Y no, no sabía qué significaba la vida. No sabía si me tocaba empezar ahora o más adelante, o sin saberlo, ya había empezado. La vida es el infierno, solo nos toca saber cómo no quemarnos, cómo sobrevivir a las llamas. Nos toca aprender a encender más el fuego, en vez de apagarlo. Y al final del camino, si aprendes la lección, descansas en paz, si no es tu turno, vuelves a comenzar desde el primer momento de tu maldita vida.