Capitulo 1 - Principio de un sueño

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Mi nombre es Laurel, aunque soy más conocida como "Lau". Hoy al fin, se cumplirá uno de mis más grandes anhelos, aquel que llevo soñando desde que tengo doce años; me compraré una moto.

Sí, puede que otras chicas de mi edad a estas alturas de la vida quiera ir a vivir junto a sus amigas, imaginar su boda y los hijos que tendrá, junto a todas las tonterías que llevan consigo. Pero en mi caso no es así, el término "hija de papi" no va conmigo, así como todos los lujos que tienen aquellas que podría llamárseles así. No vivo en la miseria, pero tampoco derrocho dinero por todas partes; digamos que encajo en ese intermedio entre ambos estatus sociales.

Vivo junto a mi madre, mi hermano mayor por dos años Tyler y Ashley, la menor de 11. Mis progenitores cortaron su lazo cuando yo apenas llevaba 11 o 12 años de vida, no lo puedo recordar del todo bien, pero hasta ahora sé, que mi padre consiguió otra mujer; lo que no ha resultado del mismo modo con mi mamá. Dice que está bien con ello y nosotros respetamos sus decisiones.

Tyler ha tomado el lugar del "hombre de la casa", lo que conlleva a que se comporte de manera sobreprotectora, teniéndonos en la mira a mi pequeña hermana y a mí.

Aun así, el muchacho se sale con la suya; al ser uno de los chicos más guapos del colegio - y no lo digo por ser su hermana, de hecho, mi mejor amiga Melina asegura que es un dios griego-.

Mi actitud es un poco rebelde, así como dirían los ancianos. Correr riesgos y disfrutar de la acción es lo que me impulsa y llena por dentro. Las carreras de motos ilegales, en donde es presente el tráfico de drogas, asisten personas que han estado en la cárcel más de una vez y demás, son mi pasatiempo favorito en donde me reúno con todos mis amigos igual de conflictivos o aún peores que yo.

Mi amor por esas máquinas de dos ruedas nació cuando tenía quince, fue la primea vez que asistí a una carrera; un chico me dejó correr su moto y la sensación del viento en la cara, el cabello teniendo vida propia y ese grado de adrenalina que sientes al acelerar cada vez más, me dejó maravillada.

Hoy al fin sería el día en que tendría unapropia, al fin sería el día en que podré hacer lo que amo cada vez que se meplazca    

Tenias que ser tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora