Unbroken - Demi Lovato

Capítulo 14:

Me abrazo a mi misma cuando ella se retira de mi habitación, seguramente sabrá que odiaré no estar con su compañía durante la noche y eso me enfada.

Me recosté con tristeza bajo mis sabanas y sollocé fastidiada conmigo misma. Pero, sabía que no deseaba que Demi se culpará por todo, sólo por haberle dicho aquello. Así que, me pongo en modo de Valentía y me visto lo más apresurada que puedo, utilizando unos shorts playeros rotos y agujerados, y una camisa rosa pálido holgada.

Cuando me encontré en frente de su ventana, tapada por las cortinas, tuve que hacer un gran esfuerzo para abrirla. Estaba segura de que Demi había dejado la ventana abierta para mi, pero sin tomar mucha atención a eso me escurrí por la ventana con un salto patético que para nada estaba a la altura del salto ninja de Demi.

—¿Demi? —dije, fuerte a evidencia de que no había nadie en la casa. Solamente ella y yo. —¿Demi? Déjate de boberas y dime donde estas.

El corazón me taladra tan fuerte, que creo tener un infarto. La intuición de que algo esta a punto de ser peor que antes me llena el estómago provocandome nauseas.

Caminé lentamente, inspeccionando cada rincón de la casa.
Corrí al escuchar sus sollozos llegar hasta mis oídos y el corazón me crujió de escucharla tan débil. Pero cuando llegue al punto donde se suponía que debía estar ella, estaba vacío, era el dormitorio de su hermana, y lo único que pude visualizar era una grabación en la mesita principal, y bajo de ella un papel.

Los tomé con las manos hiperventilandome y temblorosas, entonces, pique el botón rojo de aquella cosa cuadrada y rara que emitía los sollozos que aparentaban ser Demi, y fue cuando la grabación comenzó:

Era su llantó.

—Esto, es muy duro para mí, si es que alguien lo esta escuchando —dijo entre voz agónica— quiero que sepan que estoy bien en donde este. Y ____, quise darnos una última noche para las dos, pero comprendí que jamás podre ser querida, por más que yo te ame.

La respiración se me cortó y mis ojos se picaron de lágrimas.
Ella me amaba y se había marchado, la había dejado marcharse.

—Y sólo quiero decir —continúo— que su mundo será mejor sin mi en él. Yo simplemente, no puedo encajar en él. Adiós.

La última palabra había sonado como un suspiro que me hizo helar mi cuerpo y sacudirlo con fervor. Y sabía lo que ese adiós implicaba para Demi: se había marchado de este mundo.

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espero que les guste!

-C xx.