La Vida De Cualquiera

soledad

Soledad
Palabra con la que estoy seguro todos nos hemos identificado más de una vez.
La soledad se experimenta en distintos casos y de distintas formas, pero siempre se termina recordando como un mal recuerdo. Un recuerdo gris y ácido.

Con esta vienen distintas reacciones.
Algunos viven con el dolor dentro, otros lo demuestran con actitudes o acciones, algunas más estúpidas que otras. La mayoría buscan llenar su vacío con decisiones que siempre vemos mal ante la sociedad.

Este sentimiento se siente mayormente durante la adolescencia o incluso antes debido a diversas razones, entre ellas el desprecio de alguien o hacia sí mismo.

Yo, a mis casi catorce años de edad e entendido (aunque no por completo) este sentimiento y he tratado de llevarlo de la mejor manera, sin tomar decisiones que me puedan dañar en algún futuro y sin dañar a otros.
Siempre e pensando que no importa como lo manejes mientras al final aprendas algo bueno de tus propios tropiezos y sepas levantarte con la frente en alto así sea con ayuda.

No diré ser perfecta ni mucho menos, pero con esto quiero dar a entender que siempre hay altos y bajos y no podemos sentirnos únicos o peores con nuestro dolor porque otros lo sufren igual o peor que nosotros.

Siempre que uno se fije a su alrededor podrá notar lo iguales que somos todos, con las mismas etapas, los mismos sentimientos y lo repetitivos que somos.

E incluso los maestros llegan a entender mejor que nosotros mismos lo que sentimos por tanto que se ve.

Al percatarme de esto entendí que realmente no somos más que pequeñas máquinas programadas para reaccionar de ciertas formas en ciertas situaciones y esto nos hace muy vulnerables a otros.

Al menos yo, no quiero ser igual.

Soy a los ojos de muchos una persona extraña, me gusta el anime, soy estudiosa, sociable, pervertida, no me gusta el reggaeton y aún así lo canto, me encanta dibujar, cantar aunque odio bailar y no se cocinar, no me gusta maquillarme aunque me preocupa mucho como me veo y en mi grupo de amigas soy de la que menos saben aunque soy la que más cuento.

Y hablando de soledad, yo crecí con ese sentimiento que aún ahora conservo.