Lucía estaba conectada al ordenador en 🏡 de su padre. Habría terminado ya los deberes de ese primer día de la semana después de escuchar a Lorena del futuro miembro de la 👨👩👧👦 con todo lujo de detalles. Se había pasado cerca de una ⌚ explicado los planes que tenía: ahora necesitaban más espacio, así que tanto Aitana como Lucía tendrían que deshacerse de cosas que no usaran. También habría que revisar el trastero, que estaba lleno hasta los topes, para recuperar cosas olvidadas que habían utilizado con Aitana años 🔙 y tirar otras a la 🚮. Lucía había acabado con la cabeza demasiado llena de la voz de Lorena y del tema 👶. Esperaría un rato a transmitirles la noticia a sus amigas.
Ahora estaba concentrada en revisar las fotos que Marta tenia colgadas en su perfil de Tuenti por si encontraba en alguna al chico nuevo, a Kay. Todavía era pronto para pedirle a él hacerse amigo suyo, pero tenía curiosidad y le apetecía saber ➕ de Kay. Se encontró con una imagen en la que aparecía Marta con algunos compañeros de su clase y fue revisando cara a cara hasta encontrar a Kay mirando serio (¡qué raro!) a cámara. Aprovechando que si podía quedarse mirándolo tranquilamente sin vergüenza ni temor a que nadie la pillara, se fijó en la piel tan suave qie parecía tener y en la forma de su mandíbula, cuadrada y bien marcada, como si estuviera masticando un chicle. Su 👃 era recta como la de una de esas esculturas romanas que les enseñaba la de sociales. Unos golpecitos en la 🚪 le hicieron dar un bote en la silla. Esperaba que no fuera otra vez Lorena, por ese día ya tenía bastante de tanto 👶 nuevo. Cuando dio permiso para que pasará quien fuera, la voz de 🐻 dulce de su hermana sonó por la rendija:
-¿Puedo?
-Ya te he dicho que si.
La 👧, de seis años, paso y se sentó en la cama. Lucía no apartó los 👀 del 💻.
Al darse cuenta de que Aitana no hablaba, se volvió y le preguntó:
-¿Que quieres? Estoy liada con los deberes. El gesto de Aitana era muy 😢: miraba al suelo y sus morritos sonrojado se escondían apretados. Se pasó la ✋ por los bucles dorados de su pelo desordensnselos.
-¿Crees que mamá ya no me querrá cuando nazca el 👶?
Cuando Aitana levantó la vista del suelo, Lucía se fijó en que la pequeña tenía los 👀 enrojecidos de haber estado llorando.
Se alejó de la silla y se sentó en la cama con su hermana. Le pasó el 🙋 por los hombros y la trajo hacia ella.-Creo que mamá te quiere mucho y que siempre va a ser así.
-Pero dice que cuando nazca el 👶 necesitará que le cuidemos. Y entonces ¿quien me cuidará a mi?
Lucía no pudo evitar una 😊 y Aitana arrugó ➕ la 👄.
-A mi no me da risa...
-Es que no tienes por qué preocuparte por eso. Cuando nazca el 👶 nos cuidaremos entre todos. Igual que ahora: yo te cuido a ti y tu me cuidas a mi ¿no?
La 👧 pareció respirar algo ➕ 😌. Volvió a mirar el suelo, movió la cabeza de un lado al otro, como convenciendose de lo que acababa de 👂, y se puso de pie. Al hacerlo su cabeza su cabeza se quedó plantada delante del 💻.
-¿Tus deberes son mirar las fotos de Marta y esos chicos?
Lucía tardó un momento en comprender que la pequeña hablaba de las fotos que Lucía tenía en el monitor.
-Anda, vuelve a tu cuarto, que veo que ya se te ha pasado toda la pena.
Aitana se encogió de hombros y salió de la habitación con cara de no comprender nada. Un bip del 💻 hizo a Lucía correr a su silla ergonómica y🔓 el chat en grupo de ZR4E en Tuenti:
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El Club de las Zapatillas Rojas. AMIGAS FOREVER
AdventureFrida anuncia una terrible noticia a Lucía, Bea y Marta: ¡No puede ir al campamento de verano, como tenía planeado! pero las chicas harán lo posible para pasar juntas esos 15 días de agosto... ¡El Club de las Zapatillas Rojas no se rinde fácilmente...