MI Profesor (Snarry)

travesuras de niños

Los trillizos Snape-Potter ahora con 18 meses, se encontraban con uno de sus progenitores  que apenas gateaban en una alfombra de las habitaciones, pero una de ellos solo se dedicaba a escuchar las historias de su padre (Severus) sentada en aquel pedazo de tejidos.

El príncipe como lo había prometido se casó con la de la zapatilla de cristal, que al final era cenicienta y vivieron felices para siempre-. Concluyo mi relato, yo alce  a Grace poniéndola en mi regazo esta solo jugaba con mi cabello, enredandolo con sus pequeños dedos de infante.

Ota ve-. Demando

Que adorable-. Comente

Buaaaa, Pa..pá-. Chillo Sebastián uno de mis pequeños, este lloraba porque Egyptus le habia quitado su conejo de felpa.

Ñoron-. Hablo sacándole la lengua.

Por los fundadores mis hijos están hablando-. Pensé emocionado

Egyptus eso no se hace-. Rei tiernamente, puse a Grace en la alfombra y luego le quite el peluche para devolverselo al otro-. Aquí tienes mi niño-. Este sólo me sonrio y abrazo el peluche.

Ya llegue-. Se escucho como Harry gritó desde abajo, yo deposite a los niños/niña en sus cunas y me fui a recibirlo.

Por fin llegas ¿Cómo te ha ido?-. Pregunte curioso.

Bien gracias, aunque los bandidos se pasan de &-+$*#-. Dijo en tono gracioso

¿Pues qué hicieron está vez?-. Pregunte curioso.

Casi matan de el susto a alguien con su pistola falsa-. Contesto riendose.

Te tengo buenas noticias-. Comente emocionado.

Dime-. Hablo interesado.

Nuestros hijos ya saben hablar-.añadí feliz

¿Enserio?-. Pregunto el de anteojos interesado.

Si, a ver hija di: papá-. Hable.

Papá-. balbuceo.

Que niña tan inteligente tengo ¿He? Si lo eres, si lo eres-. Le hace cosquillas en la panza y MI bebé ríe.- ya está la comida, ¿Me puedes servir por favor? Tengo un hambre.

Claro de hecho ya esta-. Comentó y le pasó el plato de comida mientras Harry se dirige al comedor, este empieza a ingerir los alimentos, subi a la habitación y me encuentro con que Sebastián pintaba la pared con magia yo sabía esto porque movía sus manos y se encontraba parado recargado en el barandal.

No Sebastián la pared no sé pinta-. Le reprendi mientras lo recostaba de nuevo en su cama, suspiré y me fui con mi esposo, quién me abrazo y me soplo en mi oreja.

Mi príncipe Severus acompañeme en esta comida su majestad-. Dijo en susurro juguetón, yo me voltee hacia su dirección.

Claro amable caballero-. Respondí con el mismo tono

Continuará.......