Prólogo

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Sólo voy a ponerme de pie y mirame quemarme.
Mira como me aquebranto con cada mirada, con cada sonrísa.
Pero está bien, porque amo la forma en que me lastimas.

Y amo la forma en que mientes.

Veo su rostro pálido, sus cabellos rojos desteñidos, su cabellos rojos parecidos al infierno, a sus flamas, porque eso es lo único que siento, mi piel quemarse en llamas, mi piel arder en un vacío flameante sin fin alguno. Sus cabellos se sienten grasosos, sus ojos rasgados se hacen en una línea, al igual que sus pequeños labios decididos y algunas marcas que le he dejado yo. Miro hacía la ventana y los rayos de sol atravesandola, sólo me hacen parpadear varias veces, luego, veo la rosa que me regaló Josh hace un par de días, una gran rosa roja que ahora tiene tonos violaceos y está marchitando con cada segundo que pasa, me levanto para oler ese aroma delicioso que desprende antes de marchitarse y sólo ser un estorbo color marrón que antes fue una hermosa rosa llena de vida. Estoy de espaldas y siento el peso aumentándose hacia mi, o simplemente se movió en la cama. Volteo a ver; y sí, se ha sentado en la cama, le regalo una pequeña sonrísa de mis labios carnosos y secos, quizá en un tono escarlata, carmesí. Él insinua una sonrísa con sus dientes blancos y perfectos, yo tiro la rosa al suelo y me ácerco a nuestra cama. Me siento sin muchas ganas, veo las marcas que tiene Josh en su cuello, y me acuerdo de que yo tengo más, las de Josh son sólo una pequeña muestra de lo que yo tengo en todo el cuerpo. Me las hizo mientras hacíamos el amor.

-Josh.-Dije mientras me sentaba en la cama.-.Decime, ¿Cuándo dejaremos de escapar?-Sentí mi labio temblar, y ya estába cansado de huir, de escapar siempre y ser buscados.-Ten calma.-Me respondió despeinando mis cabellos castaños.-.Pronto estaremos bien-Me miró con delicadeza-,y vamos a éstar en un lugar bonito.-Quería irme de allí.-Y estáble.-Complete.-Claro que si.- Sonrió y tomó mi cara con sus grandes manos tatuadas, me dió un casto beso y me separé al terminar.

[...]

Josh cerró las cortinas color rojo de la habitación, los rayos de luz penetraban ésta y la sombra que daba era hermosa,  pensé en las Rosas; las miles de Rosas que mi ahora novio me había regalado, todas rojas, me rodeaban colores rojos por doquier, tonos de rojo, bordó y blanco.

Un maldito color que no sale de mi mente.

¿Así mismo será el infierno?

Parecía que ya estába en el, y que ya había desperdiciado los mejores años de mi adolescencia viendo a "el amor de mi vida" Salir cada mañana para hacer cosas que ni yo mismo sé, cosas de las que no me entero nunca, y la razón por las cuales miente. ¿Por qué miente?.
Se le da tan bien mentir, ¿se siente tan bien hacerle las mismas preguntas todos los días?, hacerle reclamos cuando llega con bolsos, los cuales "nunca debo abrir".
O aquel cajón de madera embranizado que permanece con candado. Ni yo mismo sé quién es Josh. No lo conozco verdaderamente, no conozco la forma en la que piensa o el por qué del mascar chicle con la boca abierta. Pintarse el cabello a menudo y tener mucho que esconder. Quizá tenga miedo de decirme la verdad; por que en verdad me encantaría saber todo, o saber si por lo menos piensa en llamarme cuando tiene tiempo, quizá me preocupo demaciado, es tan fastidioso no saber eso, como aquella sangre que escondo en mis mangas cada vez que sonrío.

 I Love The Way You Lie [Joshler]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora