•LOS PENSAMIENTOS DEL DIABLO•

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Diréis que el Diablo solo piensa en sexo, alcohol, fiesta,etc... En fin, que solo piensa en satisfacer sus deseos que van acorde a su nueva forma, la humana.
Pero en verdad, sus pensamientos están alejados de La Tierra. Piensa en su padre, en su madre, en el Cielo y en su antiguo hogar, del cuál el era soberano y señor; el Infierno.
Y también piensa en su hermano, Amenadiel; el cual lo estaba buscando para devolverlo al Infierno, y he de decir que no es agradable vivir allí. Mucha ceniza, muy sombrío, demasiado calor... Y aunque parece frío a la vista, las calderas de Hades se ocupaban de desmentirlo.
Pero creo que ahora lo mejor sera volver a mi trabajo, que tampoco me lo tomaba como ello, ya que cada noche era una nueva fiesta, una nueva borrachera y un buen sexo.
No todo era bonito en esta ciudad; aunque para mi era indiferente, ya que los crímenes que resolvía con la Inspectora Decker, eran realizados por personas seguidoras del pecado. Ese pecado, que a la hora de morir, sería castigado por uno de mis Demonios Torturadores.
Tampoco me sorprende que entre tanta gente al Infierno, sucumben muy rápido a sus deseos carnales.
Deje estos pensamientos de lado para entrar al Lux y servirme un trago de Jack Daniel's. Estaba aburrido, no voy a negarlo; Decker no me llamó para ningún nuevo caso, al parecer seguía con lo de Palmeto y además tenía que cuidar a Trixie, ya que el Inspector Capullo no estaba en casa.
<<Juega al billar>>-pensé.
Así lo hice, jugué por largo rato al billar mientras en cada partida me tomaba un nuevo trago de JD. Luego de esto practique en el piano, hasta que llegó la noche a Los Ángeles y el Lux se llenó de gente queriendo disfrutar de las maravillas de la noche.

LUCIFER©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora