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||Victor Criss||

Dedicado a: Linka_49

Narra Escritora
Las amistades son bonita cuando hay confianza y pueden contar el uno con el otro cuando es necesario.
Pero, este no es el caso de Martha y Víctor.

—¡Ya cierra la maldita boca! -grito la chica mirando con odio al Rubio que tenía frente a ella- ¡Me hartas! ¡Te crees mejor que yo cuando ni siquiera me llegas a los talones!

—¡No me creo mejor que tú! ¡SOY mejor que tú! -contesto el chico de igual manera gritando-

Nuevamente tenían otra de sus típicas peleas; esto era de todos los días y nadie encontraba la razón de su repentino odio, ya que por lo que muchos saben ellos eran buenos amigos cuando eran más pequeños, pero ahora solamente hay odio y rencor entre ellos.

Tanto los amigos de Martha, como los amigos de Victor estaban hartos de sus estúpidas peleas, las cuales muy pocas veces tenían sentido...

—¡Cállate! ¡Tan solo escuchar tu voz me irrita! -grito Martha aventando un bolígrafo hacia Victor, el lo esquivo fácilmente y miro a la chica con bastante enfadó-

—¡Deja de aventarme cosas! ¡Puedes golpear a alguien más! ¡¿Eres idiota o te haces?! -el chico se retiró del lugar, harto de aquellos gritos que lo irritaban tanto-

Sus amigos salieron del salón tras de Victor mientras que Los Perdedores se acercaron a Martha para intentar tranquilizarla.
Las clases cada vez eran más pesadas con esos dos discutiendo a cada momento y debido a la situación sus amigos decidieron tomar medidas extremas...

Requerir la ayuda el uno del otro para armar un plan y que ese par dejará de discutir.

—Quiero que sepan Perdedores, que después de esto no necesitaremos su ayuda para nada -advirtió el líder de los Bowers Gang mientras se dirigía a su puesto; el plan estaba en marcha-

Los chicos habían ideado lo que ellos llamaban como "El Plan Perfecto"
El plan consistía en que al terminar las clases, cuando todos se hallan ido, por medio de un aviso que mandarían de "Dirección" Martha y Víctor tendrían que ir al auditorio, pero ahí serían encerrados hasta que lograrán arreglarse entre ellos.

—Se dirigen al auditorio... -anuncio Eddie por un radio que estaban usando para comunicarse-

—Entendido, ya vamos para allá -le contesto Richie mientras corría detrás de Henry rumbo al auditorio, ellos tomaron un atajo para llegar primero y así lo hicieron-

Los dos se escondieron detrás de unos casilleros y vieron con atención cuando Martha entro al auditorio. Cómo Victor ya se encontraba dentro; Henry rápidamente corrió hasta la puerta y cerró con llave.

—Misión completada -dijo Richie por el radio alertando a todos-

Mientras los demás festejaban el éxito de su plan, dentro del auditorio nuevamente se escuchaban los gritos de sus amigos discutiendo.

—¡¿Porque tienes que entrometerte en todo lo que hago?! -acuso Martha cruzándose de brazos mientras se dirigía a la puerta para salir a esperar al director sin tener que ver el rostro de Criss-

Para la sorpresa de Martha la puerta ya se encontraba cerrada por fuera.

—¡Maldición esto no habré! -al escuchar eso rápidamente Victor se acercó a la puerta- ¡Todo es tu culpa! -lo acusó sin dejar de intentar abrir la puerta-

—¿¡Cómo puede ser esto mi culpa!? -se excuso Victor-

—¡Solo cállate y ayúdame a abrir la puerta! -el chico bufo y se acerca hasta Martha para intentar abrir la puerta entre los dos-

Estuvieron unos minutos más intentando abrir la puerta pero sin resultados, se resignaron a seguir intentando y se miraron los dos con enojó.

—No puedo creer que me allá quedado encerrada con la persona más imbécil de todo el mundo -mencionó Martha mientras levantaba sus brazos al cielo dramáticamente- ¡¿Por qué a mí Dios?! ¿Porqué?

—¡No seas tan dramática! El que debería estar gritando y suplicando debería ¡Ser yo!

Y así como era de esperarse comenzaron a discutir por la situación en la que se encontraban...

—¡Eres de verdad insoportable! ¡No voy a aguantar estar aquí encerrada contigo por mucho tiempo! -grito Martha sentándose en una de las sillas que se encontraban ahí- No sabes cuánto te odio... -susurro esperando que el Rubio no la escuchara pero el la escuchó perfectamente-

—¿¡Porqué!? -grito Victor de repente haciendo que Martha se asustará y lo mirará- ¡¿Porqué me odias?! ¡Creeme me lo pregunte más de una vez!

—Con que ya se te olvidó... Si que eres un idiota -contesto ella apartando su mirada de Víctor-

—¿¡Cuándo será el día en que no seas una inmadura y tengamos una conversación normal!? -preguntó Víctor mientras se acercaba a ella y la tomaba de los brazos haciendo que Martha se levantará, se miraron directamente a los ojos-

—El día en que dejes de ser un idiota... -dijo la chica causando un suspiro desesperado de parte de Víctor-

—¿Qué fue lo que te hice como para que te empezarás a comportar asi conmigo? -ante tal pregunta, Martha lo miro seriamente y después de soltar un suspiro continuo hablando-

—Es enserio... -Martha se soltó del agarré de Víctor y se alejó un poco dándole la espalda- Cuando éramos pequeños fuimos los mejores amigos...

—Esa parte si la recuerdo con claridad -la interrumpió comenzando a acercarse nuevamente a ella-

—Igual cuando crecimos no perdimos contacto y seguíamos viéndonos todos los días... -al decir eso cerró los ojos pesadamente, no quería llorar en ese momento- Pero cuando entramos a la secundaria todo cambió... Te volviste un completo idiota, me alejaste de ti y comenzaste a juntarte con gente que no te convenía -se giro a verlo y para su sorpresa el estaba a pocos centímetros de ella- Me rechazaste incontables veces con la escusa de que no tenías tiempo pero estúpidos juegos de la infancia; preferiste a tus amigos brabucones que a tu mejor amiga... -Martha agacho la cabeza y sus ojos comenzaron a ponerse cristalinos por las lágrimas que intentaban salir- Por eso te odio... Tu destruiste todo lo que yo sentía por ti...

—Lo siento... -cuando dijo eso la abrazo fuertemente cosa que sorprendió a Martha totalmente, tardó un poco en corresponder su abrazo pero al final lo hizo- No quería hacerte daño... Creeme que no lo quería, eres una de las personas más importantes para mi y saber que nos gritábamos todos los días era un martirio... -se separó un poco de ella para plantar un beso en su frente-

—Eres un idiota... Solo cállate y abrázame... -casi al instante Victor la volvió a abrazar, está vez con más necesidad de tenerla en sus brazos y jamás volverla a soltar-

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De verdad perdón por la tardanza :'u
Solo espero que te guste porque siento que me quedo muy fushi x'D