Hubiese llegado tarde de no ser porque su hermana la despertó, no podía llegar tarde el primer día de clases, llegó corriendo a la puerta junto a Ashido, con quien se había encontrado en el camino y era habían estado en la misma secundaria, el chico pelirrosado pego un grito al cielo al ver el actual cabello rojo de la chica, además de la pequeña cicatriz sobre el ojo derecho, pero ambos iban tarde y tuvieron que correr por suerte para ambos no había llegado su nuevo profesor, había una lista de los asientos y Eiji se colocó donde correspondía, justo detrás de una chica rubia que conversaba con el chico que se encontraba a su izquierda, apenas la pelirroja se sentó la muchacha rubia se volteo y le hablo.
—Soy Kaminari—Dijo alegre, la muchacha tenía el pelo rubio y un mecho negro en el flequillo—Y el chico de aquí—Apuntando al muchacho que se sentaba a su izquierda, era pelimorado con el cabello muy corto, y llevaba unos audífonos puestos—El es Jirou—Hizo un gesto de saludo con la mano.—Kirishima, un gusto—Eiji sonrió mostrando sus dientes filosos. Estuvieron conversando como si se conociesen desde siempre, la pelirroja estaba feliz de conocer a alguien tan sociable, Jirou comentaba de vez en cuando. Solo le faltaba conocer a sus otros 16 compañeros, pensaba Eiji.
—Buenos días clases—Dijo entrando una mujer el cabello largo, desaliñado y negro, unas ojeras bajo sus oscuros ojos, esa era su profesora jefe.
Se levanto para saludar al docente, y mientras todos sus compañeros estaban levantados saludando a la profesora, se percató de una cabellera rubia ceniza a unos puestos de distancia, sintió la sensación de haberla visto en algún lugar antes pero no podía asegurar que eran la misma persona, tal vez solo se parecen, después de todo ya podría averiguarlo.
Durante los recesos hablo con Kaminari, Jirou, también se agregó a la conversación una chica que se apellidaba Sero, había conocido a algunos de sus compañeros, que en realidad eran más compañeras que compañeros, la chica rubia ceniza se llama Bakugou Katsuki, Eiji se encargó de memorizarlo, porque cada vez que la veía estaba segura que era la chica del Reddo. No había podido ir la cafetería porque de durante las vacaciones había tenido unas cuantas complicaciones, así que no pudo volver a ver a la chica nueva, quien estaba segura que era su compañera, pensó en preguntarle, pero a la chica no parecía agradarle la gente. Y así finalizó su primer día de clases, guardaba sus cosas cuando notó como la chica rubia ceniza se retiró rápidamente, Eiji guardó sus cosas rápido, se despidió de Kaminari y de Jirou, su hermana se iría con una amiga -que Eiji sospechaba que era más que una amiga- por ende Eiji se iría sola, pasaría a la cafetería, ya extrañaba ir.
La campanilla sonó y ella entró por el lugar, ese olor dulce de metió dentro de su narices. Se dirigió a una mesa vacía y tomó asiento, no pasaron ni dos minutos cuando sonaron pasos fuertes en dirección a su mesa. Levanto la mirada y rojo con rojo se enfrentaron. Unos furiosos y los otros alegres, se estaba conteniendo y se notaba. Tenía un tic sobre el ojo derecho y parecía que planeaba el asesinato de la pelirroja.
—¿Que...vas a querer?—Dijo de forma forzada. Eiji la causaba mucha gracia y soltó una risa—¿De que mier... te ríes?—La pelirroja negó completamente.
—Café y kasutera, por favor, Bakugou—Dijo remarcando el apellido de la contraria. La otra bufo y se retiró. Me van a asesinar.
Kirishima pensaba en que iba a morir apenas sacara un pie del lugar, solo esperaba tener la oportunidad para huir. Llegó su orden y antes que pudiese decir algo Katsuki se retiró dejando la comida en la mesa, Eiji corto un poco de kasutera y probó, como adoraba ese postre, un sorbo de café. Estaba...¿picante? Fue una sensación extraña el beber de eso, se lo merecía, intentó seguir bebiendo pero no podía del todo, no logró tomar ni media taza cuando se rindió. Terminó su dulce, al menos el pedazo de Kasutera sabía igual, dejó la taza sobre el plato, sabía el precio exacto del dulce y del café, simplemente dejo el dinero con algo de propina sobre la mesa y se retiró cuando Bakugou no estuviese mirando, quería vivir un día más.
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Faldas cortas
Fanfiction"Así que cuando vio esa acogedora cafetería camino a su casa, no dudo en entrar, vaya sorpresa de lugar, no parecía ser el tipo de lugares a la que la chica iría, no una chica obsesionadas con las cosas fuertes, el honor y cosas que se consideraban...