al hombro.
Por un camino de tierra di por finalizada mi travesía para pararme ante las puertas azules que me separaban del mismo infierno.

Pasillos llenos de gente alborotada, espacios reducidos para muchas personas.
No me sentía demasiado cómodo ahí que se diga.

Inspiré hondo y tomé fuerza para ser el Chan de todos los días. Un chico algo tímido pero abiertamente alegre, con una sonrisa plasmada de oreja a oreja, un chico de 16 que vive una vida normal. Un chico que es rechazado por la mayoría por el simple hecho de repudiar el toque humano, pero es repudiado mientras sonríe.

Saqué mi mejor sonrisa y entré a por todas.

Gracias a dios no había demasiada gente rondando por ahí, era aún algo temprano, pensé mirando las agujas del reloj. En poco tiempo me había vuelto un experto en andar entre mogollones de gente sin tocar a nadie, la gente piensa que es divertido verme, aunque realmente lo paso mal.

Con una parada en mi taquilla, fui directo a mi clase.

Había convencido al profesor a principio de curso de que me diera una mesa para mi solo. Fue bastante difícil, pero llegamos a un acuerdo, yo limpiaría la clase al final del día a cambio.

Mis compañeros no se lo tomaron que se diga bastante bien, y me aliviaría poder decir que sus comentarios no me afectaban. Podía notar como se acumulaban poco a poco, dejando pinchazos de ahí por donde entraban, solo agujas afiladas que tienen un objetivo de herir.
O tal vez no.
Pero es molesto ver por esa milésima de segundo la cara se la personas cuando me aparto de un intento de abrazo.

Abrí la puerta del salón, eché un vistazo, deteniendo mi vista en Jason, para luego dejarme caer en el asiento más remoto. Dos puestos más al ante, dio la vuelta a su silla para regalarme una sonrisa, le devolví el gesto, dejando el peso de mi cabeza apoyado en mi brazo.

Jason había sido la primera persona en el instituto que siguió conmigo tras saber de mi fobia, cada sonrisa en su cara sacaba una de las millones de agujas que otros habían clavado. Era reconfortable saber que aún habían personas como él.

De un momento a otro reparé en un detalle no del todo pequeño, había otra mesa pegada a mi puesto. Mis manos empezaron a sudar, busqué nervioso al profesor con la mirada, sin resultados. Sabía qué era tener un compañero de puesto: choques de codos, dejarle material y que te roce al cogerlo, cercanía innecesaria, y un largo etcétera. No quería eso, ¿dónde quedó la promesa?

- Ey Channie, que pasa? - dijo borrando la sonrisa de su cara. Sólo señalé el asiento de la derecha, él lo pilló a la primera.

- No quiero estar sentado al lado de alguien, no quiero que mi piel queme - hice un pequeño puchero. Kwan estaba confundido, con alguien normal se acercaría y lo calmaría, pero si se acercabaa mí conseguiría lo contrario.

- No tienes por qué... Habla con el profesor.

- Ya ves de lo que sirvió - echándole un pequeño vistazo a mi derecha volví a mirar a Jason - Hyung tengo miedo, y si me tiende la mano? Y si es una persona que habla demasiado cerca? - Tragué mis palabras y me detuve si no quería seguir empeorando la situación.

- Chan... Solo... Relájate, el chico te entenderá si le explicas. - Me dedicó una tierna sonrisa de conejo para luego girarse, el profesor había llegado. Y no solo, traía a un alumno, cabello rubio, cara con rasgos definidos y mandíbula marcada, lo que le hacía parecer más varonil.

- Clase, hoy tendrán un nuevo compañero, todos sabemos lo difícil que es adaptarse a una nueva escuela, así que trátenlo bien - Sonrió de una manera algo forzada y prosiguió, esta vez mirando al chico extraño del que no había podido apartar la mirada- Park, podrías presentarte ante la clase? - El chico asintió.

-Ehh... Buenos días, soy Park Junhee, aunque me pueden decir solo Jun - Hizo una breve pausa- me gustan los videojuegos y cantar, mi mayor sueño es llegar a ser un Idol. Dicen que soy bastante sociable, así que encantado de conocerlos a todos - Hizo una reverencia, y siguiendo las indicaciones del profesor se sentó a mi lado. Me tensé cuando se dirigió a mí. Extendiendo la mano empezó a hablar, Jason me miraba desde su asiento preocupado.

- Encantado, seremos compañeros de puesto así que espero que nos llevemos bien - Sonriente - Tú ya sabes mi nombre, ¿cómo te llamas?

Me encogí en el sitio y bajé la mirada hacia mi recién abierto libro, pasando por alto su mano.

-Kang YooChan... - dije en un susurro, tomando el boli para empezar a tomar notas de la clase. Me sentí mal ante su expresión decepcionada, pero mi cara ardía y no me sentía con fuerzas para darle aquí la charla del día sobre mi problema. Así solo me tomará por antipático, no por un bicho raro.

Hafefobia ➳ JunChanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora