Aunque no tenía las cosas muy claras pude notar en el rostro de mis amigos que no era la única con tanta confusión. Sentados en una mesa del cafetín tratábamos de sacar diferentes conclusiones, algunas, lo suficiente ilógicas como para colocarlas en una historieta de ficción, otras, sumamente absurdas y para mayor imprudencia, Margaux no se detenía de mirar la mesa donde se encontraba Dereck y sus amigos
-¡Ahora entiendo todo! -dijo Margaux sobre exaltada.
-¿Y ahora de que me perdí?, porque no entiendo de que hablas- Agregó Otto.
-Haley, el chico que te conté, el de la mirada, era Dereck
-¿Qué?, ¿y en que parte de esa historia incluye que se lleve mi bolso?
-Okay, ¡oficialmente no entiendo nada!-exclamo Otto muy desconcertado-. Se que son temas de chicas, pero alguien que me explique sería de gran ayuda
-Calla Otto -impuso Margaux-. Haley, quizá pensó que tu mochila era mía, después de todo estaba en mi auto
-¿Y eso qué?-pregunté con mayor enredo
-¿No lo ves?, quería llamar mi atención, así que esa fue la mejor manera de hacerlo, llevándose el bolso y después regresandolo como todo un héroe
-jajaja joder Margaux- Otto soltó una carcajada muy notable-. Creí que nadie tendría más ego que ese bobo, pero me equivoqué
El comentario de Otto me causó gracia así que no pude evitar reírme, aunque la lógica de Margaux tenía algo de sentido, para mi no del todo, me refiero a que si fuese sido así no hubiera aparecido esa rosa, no era casualidad o coincidencia que tomarán mi bolso y colocaran eso con una nota referente a la carta de hace dos días atrás
-¡Que caras tan pálidas!, ¿acaso vieron a unos fantasmas y no nos invitaron?
Al girarnos notamos que eran el resto de nuestros amigos Thiago, Clarice y Paula, no los veíamos desde hace un par de semanas ya que estaban en un viaje o algo parecido. Thiago era lo bastante curioso y listo, aunque algo obstinado, la mayoría del tiempo tenía el ceño fruncido, pero eso le brindaba un aura muy varonil, por su parte Clarice era la más tímida pero alegre, no había día que no tuviese una sonrisa en su rostro y por supuesto, Paula, quien aunque era la más tímida del grupo, la confianza y amistad que nos brindaba a todos era incondicional
-¡Ustedes eran los fantasmas!, semejante perdida eh- dijo Otto
Tras reírnos del comentario, nos dispusimos a saludarnos y sentarnos a platicar sobre el viaje y las cosas que habían realizado mi trío de amigos, a tal punto, que olvidamos el tema anterior y el tiempo se nos paso de una forma muy apresurado.
Para cuando notamos que era algo tarde caminamos hasta el salón donde se encontraba nuestro simpático profesor de anatomía, la verdad, no era mi materia preferida pero al menos el día de hoy estaban todos mis amigos para reírnos en medio de la clase sobre cualquier cosa, por su parte, el profesor hablaba demasiado, ¿cómo lo hacía el muy insoportable?
De pronto entro alguien al salón, por la distancia en la que me encontraba sentada no lograba observar quien era, sin embargo, al detallarlo mejor recordé que era el chico que me encontré en el pasillo-hey, Haley -susurraron-. ¿Te gustaría salir este fin de semana conmigo?
Al escuchar eso mi reacción fue sonreír de una manera sarcástica, me giré y me encontré con un chico llamado Tobias, no lo trataba lo suficiente, hasta donde sabía, vivía cerca de mi vecindario y estaba repitiendo el año
-¡Hola tobias!, me agradaría salir pero...no creo poder -recordé que Allan tendría un partido y no podía faltar, además, debía estudiar para la prueba del lunes.- espero me entiendas
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La última letra
Teen FictionAlgunas cosas nos suceden cuando menos lo esperamos, otras, cuando más las anhelamos. Pero la verdadera magia surge, cuando aparece lo que anhelamos en el momento que lo necesitamos.. En el instante que encuentras al amor de tu vida y a tu primer a...