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||Henry Bowers||

Dedicado a: Helen_Diamond

"No estás sólo"

Narra Henry
Ya no puedo con esto.
Los golpes son más fuertes cada día.
El dolor aumenta conforme pasan los días.
En un punto me lo merezco, soy una persona de mierda.
Pero, lo único que deseo es tener a alguien que me escuche y no me juzgue.

Narra _____
Había quedado con Bill y los demás para ir a La Cantera; me encontraba caminando tranquilamente por la banqueta mientras tarareaba una de mis canciones favoritas.
Pase frente a la casa de Henry Bowers, el bravucón de la ciudad; no le tome mucha importancia y planeaba seguir de largo hasta que unos gritos me hicieron parar en seco.

"¡Por favor papá, basta!"  —escuche decir desde adentró de la casa de Bowers—

Me estremecí un poco, al parecer era la voz de Henry. Me arme de valor y me acerque a la casa pero alguien me sostuvo del brazo haciendo que me detuviera.

—Yo lo pensaría dos veces, antes de acercarme -mire a la persona que me había sujetado del brazo y era Víctor Criss, un amigo de Henry, con el cual he hablado unas pocas veces-

—¿Porque? Y ¿A qué se deben esos gritos? Son de Henry, ¿Cierto? -le pregunté ya un poco preocupada, el me miró por un segundo y asintió-

—Bueno, esos gritos si son de Henry y es porque su padre lo golpea -cuando dijo eso me sorprendí y me preocupe aún más- Henry no habla mucho del tema así que no puedo decirte mucho acerca de eso -solamente asentí ante lo que dijo y miré fijamente la casa de Henry, me dio tristeza saber eso acerca de el-

—Me gustaría poder ayudarlo pero no creo que me escuche -dije, haciendo que eso sonará más para mí misma que para Víctor-

—Pienso que si te escuchará, después de todo le agradas más de lo que piensas -respondio Víctor diciendo lo último prácticamente en un susurro que apenas pude escuchar he hizo que eso me confundiera-

—¿Que has dicho? -intente que volviera a repetir lo que dijo pero simplemente me ignoró-

No dije nada más, me despedí de Víctor y camine nuevamente rumbo a La Cantera, aún pensando en cómo podría ayudar a Henry...

...

Me la había pasado de maravilla con mis amigos, estuvimos haciendo estupideces todo el día y se pasó el tiempo volando.
Se había hecho de noche mientras caminaba a mi casa.

Me detuve en frente del parque al ver a Henry sentado en una de la bancas.
Lo pensé un poco y por más que el allá molestado a mis amigos y a mi, nadie merece lo que le está pasando.

Comence a acercarme a paso lento rumbo a la banca donde se encontraba Henry.

—Hola... -mencione al estar frente a Henry, el simplemente alzó la cabeza y me miró algo confundido y serio-

—¿Que quieres? -contestó bruscamente mientras se limpiaba disimuladamente el rostro, parecía a ver estado llorando-

—¿Estás bien? -pregunté sentándome a su lado-

—Si estoy bien o no, a ti que te importa -dijo mirando al frente mientras jugaba con sus manos-

—Solo quiero saber que te pasa, así podría ayudarte -insistí, para que me dijera lo que le pasaba, ya sabía a qué se debía pero quisiera que el mismo me pidiera ayuda-

—Deja de molestar y vete a casa -dijo para luego levantarse y comenzar a alejarse-

—¡Se lo que te pasa Henry, se que tu padre te golpea! -grité poniéndome de pie intentando llamar su atención pero solo conseguí que se parará en seco parecía que estaba ¿Temblando?-
Me volví a acercar a el, poniendo mi mano en su hombro.

—Solo quería decirte que... No estás solo Henry... -le dedique una pequeña sonrisa y lo que recibí de su parte me sorprendió bastante; Henry me había abrazado-

Correspondí su abrazo mientras acariciaba su espalda intentando consolarlo ya que escuchaba como soltaba pequeños sollozos.

Nos separamos del abrazo y le sonreí, Henry imitó tal acto pero era una sonrisa bastante sincera, nunca lo había visto así. Siempre fue el bravucón Henry Bowers y en este momento parece muy indefenso.

—Gracias _____.... -susurro de repente, haciendo que me sorprendiera por tal cosa, ¿Bowers me está dando las gracias?-

—Dame las gracias cuando te ayude a curar estás heridas -señale su rostro es cual se veía muy golpeado-

—Ya has hecho demasiado...

—Entonces te ayudaré aún más -tome su mano y comenzamos a caminar-

Entre pláticas y risas, conocí más a fondo al verdadero Henry Bowers y no al chico malo que aparentaba ser.
Sino el buen chico que podía llegar a ser, simplemente se necesita la comprensión para hablar con el y el amor...

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Perdón por la tardanza pero hace una semana comenzaron las clases y al parecer los maestros venían con la sorpresa de Bienvenida ya que me encargaron mucha pero mucha tarea :""""v