Porque contigo soy así.

¿Cómo te llamas?

Después de atender al primer paciente programado para el día de hoy, decidí sentarme en la sala de espera, Kate seguía con un paciente así que tan sólo me quedé disfrutando mi pequeño momento a solas, cuando escucho la música de mi celular anunciando una llamada, no esperaba llamadas -la mayoría de las veces que me llaman es en la tarde y de mi familia- era un número desconocido pero contesté, podría ser un paciente aunque lo dudo ya que suelen llamar al consultorio.

- Bueno?- pregunte tranquilamente

-Hola, disculpa me recuerdas?, soy el desconocido al que ayudaste en la mañana.- ¡diablos!, es la segunda vez en el día que escucho su voz y es hermosa.

-Oh, ¡hola desconocido!- logré escuchar una pequeña risa por parte de él- ¿lograste llegar a tu destino sin ningún problema?- la verdad quería conversar con él mucho tiempo pero primero lo primero.

-Sí, muchas gracias, de hecho por eso llamo, quería agradecerte por ayudarme, no tuve ningún problema en encontrarlo, tus indicaciones fueron muy claras.

-No fue nada, cuando gustes, de todas maneras ya tienes mi número, no quiero decir que sé todo de ubicaciones, pero en lo que te pueda ayudar con mucho gusto lo haré.

-Por cierto, nunca me dijiste tu nombre.

-Tampoco tu lo hiciste desconocido, pero como soy buena persona te diré el mío, mi nombre es Anna, me podrías decir el tuyo?

-Lindo nombre Anna, el mío es deconocido- se estaba riendo al decirlo.

-En serio no me dirás tu nombre?, vamos ya te dije el mío, además requiero saberlo para agregarte a mis contactos.- mi tono fue más de broma que de súplica y ambos reimos.

-Está bien, está bien, te diré mi nombre con una condición.

-Por alguna razón me da miedo preguntar esa condición, pero veamos.

-Bien!, te diré mi nombre pero me agregaras como pastelito.

-¿Qué?, pero si apenas te conozco joven desconocido

-Esa es la condición, tomalo o déjalo- dijo con un tono burlón y bromista.

-mmmm- fingi pensar en su propuesta y después de un largo suspiro acepté- está bien pero....

-Eh?, pero?...

-Tu me agregaras como mi Ángel

-mmmmmmm, de acuerdo, aceptó ese acuerdo, bien, redoble de tambores........yo soy Alexander, pero puedes decirme Alex

-Lindo nombre Alex- por fín sabía el nombre del atractivo desconocido, de repente se escucha en el fondo que lo llamaban.

-Lo siento mi Ángel pero ya me toca, te llamo más tarde.

-No te preocupes pastelito, suerte.

-Ten un lindo día.

-Tu también adiós.

-Hasta pronto.

Y así fue como concluyó nuestra llamada, por alguna razón me sentía muy feliz al haber hablado con él y saber su nombre.......Alexander.......suena como príncipe, lindo.