3 « 셋

1.3K 168 57
                                    

Narrador omnisciente

Solo unos simples pasos más bastaron para traspasar el fino margen que los separaba de la libertad.
Sólo esos simples pasos para que la risa de Junhee se calmara un poco, no todos los días alguien aceptaba andar a saltitos mientras se aferraba a unas simples tiras de tela. Y menos si él era quien estaba a su lado, cogiendo aquella mochila tan colorida que gritaba a todo pulmón que el castaño era alguien alegre... por mucho que actuase algo extraño.

Sin borrar su sonrisa, paró justo en mitad de la acera. Se dió cuenta de un pequeño detalle, no sabía a dónde tenía que llevar a ese desprotegido cachorrito, más conocido como Chan.

Jun pensaba firmemente que, su hipótesis del cachorrito, cada vez tomaba más fuerza cuando el menor no paraba de desviar la mirada, nervioso. Les esperaba un largo camino...

-Ey -Jun llamó la atención de su menor, que seguía distraído, mirando a cualquier parte. Chan lo miró extrañado, ¿por qué se había parado?- Al menos que creas que soy adivino, necesito saber dónde vives para poder llevarte -Dijo soltando una risa leve ante la cara avergonzada del contrario.

- Es cierto -Carcajeo, notablemente nervioso- Solo... -Miro alrededor- Ve por allí -Señaló una calle secundaria que se perdía en algún lugar después de girar a la izquierda.

🐣🐤🐥

Los golpes en la puerta no rezaban detenerse. ¿Por qué Donghun no entendía que su tobillo no era para tanto?

- ¡Kang Yoo Chan, déjame pasar de una buena vez! -Suspiró. Sabía que tenía buenas intenciones, pero necesitaba dormir si quería tener fuerzas para ir a trabajar.

Porque, dime tú cómo pagaría el alquiler y la comida si no. No se podía permitir el lujo de quedarse en la calle, tenía un hermano y una canguro a los que mantener.

Él iba después, no dejaría que su pequeño hermano viviera en la miseria por culpa de... Bueno, eso ahora daba igual.

- ¡Déjame dormir! -Gritó Chan de vuelta con esperanza de que le hiciera caso a sus palabras, aunque fuera por primera vez.

- ¡Te dejaré dormir cuando me dejes curar tu tobillo! -Se cubrió la cabeza con la almohada e hizo oídos sordos. Nada ni nadie le impediría dormir un rato.

Sin hablar de la posibilidad de que le toque mientras lo cura. No quería ni pensarlo.

Entre gritos y golpetazos a la puerta, consiguió su preciado tiempo de descanso. Descanso hasta que llegaron Jisoo y Kisung montando alboroto, el cual cesó minutos después.

Jisoo, la jóven canguro, recogía a su hermano de la guardería, venía a coger lo necesario para cuidarlo y lo llevaba de vuelta a su casa. Ella era consciente de la carga que llevaba Chan encima y no quería molestarlo aún más con los gritos del pequeño en casa.

Chan era aún un chico muy jóven, pero tuvo que madurar muy rápido debido a sus circunstancias, lo que lo obligó a buscar varios trabajos para poder pagar una vida normal en la ciudad.

Jisoo siempre había tenido mucha intriga con respecto al pasado del chico, ese antes que nunca nadie se atrevía a nombrar. ¿Dónde estaban sus padres? ¿Por qué se vino a vivir aquí, solo, con su hermano? ¿Quién era el Chan oculto detrás de las sonrisas? Sabía que había algo más, pero no preguntó. No se atrevía a preguntar.

Hafefobia ➳ JunChanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora