díα cero
Narra Demi:
Me desperté de una mientras la pesadilla que había tenido todavía me rondaba en la cabeza y los gritos desgarradores de mi madre gritándome que cada vez me parecía más a mi padre retumbaban por mi cabeza.
Me lleve la mano a la sien e intente alejar un poco el dolor, pero el dolor físico era lo que menos importaba.
Me gustaba el dolor, o tal vez era por que ya estaba acostumbrada y era una situación que lidiaba todos los días.
—¡Demitria!—Escuché a mi madre gritar con todas sus fuerzas desde el segundo piso de la casa—Si no bajas en un minuto te castigaré.
Di un tirón a la sabana para despojarme de ella y me dirige al baño para lavarme el rostro que ya comenzaba a palidecer. Gracias a Dios, los dos últimos dos meses me había disciplinado y no había desayunado ni cenado nada, mi única comida era un poco de frutilla en la tarde, y algunas veces—la mayoría—solía arrepentirme y correr al baño para quitarme el peso de culpa de encima.
Baje las escaleras y sentía como el cuerpo me pesaba más de lo habitual, pero, ¿Cómo era eso posible?
—Que bueno que has bajado, querida—Me sonrío sinicamente.
Y escuchar su voz solo empeoro más las cosas.
—¡Tenemos buenas noticias!—Hablo mi hermana pequeña y se acerco a la mesa para despegar la silla delantera de la mesa y rechinar las patas contra la madera.
—Así—Dijo mi madre y poso la mirada en mi hermana como una arpía en acción—¿Cuáles?
Mi hermana me miró nerviosa pidiendo ayuda y al instante hable: —Em, he pasado el examen de matemáticas con el 97% bien
Mi madre suspiró y me miro con rencor y luego dejo los platos con desayuno en la mesa, los miré con asco y mi estómago pidió a gritos que le diera algún alimento, eso merecería un castigo para más tarde.
—Por fin has hecho algo un poco bien Demitria—Dijo mi madre y me miró en expresión neutral.
Mi hermana me miró agradecida y solo logre asentirle para decirle que no sé preocupara.
—No desayunaré—Dije al instante que mi estómago me volvió a reclamar.
—Está bien, más comida para mí—Musitó mi madre levantando sus hombros de manera de "No me importas".
Me levante de la silla y deje el platillo, aunque por dentro me moría de ganas por devorarlo. Pase por un lado de con mi hermana y me entrego un papel hecho bola que tenía garabatos arrugados, me guiño un ojo y rápido corrí a fuera de la casa para que mi madre no notará aquello y quisiera aniquilarnos.
Vi a los vecinos como cotianamente solían estar: la señora Gums regañando a su perro por haber pisado el cesped recién mojado, el señor Lopéz leyendo un periodico de la semana —aunque todos los del vecindario sabíamos que ya no alcanza a leer ni un ápice— y la señora Benson regando sus plantas. ¡Pero un momento! Había algo nuevo, ví como una chica corpulenta y con buenas curvas se bajaba de un auto y se dirigía a la nueva casa de renta, mientras cargaba cajas y bolsas y las llevaba una y otra ves hacía el apartamento. Al notar mi mirada me sonrió y estiro su mano desde el otro extremo de la calle y la sacudió saludándome.
Por ahora no necesitaba más personas preguntándome como me sentía.
—¡Soy ____!—Me gritó desde la puerta de su apartamento.
Y me giré ignorandola y revolotée los ojos. Chica boba.
Aunque... Me gustaría ser ella, su cuerpo, tan lindo y con curvas hermosas. Sus ojos verdes pardos y su cabello largo y sedoso como toda chica quiere.
¡Esto también merecía un castigo! Tendría que castigarme mas tarde.
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Espero que les guste den 5 fav y les hago maraton.
-C xx.
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Unbroken - Demi Lovato
RomanceLa verdad es que no sabía nada acerca de ella, pero las dos habíamos coincidido en la idea de la renta de un apartamento. Y cómo las rentas en Texas son demasiado altas habíamos decidido compartir apartamento... Pero quién imaginaría que justo cuand...